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La presencia de sangre en la flema no siempre es señal de alarma de un problema grave, sobre todo en personas jóvenes y sanas, estando, en estos casos, casi siempre relacionado con la presencia de tos prolongada o sequedad de las membranas del sistema respiratorio, que acaban sangrando .
No obstante, si la cantidad de sangre en la flema es muy elevada, si dura más de 3 días o si se acompaña de otros síntomas, como dificultad para respirar o sibilancias, es importante acudir a un médico de cabecera o neumólogo, ya que también puede ser síntoma de un problema más grave, como una infección respiratoria o incluso un cáncer.
Por tanto, algunas de las causas más habituales de la presencia de sangre en la flema son:
1. Tos prolongada
Cuando tienes una alergia o gripe y tienes una tos seca, fuerte y prolongada, la presencia de sangre al toser es relativamente frecuente, debido a la irritación de las vías respiratorias, que puede acabar mezclada con la flema. Esta situación es transitoria y no suele ser grave, desapareciendo a los pocos días, sobre todo cuando mejora la tos.
Qué hacer: lo ideal es intentar calmar la tos para reducir la irritación de las vías respiratorias. Buenas opciones son beber mucha agua durante el día, lavado nasal con suero para hidratar la mucosa y tomar un jarabe de miel casero con propóleo, por ejemplo, o jarabes de antihistamínicos, como loratadina. Vea cómo preparar este jarabe y otras recetas naturales para la tos.
2. Uso de anticoagulantes
Las personas que usan medicamentos anticoagulantes, como warfarina o heparina, tienen un mayor riesgo de hemorragia en varias partes del cuerpo, ya que la sangre se vuelve más delgada. Así, es posible que, si existe una leve irritación de las vías respiratorias, por ejemplo por una alergia, pueda haber un pequeño sangrado que se elimina con tos y flema.
Qué hacer: si la cantidad de sangre presente en la flema es pequeña, no es una señal de alarma, sin embargo, si hay un sangrado abundante, debe acudir a un médico.
3. Infecciones respiratorias
Otra causa relativamente común de sangre en la flema es el desarrollo de una infección en el pulmón, que puede ir desde una simple infección, como la gripe, hasta situaciones más graves, como neumonía o tuberculosis, por ejemplo.
En caso de infección respiratoria también es común que aparezcan otros síntomas, como flema amarillenta o verdosa, dificultad para respirar, piel pálida, dedos o labios azulados, fiebre y dolor en el pecho. Busque otros signos que ayuden a identificar un caso de infección pulmonar.
Qué hacer: si se sospecha una infección respiratoria siempre es importante consultar a un médico de cabecera o neumólogo para confirmar el diagnóstico, identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir un antibiótico.
4. Bronquiectasia
La bronquiectasia es una afección crónica en la que se produce una dilatación permanente de los bronquios del pulmón, lo que provoca una producción excesiva de flemas, así como una sensación de falta de aire frecuente. Además, la presencia de sangre en la flema también es un signo muy común.
Esta afección no tiene cura, pero el tratamiento con medicamentos recetados por el neumólogo permite aliviar los síntomas durante las crisis. Comprenda mejor qué es la bronquiectasia y cómo identificarla.
Qué hacer: la bronquiectasia siempre debe ser diagnosticada por un médico, para que pueda comenzar el tratamiento adecuado. Por lo tanto, si se sospecha esta condición, se debe consultar a un neumólogo para exámenes, como radiografías, y para observar las características de los bronquios.
5. Bronquitis
La bronquitis también se puede asociar a la producción de flema sanguínea, ya que existe una inflamación recurrente de los bronquios, lo que aumenta la irritación de las vías respiratorias y las posibilidades de sangrado.
En los casos de bronquitis, la flema suele ser blanca o ligeramente amarilla, y puede ir acompañada de la presencia de algo de sangre, sibilancias al respirar, cansancio frecuente y sensación de falta de aire. Vea otros síntomas y descubra qué tratamientos se pueden utilizar.
Qué hacer: el reposo y la ingesta adecuada de agua suelen ser capaces de aliviar los síntomas de la bronquitis, sin embargo, si los síntomas son persistentes o si la dificultad para respirar empeora, es recomendable acudir a un médico, ya que puede ser es necesario el uso de medicamentos directamente en la vena. Las personas que padecen bronquitis crónica deben ser controladas por el neumólogo, iniciando el uso de los medicamentos indicados por el médico tan pronto como aparezcan los primeros signos de crisis.
6. Edema pulmonar
El edema pulmonar, conocido popularmente como "agua en el pulmón", se produce cuando hay una acumulación de líquidos dentro de los pulmones, por lo que es más común en personas con problemas cardíacos, como insuficiencia cardíaca congestiva, en las que no se bombea sangre. correctamente por el corazón y, por tanto, se acumula en los pequeños vasos sanguíneos del pulmón, provocando la liberación de líquido al pulmón.
En estos casos, la flema liberada puede ser rojiza o rosada y tiene una ligera consistencia espumosa. Además, otros síntomas comunes son dificultad para respirar, labios y dedos azulados, dolor en el pecho y latidos cardíacos acelerados.
Qué hacer: el edema pulmonar se considera una emergencia médica. Así, si tienes un problema cardíaco y si sospechas un cambio en el pulmón, es muy importante acudir rápidamente a urgencias, para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado que, en el caso de un edema, se realiza en el hospital. en el hospital. Obtenga más información sobre el tratamiento de esta afección.
7. Cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón es una afección más rara, pero también puede causar la aparición de flemas sanguíneas. Este tipo de cáncer es más común en personas mayores de 40 años y que son fumadores.
Otros síntomas que también pueden aparecer en casos de cáncer de pulmón incluyen tos persistente que no mejora, pérdida de peso, ronquera, dolor de espalda y cansancio extremo. Vea los 10 signos que pueden indicar cáncer de pulmón.
Qué hacer: Siempre que exista una sospecha de cáncer, especialmente en personas con factores de riesgo, es muy importante consultar al neumólogo para que haga todas las pruebas necesarias, confirme el diagnóstico e inicie el tratamiento. Generalmente, cuanto antes se identifique el cáncer, más fácil será lograr una cura.
Cuando ir al doctor
Es importante acudir al médico siempre que haya muchas molestias, sin embargo, las situaciones que se deben evaluar más rápidamente son:
- Flema con sangre que no mejora después de 3 días;
- Presencia de grandes cantidades de sangre en la flema;
- Presencia de otros síntomas como fiebre alta, dificultad respiratoria severa, piel pálida, dedos y labios azulados.
Además, si la flema sanguinolenta es un síntoma muy recurrente, también es importante consultar a un médico, que puede ser el médico de cabecera o el neumólogo.
Habitualmente, para investigar este tipo de síntomas, el médico puede aprobar exámenes como radiografía de pulmón, espirometría o tomografía computarizada, por ejemplo.