Contenido
La diverticulitis aguda es la inflamación e infección de los divertículos, que son pequeños pliegues o sacos que aparecen en las paredes del intestino, especialmente en la última porción del colon.
Estos divertículos suelen aparecer en adultos mayores de 40 años y no provocan síntomas, y esta afección se denomina diverticulosis. También es más común en personas que siguen una dieta baja en fibra o que sufren de estreñimiento crónico. Descubra cuáles son las causas y los síntomas de la diverticulosis.
Sin embargo, cuando los divertículos se inflaman pueden aparecer síntomas como dolor en el abdomen, especialmente en el lado inferior izquierdo, náuseas, vómitos, fiebre, estreñimiento o diarrea y, en estos casos, se debe acudir inmediatamente a urgencias para recibir tratamiento. y evitar complicaciones como la perforación del intestino y la infección del cuerpo, que pueden poner en peligro la vida.
Cómo saber si es diverticulitis
Los síntomas que pueden alertarlo sobre un ataque agudo de diverticulitis incluyen:
- Dolor abdominal, especialmente en la parte inferior del lado izquierdo, que puede ser constante y persistir durante varios días;
- Períodos de diarrea o estreñimiento;
- Sensibilidad en el lado izquierdo del abdomen;
- Náuseas y vómitos;
- Fiebre y escalofríos.
La intensidad de los síntomas varía según la gravedad de la inflamación que, si es leve, puede pasar desapercibida. Sin embargo, ante la presencia de estos síntomas es importante acudir a urgencias, donde el médico valorará los síntomas y, si es necesario, realizará ecografías o tomografías de abdomen, y análisis de sangre que detectan inflamación e infección en el intestino.
Cómo tratar
El tratamiento de la diverticulitis lo guía un gastroenterólogo o un médico de cabecera y se realiza con:
- Uso de antibióticos, como Ciprofloxacino y Metronidazol, para controlar la infección, durante aproximadamente 10 días;
- Uso de analgésicos, como paracetamol o antiinflamatorios, como ibuprofeno, por ejemplo, para aliviar las molestias abdominales;
- Cuidando la dieta, que en los primeros 3 días, debe ser en ayunas o líquida, y solo luego agregar gradualmente alimentos sólidos, para no aumentar la presión dentro del intestino. Sepa lo que puede y no puede comer durante su crisis de diverticulitis.
A medida que disminuyen la inflamación de los divertículos y los síntomas, el paciente debe introducir alimentos ricos en fibra en sus comidas diarias, como frutas y verduras frescas o cereales integrales, por ejemplo, para evitar que los divertículos vuelvan a encenderse.
Cuando la persona es capaz de seguir bien las pautas y cuando la condición es leve, este tratamiento se puede realizar en casa; .
Para el tratamiento quirúrgico de la inflamación, se puede realizar una punción para drenar el pus o una cirugía para extirpar la parte dañada del intestino. Consulte más detalles sobre las opciones de tratamiento y cirugía para la diverticulitis.
Como evitar
Para prevenir la formación de divertículos en el intestino grueso, o para prevenir nuevos ataques de diverticulitis, es importante llevar una dieta rica en fibra, ya que estimulan el funcionamiento y limpieza del intestino, y evitan que sus paredes se debiliten y se formen nuevos pliegues.
Para un buen funcionamiento del intestino, también es muy importante beber abundantes líquidos a lo largo del día, con una media de 2 litros de agua, además de comer despacio y masticar bien antes de tragar. A continuación, le indicamos cómo llevar una dieta rica en fibra para regular su intestino.
Además, observe otros consejos del nutricionista para una dieta correcta durante y después del tratamiento de la diverticulitis, para prevenir nuevas crisis y mejorar el funcionamiento del intestino:
Posibles complicaciones
En todo el cuadro de diverticulitis aguda, la inflamación intestinal puede dar lugar a complicaciones, que suelen ocurrir cuando se tarda demasiado en iniciar el tratamiento o cuando se realiza de forma incorrecta. Los principales son:
1. Sangrado
El sangrado o sangrado del intestino puede ocurrir incluso sin la inflamación del divertículo, lo que se denomina sangrado diverticular, y generalmente se manifiesta con la presencia de sangre en las heces.
Qué hacer: la determinación de la ubicación y el tratamiento del sangrado generalmente se realiza con una colonoscopia. En hemorragias muy abundantes, pueden ser necesarios procedimientos más complejos, como una angiografía o incluso una cirugía.
2. Absceso
El absceso es una acumulación de líquido purulento, que se forma en caso de infección e inflamación del tejido, y causa mucho dolor y fiebre.
Qué hacer: para tratar el absceso, es importante utilizar antibióticos, como Ciprofloxacino y Metronidazol, por ejemplo, recetados por el médico, y en algunos casos puede ser necesario drenar el líquido infectado.
3. Fístula
Las fístulas son comunicaciones entre el intestino y otros órganos, que se originan debido a la inflamación y la formación de llagas en las paredes. Algunos síntomas son dolor abdominal y la presencia de heces en la orina o eliminadas por la vagina, por ejemplo.
Qué hacer: El tratamiento de la fístula intestinal lo realiza el coloproctólogo, generalmente con procedimientos quirúrgicos específicos para corregir la comunicación según la ubicación y el tamaño.
4. Perforación
La perforación es una complicación grave de la diverticulitis, que se presenta en casos avanzados o no se ha tratado correctamente, y que provoca una intensa inflamación abdominal por heces que pueden contaminar la región.
Qué hacer: por lo general, la cirugía se realiza para corregir o extirpar la parte inflamada del intestino.
5. Obstrucción intestinal
La obstrucción intestinal es también una complicación grave de la diverticulitis, provocada por una inflamación intensa, que impide el paso de líquidos y heces por el intestino, lo que provoca hinchazón, calambres abdominales y vómitos.
Qué hacer: si se trata de una obstrucción parcial, el tratamiento se puede realizar con medicación y ayuno por un tiempo, sin embargo, en las obstrucciones más graves se suele realizar un procedimiento quirúrgico para corregir la alteración.