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Aunque es menos frecuente que en los adultos, los niños también pueden contraer la infección por el nuevo coronavirus, COVID-19. Sin embargo, los síntomas parecen ser menos severos, ya que las condiciones más graves de la infección tienden a causar solo fiebre alta y tos constante.
Aunque no parece ser un grupo de riesgo para el COVID-19, los niños siempre deben ser evaluados por pediatras y seguir los mismos cuidados que los adultos, lavándose las manos con frecuencia y manteniendo la distancia social, ya que pueden facilitar la transmisión del virus a aquellos en mayor riesgo, como sus padres o abuelos.
Síntomas principales
Los síntomas de COVID-19 en los niños son más leves que los de los adultos e incluyen:
- Fiebre superior a 38ºC;
- Tos persistente;
- Rinitis;
- Dolor de garganta;
- Náuseas y vómitos,
- Cansancio excesivo;
- Disminucion del apetito.
Los síntomas son similares a los de cualquier otro virus y, por tanto, también pueden ir acompañados de algunos cambios gastrointestinales, como dolor abdominal, diarrea o vómitos, por ejemplo.
A diferencia de los adultos, la dificultad para respirar no parece ser común en los niños y, además, es posible que muchos niños estén infectados y no presenten síntomas.
Según una publicación de los CDC a finales de mayo [2], se han identificado algunos niños con síndrome inflamatorio multisistémico, en los que diversos órganos del cuerpo, como el corazón, los pulmones, la piel, el cerebro y los ojos se inflaman y generan síntomas como fiebre alta, dolor abdominal intenso, vómitos, manchas rojas en la piel y cansancio excesivo. Así, en caso de sospecha de infección por el nuevo coronavirus, siempre se recomienda acudir al hospital o consultar a un pediatra.
Los cambios en la piel pueden ser más comunes en los niños.
Aunque el COVID-19 parece ser más leve en los niños, especialmente en lo que respecta a los síntomas respiratorios, como tos y dificultad para respirar, algunos informes médicos, como el informe publicado por Academia Americana de Pediatría [1], parecen indicar que los niños pueden experimentar síntomas distintos a los de los adultos, que acaban pasando desapercibidos.
Es posible que el COVID-19 en los niños cause con mayor frecuencia síntomas como fiebre alta persistente, enrojecimiento de la piel, hinchazón y labios secos o agrietados, similar a la enfermedad de Kawasaki. Estos síntomas parecen indicar que en el niño, el nuevo coronavirus provoca inflamación de los vasos sanguíneos en lugar de afectar directamente al pulmón. Sin embargo, se necesita más investigación.
Cuándo llevar al niño al médico
Aunque la variante infantil del nuevo coronavirus parece ser menos grave, es muy importante que todos los niños con síntomas sean evaluados para aliviar las molestias de la infección e identificar su causa.
Se recomienda que todos los niños con:
- Menor de 3 meses de edad y fiebre superior a 38ºC;
- Edad entre 3 y 6 meses con fiebre superior a 39ºC;
- Fiebre que dura más de 5 días;
- Respiración dificultosa;
- Labios y cara de color azul;
- Dolor o presión fuerte en el pecho o el abdomen;
- Pérdida marcada del apetito;
- Alteración del comportamiento normal;
- Fiebre que no mejora con el uso de medicamentos indicados por el pediatra.
Además, cuando están enfermos, los niños tienen más probabilidades de deshidratarse debido a la pérdida de agua a través del sudor o la diarrea, por lo que es importante consultar a un médico si hay síntomas de deshidratación como ojos hundidos, disminución de la cantidad de orina, boca sequedad, irritabilidad y llanto sin lágrimas. Vea otros signos que pueden indicar deshidratación en los niños.
Como se hace el tratamiento
Hasta el momento no existe un tratamiento específico para COVID-19 y, por tanto, el tratamiento incluye el uso de fármacos para aliviar los síntomas y prevenir el agravamiento de la infección, como paracetamol para bajar la fiebre, antialérgicos para tratar la tos. y coriza, y algunos antibióticos, si existe riesgo de infección pulmonar.
En la mayoría de los casos, el tratamiento se puede realizar en casa, manteniendo al niño en reposo, bien hidratado y administrándole los medicamentos recomendados por el médico en forma de jarabes. Sin embargo, también existen situaciones en las que se puede recomendar la hospitalización, especialmente si el niño presenta síntomas más graves, como falta de aire y dificultad para respirar, o si tiene antecedentes de otras enfermedades que faciliten el agravamiento de la infección, como diabetes o asma.
Cómo protegerse contra COVID-19
Los niños deben seguir el mismo cuidado que los adultos para prevenir el COVID-19, que incluye:
- Lávese las manos regularmente con agua y jabón, especialmente después de estar en lugares públicos;
- Manténgase alejado de otras personas, especialmente de los ancianos;
- Use una máscara de protección individual si está tosiendo o estornudando;
- Evite tocarse las manos con la cara, especialmente la boca, la nariz y los ojos.
Estas precauciones deben incluirse en la vida diaria del niño porque, además de proteger al niño contra el virus, también ayudan a reducir su transmisión, evitando que llegue a personas de mayor riesgo, como los ancianos, por ejemplo.
Consulte otros consejos generales para protegerse del COVID-19, incluso en interiores.
Creado por: Equipo Editorial de Tua Saúde
Bibliografía>
- OMS. Preguntas y respuestas sobre coronavirus (COVID-19). Disponible: . Consultado el 07 de mayo de 2020
- CENTROS PARA EL CONTROL Y LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES. Enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19): información para proveedores de atención médica pediátrica. Disponible: . Consultado el 07 de mayo de 2020
- NHS. Coronavirus en niños. Disponible: . Consultado el 07 de mayo de 2020
- JONES, Veena G.; MILLS, Marcos et al. COVID-19 y enfermedad de Kawasaki: virus nuevo y caso nuevo. Hospital de Pediatría. 2020
- CENTROS PARA EL CONTROL Y LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES. Para padres: síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C) asociado con COVID-19. Disponible: . Accedido el 01 Jun 2020