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Las piscinas de los hoteles y los jacuzzis pueden representar un riesgo importante para la salud, especialmente cuando no se limpian adecuadamente o cuando muchas personas las usan al mismo tiempo, lo que puede resultar en enfermedades cutáneas o intestinales como giardiasis, criptosporidiasis o tiña.
Antes de ir a la piscina, por ejemplo, es necesario prestar atención a algunos factores que pueden indicar si la piscina es adecuada o inadecuada para su uso, como las características del agua y la presencia de alguna mancha en la baldosa, por ejemplo. También es importante evitar tragar agua para evitar tantas enfermedades como sea posible.
Principales enfermedades
1. Criptosporidiasis
La criptosporidiasis o criptosporidiosis es una de las principales enfermedades que se pueden adquirir por el uso de piscinas o bañeras mal mantenidas. Esta enfermedad es causada por el parásito. Cryptosporidium sp., que se puede encontrar en el agua de la piscina o bañera por malas condiciones de higiene o restos de heces humanas, siendo más común en personas que acuden a piscinas públicas con malas condiciones de mantenimiento.
La infección por este parásito provoca gastroenteritis severa, caracterizándose principalmente por diarreas crónicas y persistentes, además de dolor abdominal, náuseas, fiebre y pérdida de peso.
Qué hacer: Se recomienda acudir al infectólogo o al médico de cabecera para su diagnóstico y tratamiento. Además, se recomienda descansar y mejorar las condiciones de higiene.
2. Otitis externa
La otitis externa se caracteriza por la inflamación de los oídos que puede ser causada por bacterias, que pueden proliferar fácilmente en el oído debido al ambiente húmedo y caluroso. Así, la otitis externa provocada es más común en personas que pasan mucho tiempo en la piscina.
Los principales síntomas de la otitis externa son dolor de oído, picazón en el oído y en el oído, enrojecimiento e hinchazón de la región. Obtenga más información sobre la otitis externa.
Qué hacer: Es importante acudir al otorrinolaringólogo cuando aparezcan los primeros síntomas de la otitis para que se pueda realizar el tratamiento con antibióticos, los cuales deben utilizarse según recomendación médica.
3. Giardiasis
La giardiasis es una enfermedad infecciosa causada por el parásito. Giardia lamblia, que se puede encontrar en el agua, especialmente en lugares donde el saneamiento es deficiente o inexistente, y puede ingresar al cuerpo de la persona a través de la ingestión de agua contaminada. La infección por este parásito se caracteriza por síntomas gastrointestinales, como diarrea, calambres e hinchazón abdominal. Conoce otros síntomas de la giardiasis.
Qué hacer: si se sospecha una infección Giardia lamblia, es importante acudir al médico de cabecera o enfermedad infecciosa para hacer el diagnóstico y comenzar el tratamiento, que generalmente se realiza con el uso de Metronidazol. Vea cuáles son los principales remedios para cada tipo de gusano.
4. Candidiasis inguinal
La candidiasis inguinal o candidiasis en la ingle corresponde a la proliferación de hongos de la especie Candida sp en la ingle, dando como resultado prurito y enrojecimiento en la región. Este tipo de hongo puede proliferar fácilmente en ambientes húmedos y es común adquirirlo en piscinas o bañeras mal desinfectadas.
Qué hacer: En estos casos, es importante consultar a un dermatólogo para que se puedan realizar las pruebas diagnósticas y se pueda iniciar el tratamiento.
5. Micosis
Las micosis son enfermedades causadas por hongos que, para proliferar, necesitan un ambiente húmedo y cálido, siendo la piscina y la bañera grandes lugares para su proliferación. Los principales síntomas de la tiña son la picazón en la piel y la presencia de lesiones escamosas que pueden aparecer en la cara, brazos, ingles y cuero cabelludo, por ejemplo. Obtenga más información sobre las micosis.
Qué hacer: Cuando se notan signos característicos de la infección por hongos, es importante acudir al dermatólogo para que haga el diagnóstico y comience el tratamiento, que generalmente se realiza con el uso de medicamentos antimicóticos en forma de pomada o crema, por ejemplo.
6. Legionelosis
La legionelosis es una infección causada por la bacteria. Legionella pneumophilia, que se desarrolla en ambientes acuáticos, húmedos y poco limpios. Así, el agua y los bordes de la piscina y las bañeras proporcionan un gran lugar para la proliferación de esta bacteria, que puede entrar al cuerpo por la ingestión de agua contaminada, por ejemplo.
Infección con Legionella pneumophilia se puede percibir a través de algunos síntomas, como tos, dolor de pecho, fiebre alta, vómitos y diarrea. Vea cómo identificar la legionelosis.
Qué hacer: Es importante que, inmediatamente después de los primeros síntomas de la infección, la persona sea remitida al hospital para que se realicen pruebas que confirmen el diagnóstico. El tratamiento de esta enfermedad se realiza en un ambiente hospitalario y con el uso de antibióticos, como Ciprofloxacino y Azitromicina, por ejemplo.
7. Irritación química
Los productos que se utilizan para limpiar la bañera o la piscina o para depurar el agua, pueden provocar irritación en la piel y mucosas de las personas, lo que resulta en picor, ardor en los ojos o en las regiones genitales y enrojecimiento de la piel.
Qué hacer: Tan pronto como aparezcan los primeros signos de irritación de la piel, debe salir de la piscina o bañera y bañarse con agua corriente. Si los síntomas no desaparecen, se recomienda tomar un antialérgico y acudir al alergólogo si los síntomas son frecuentes y constantes.
Como evitar
Para evitar enfermedades que se puedan contraer en la piscina o jacuzzi del hotel, es importante prestar atención al estado general del medio ambiente:
- Compruebe si el agua es clara, pudiendo ver el fondo de la piscina, por ejemplo;
- Compruebe que las baldosas estén limpias, sin ningún signo de mancha más oscura. Además, las baldosas de la piscina no deben ser resbaladizas ni pegajosas;
- Verificar si el motor de filtración de agua está funcionando, en el caso de piscinas;
- Compruebe si hay manchas en la bañera.
También es importante evitar tragar cualquier cantidad de agua y no ir a la piscina si estás enfermo. Además, en el caso de las piscinas, cuantas más personas asistan al mismo tiempo, mayor es el riesgo de enfermedades, por lo que, si es posible, evita frecuentar piscinas que estén demasiado llenas o que aparentemente no tengan un mantenimiento adecuado.
Creado por: Equipo Editorial de Tua Saúde