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Existen enfermedades que pueden ocasionar lesiones y afectar la estructura del esófago, órgano que tiene la importante función de transportar alimentos y líquidos entre la boca y el estómago, y algunas de las principales incluyen reflujo gastroesofágico, esofagitis, tumor, espasmos, infecciones, lesiones, por ejemplo.
Los principales síntomas provocados por estas enfermedades son dolor de pecho, ardor de estómago, reflujo, dificultad para tragar o sensación de un bolo en la zona de la garganta. A menudo, el dolor es intenso y se confunde con enfermedades cardíacas, pulmonares o musculares, por lo que siempre es necesario tener una evaluación médica para realizar pruebas como endoscopia digestiva, manometría, ecografía o radiografía con contraste de la región, que identifican cambios en la región. estructura de órganos y descartar otras causas. Comprenda más sobre las otras causas del dolor en el pecho.
1. Enfermedad por reflujo gastroesofágico
También conocida como ERGE, esta enfermedad es causada por el reflujo del contenido del estómago hacia el esófago, lo que no debería ocurrir, ya que el tejido de este órgano no está preparado para recibir un exceso de acidez.
- Síntomas: los principales síntomas del reflujo gastroesofágico son ardor en el pecho, ardor de estómago, sabor amargo en la boca, tos nocturna, laringitis recurrente y, en los casos más graves, puede haber dolor en el pecho, dolor al tragar (odinofagia) y dificultad para tragar ( disfagia).
- Tratamiento: se recomienda el uso de medicamentos para disminuir la acidez del jugo gástrico, como Omeprazol, Pantoprazol, Esomeprazol o Ranitidina, por ejemplo, y también es necesario realizar cambios en los hábitos, como evitar alimentos que faciliten el reflujo, como frituras, grasas, menta. , pimiento, cafés, tés, tomates, alimentos ácidos, además de evitar comer demasiado, acuéstate justo después de comer y usa ropa ajustada.
Si el reflujo gastroesofágico no se trata adecuadamente, algunas de las posibles complicaciones son esofagitis, esófago de Barrett, estrechamiento del esófago e incluso cáncer. Obtenga más información sobre qué es y cómo identificar el reflujo gastroesofágico.
2. Esofagitis
La esofagitis es la inflamación del esófago, una complicación que afecta a algunas personas con enfermedad por reflujo gastroesofágico. Esta inflamación aumenta el riesgo de causar el esófago de Barrett, que surge cuando las células inflamadas experimentan una transformación, llamada metaplasia, para resistir la exposición frecuente a la acidez, y que tiene un mayor riesgo de causar cáncer de esófago.
Otras causas de esofagitis incluyen candidiasis, vómitos frecuentes, uso de fármacos como aspirina, antiinflamatorios y antibióticos, como clindamicina, hernia de hiato o ingestión de sustancias cáusticas o ácidas, por ejemplo.
- Síntomas: dolor o ardor en el pecho, dolor o dificultad para tragar, sabor amargo en la boca, tos, laringitis frecuente.
- Tratamiento: si se produce por reflujo, el tratamiento de la esofagitis también se realiza inhibiendo la acidez del estómago, con medicamentos como Pantoprazol, Omeprazol y Ranitidina, por ejemplo, además de cambios en los hábitos alimentarios. Si es causada por infecciones, están indicados medicamentos como antibióticos, antifúngicos o antivirales hasta que la lesión sane. En el caso de irritación provocada por fármacos, sustancias o radiación, puede ser necesario dilatar el esófago, si su función se ha visto comprometida.
Obtenga más información sobre los tipos de esofagitis y cómo tratarla.
3. Espasmo esofágico
No se sabe con certeza cuál es la causa del reflujo esofágico, sin embargo existen factores que pueden desencadenar una actividad descoordinada de este órgano, provocando contracciones dolorosas y anormales del esófago, como alimentos muy calientes o fríos.
Para confirmar esta enfermedad, el médico puede solicitar pruebas como la manometría, que detecta la presión esofágica, además de una radiografía de contraste y una endoscopia.
- Síntomas: son principalmente dificultad para tragar y dolor en el pecho, que puede ocurrir durante el sueño, empeorar después de las comidas y estar acompañado de ardor, reflujo y dificultad para tragar. En algunos casos, el dolor puede ser tan intenso que puede simular un infarto agudo de miocardio.
