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La diverticulosis, o enfermedad diverticular, es una enfermedad intestinal caracterizada por la formación de divertículos, que son pequeñas bolsas, en la mucosa intestinal. Los divertículos se forman cuando los puntos de la pared del intestino son frágiles y terminan saliéndose debido a las contracciones intestinales.
Estas pequeñas bolsas pueden variar de 2,5 mm a 2,5 cm, suelen aparecer en la parte final del intestino grueso y, generalmente, no provocan síntomas, sin embargo, cuando se encienden o infectan dan lugar a la denominada diverticulitis. Aprenda a identificar y tratar la diverticulitis.
La diverticulosis puede manifestarse tanto en hombres como en mujeres, con mayor frecuencia mayores de 60 años, siendo poco común en personas menores de 40 años, y generalmente surge debido a una dieta baja en fibra.
Cómo identificar
La diverticulosis sin complicaciones no causa síntomas, sin embargo, si hay una ruptura de divertículos, puede haber sangrado en las heces. Cuando hay inflamación o infección bacteriana, puede haber dolor abdominal tipo cólico, náuseas, vómitos o fiebre, que caracteriza a la diverticulitis.
Cualquier persona puede desarrollar diverticulosis, que es una enfermedad más común en los ancianos, y sus causas están relacionadas principalmente con el mal funcionamiento intestinal y, por lo tanto, es común que las personas con diverticulosis presenten:
- Presión de vientre;
- Hinchazón abdominal;
- Dieta baja en fibra y rica en carnes rojas y grasas;
- Estilo de vida sedentario.
Además, las personas que fuman pueden presentar un mayor riesgo de formación de divertículos, ya que fumar puede favorecer la fragilidad de las paredes intestinales.
Cómo se hace el diagnóstico
La diverticulosis puede aparecer y permanecer durante muchos años sin provocar síntomas y sin ser descubierta, por lo que se suele ver de forma accidental, en una colonoscopia de rutina, por ejemplo.
Sin embargo, cuando existe una complicación de la enfermedad, con sangrado o progresión a diverticulitis, pueden ser necesarias pruebas como la ecografía o la tomografía de abdomen para evaluar el nivel de afectación abdominal y planificar el mejor tipo de tratamiento.
Cómo tratar
El tratamiento de la diverticulosis se realiza principalmente con una dieta rica en fibra, presente en frutas y verduras. Los complementos alimenticios ricos en fibra, como Metamucil, también pueden ser útiles para mejorar la función intestinal.
Además, en caso de cólicos, el uso de antiespasmódicos y analgésicos, como Butylscopolamine y Paracetamol, puede ser útil para aliviar los síntomas. Consulte cuáles son las principales opciones de tratamiento para la diverticulosis.
Sin embargo, si hay diverticulitis, puede ser necesario el uso de antibióticos y una restricción dietética para descansar el intestino. En casos más graves, crisis recurrentes o complicaciones, puede estar indicada la cirugía, consistente en la extirpación de la parte del intestino donde se encuentran los divertículos. Además, consulte las principales formas de tratar la diverticulitis.