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La artroscopia de rodilla es una cirugía menor en la que el ortopedista utiliza un tubo delgado, con una cámara en la punta, para observar las estructuras internas de la articulación, sin tener que hacer un gran corte en la piel. Por tanto, la artroscopia se suele utilizar cuando hay dolor de rodilla, para evaluar si existe algún problema con las estructuras articulares.
Sin embargo, si el diagnóstico ya se ha realizado, a través de otras pruebas como radiografías, por ejemplo, el médico aún puede utilizar la artroscopia para realizar reparaciones menores al menisco, cartílago o ligamentos cruzados, ayudando a tratar el problema. Después de este procedimiento, se necesitarán algunos cuidados, así que así es como se puede realizar la fisioterapia para recuperarse de la artroscopia.
¿Cómo se recupera la artroscopia?
La artroscopia es una cirugía de bajo riesgo que suele durar alrededor de 1 hora y, por tanto, su tiempo de recuperación también es mucho más rápido que el de una cirugía tradicional de rodilla. Sin embargo, este tiempo puede variar de persona a persona, según la velocidad de curación y el problema tratado.
Sin embargo, en casi todos los casos, es posible regresar a casa el mismo día, solo es importante mantener algunos cuidados como:
- Descansar, evitando aplicar cualquier tipo de peso en la pierna durante al menos 4 días;
- Mantenga la pierna elevada por encima del nivel del corazón durante 2 a 3 días para reducir la hinchazón;
- Aplique una bolsa fría en el área de la rodilla varias veces al día, durante 3 días para aliviar la hinchazón y el dolor;
- Tome los medicamentos recetados por el médico en el momento adecuado, para mantener el dolor bien controlado;
- Utilice muletas durante el período de recuperación, hasta que el médico lo recomiende.
Además, también puede ser recomendable realizar sesiones de fisioterapia de rehabilitación, especialmente en los casos en los que se haya reparado alguna estructura de rodilla. La fisioterapia ayuda a recuperar completamente la fuerza de los músculos de las piernas y aumenta la capacidad de doblar la rodilla, que puede verse afectada después de la cirugía.
Por lo general, la actividad física se puede reanudar aproximadamente 6 semanas después de la artroscopia, de acuerdo con las instrucciones del ortopedista. Además, puede haber casos en los que sea importante intercambiar actividades de alto impacto, según el tipo de lesión de rodilla.
Posibles riesgos de la artroscopia
El riesgo de complicaciones por una artroscopia es muy bajo; sin embargo, como con cualquier otra cirugía, puede ocurrir sangrado durante la cirugía, infección en el sitio de la herida, reacción alérgica a la anestesia, aparición de rigidez de la rodilla o daño a las estructuras sanas de la rodilla. .
Para evitar este tipo de riesgo, es muy importante realizar todas las consultas antes de la cirugía, para que el médico pueda valorar toda la historia clínica de la persona, así como los medicamentos que se utilizan. Además, es importante seleccionar una clínica y un médico de confianza con experiencia en este tipo de procedimientos.