- Tratamiento: el dolor se puede aliviar con antiácidos y, para controlar los espasmos, el médico puede recomendar medicamentos como nitratos, hidralazina, bloqueadores de los canales de calcio, toxina botulínica y ansiolíticos, por ejemplo.
4. Cáncer de esófago
El tumor de esófago es raro, y en la mayoría de los casos se relaciona con la existencia de enfermedad por reflujo y esófago de Barrett, sin embargo, otros factores de riesgo son tabaquismo, consumo de alcohol, lesión cáustica, infección por VPH, obesidad y reflujo esofágico. .
- Síntomas: el síntoma principal es la dificultad para tragar los alimentos, que empeora gradualmente, comenzando por alimentos sólidos y puede llegar a líquidos. Otros signos y síntomas que pueden aparecer son pérdida de peso, ronquera, dolor al tragar y anemia, que pueden hacer que la persona se sienta cansada.
- Tratamiento: el tratamiento es indicado por el médico según el tipo y gravedad de la lesión y suele incluir cirugía para extirpar el tumor, además de quimioterapia o radioterapia.
Obtenga más información sobre cómo identificar y tratar el cáncer de esófago.
5. Acalasia
La acalasia es una enfermedad causada por la lesión o pérdida de neuronas responsables de la inervación de los músculos esofágicos. De esta forma, el esófago pierde su capacidad para relajarse durante la deglución y realizar peristalsis, que son las ondas de movimiento del tubo digestivo formado para llevar los alimentos en la dirección correcta, hasta el estómago y los intestinos. Así, en la acalasia hay una dilatación y deformidad esofágica gradual, que puede agravarse con el paso del tiempo.
- Síntomas: los principales síntomas son dificultad para tragar, reflujo, dolor de pecho y pérdida de peso.
- Tratamiento: aunque no existe cura, el médico puede recomendar tratamientos para reducir la presión en el esófago y los síntomas, como nitratos o hidralazina. Las cirugías de dilatación esofágica o miotomía son alternativas para facilitar el vaciado del esófago en los casos más graves. En el último caso, puede ser necesaria la extracción del esófago.
La acalasia es causada por causas autoinmunes, sin embargo, la enfermedad de Chagas también puede causar daño a los nervios y causar una dilatación similar en pacientes con esta infección. Para confirmar la acalasia, el médico puede recomendar exámenes como manometría esofágica, para detectar cambios de presión, además de endoscopia y radiografía con contraste del esófago.
6. Divertículos
Los divertículos son cambios en la estructura del esófago que generalmente son pequeños, pero pueden crecer y volverse capaces de retener saliva y alimentos.
- Síntomas: cuando son grandes, los divertículos pueden provocar dificultad para tragar, mal aliento y aspiración de alimentos a los pulmones.
- Tratamiento: la cirugía puede estar indicada para extirpar los divertículos más voluminosos o causar síntomas.
Además de los divertículos, otros cambios en la estructura del esófago que pueden surgir son anillos y membranas a lo largo del órgano, así como pólipos o tumores benignos, que pueden dificultar la deglución de alimentos, y pueden tener causas congénitas o inflamatorias.
7. Lesiones en el esófago
Una causa importante de dolor en el esófago, aunque rara, es la formación de lesiones o perforación, que ocurren tanto por la presencia de vómitos intensos, como durante procedimientos como endoscopia o colocación de sondas nasogástricas, traumatismos en accidentes o incluso por corrosión. causado por esofagitis o cáncer.
- Síntomas: hay dolor severo localizado en el pecho, que empeora al respirar o toser, y la sangre puede filtrarse durante el vómito. También puede haber inflamación del mediastino, un área donde se encuentran otros órganos importantes como el corazón y los pulmones, lo cual es peligroso y puede poner en riesgo la vida de una persona.
- Tratamiento: es necesaria la aspiración de secreciones con un tubo, uso de antibióticos y evitar comer hasta que las lesiones cicatricen. Cuando la herida es grande o no se puede contener, está indicada la cirugía de corrección.
Además de la formación de lesiones, puede haber impactación de alimentos o algún cuerpo extraño que puede alojarse en el esófago y provocar un dolor intenso e incapacidad para eliminar las secreciones formadas. En algunos casos, puede ser necesario eliminar la causa mediante endoscopia.