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La fisioterapia para la enfermedad de Alzheimer debe realizarse 2-3 veces a la semana en pacientes que se encuentran en una etapa temprana de la enfermedad y que presentan síntomas como dificultad para caminar o mantener el equilibrio, por ejemplo, ayudando a ralentizar el progreso de la enfermedad y manteniendo autonomía del paciente durante un período de tiempo más largo. Sin embargo, en la fase avanzada, estando postrado en cama, es importante someterse a fisioterapia diariamente para evitar la atrofia muscular y mantener la amplitud articular.
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa progresiva que se caracteriza por la pérdida de la memoria y la cognición, lo que dificulta / imposibilita las tareas diarias más básicas de la vida diaria, como comer y realizar la higiene. Esta enfermedad afecta principalmente a los ancianos y, aunque es poco común, también puede desarrollarse temprano entre los 30 y los 50 años de edad. El tratamiento consiste en medicamentos, alimentación adecuada y ejercicios de fisioterapia, donde el objetivo es frenar la progresión de la enfermedad, mejorando la calidad de vida.
Beneficios de la fisioterapia en el Alzheimer
El tratamiento de fisioterapia para personas mayores con Alzheimer tiene como objetivo:
- Ayudar al individuo a moverse más libremente, manteniendo cierta autonomía y movilidad para moverse en la cama, sentarse o caminar, por ejemplo;
- Evitar que los músculos se atasquen y atrofien, que provocan dolor y dificultan tareas como la higiene diaria;
- Permitir una buena variedad de articulaciones para realizar las tareas del día a día;
- Evite las caídas que puedan provocar fracturas óseas, que pueden requerir tratamiento quirúrgico;
- Evita los dolores en músculos, huesos y tendones, que provocan malestar y malestar general.
De esta forma, la fisioterapia permite al individuo mantener cierta autonomía, logrando realizar sus tareas del día a día solo o con la menor ayuda posible. Además, la capacidad de moverse y movilizarse por sí sola ayuda a retrasar problemas comunes en la enfermedad, como estreñimiento, desarrollo de infecciones respiratorias o úlceras por presión.
Ejercicios para la enfermedad de Alzheimer temprana
En general, cuando la persona descubre que tiene Alzheimer debe realizar ejercicios aeróbicos, de fuerza, equilibrio y coordinación, por eso los casos más recientes de Alzheimer pueden beneficiarse de ejercicios en grupo, con pesas y pelotas, caminar, correr. , natación, aeróbic acuático y pilates.
Otros ejercicios también indicados son caminar progresivamente, mantener la conversación y andar en bicicleta durante al menos 30 minutos diarios, ya que este tipo de actividad mejora la función motora y respiratoria, aún brinda ganancias cognitivas, mejorando la memoria y reduciendo la atrofia del hipocampo cerebral, siendo por lo tanto, un gran complemento del tratamiento y, por tanto, para frenar la progresión del Alzheimer. Los ejercicios de fortalecimiento muscular, como el entrenamiento con pesas, también son bienvenidos.
Ejercicios para Alzheimer intermedio
Los ejercicios que se pueden realizar en casa deben ser fáciles de entender, para que el paciente los pueda comprender y, deben ser similares a las actividades diarias, con el fin de incrementar la actividad tanto intelectual como motora. Estas deben realizarse en breves periodos de tiempo, varias veces al día, para evitar el agotamiento.Algunos ejemplos son:
- Camine en el patio o baile;
- Coloque una pelota de plástico sobre su cabeza e intente equilibrarse;
- Entrene a cepillarse y peinarse el cabello y el del cuidador;
- Apriete los botones de la blusa;
- Párate sobre un pie;
- Caminando de lado y también en forma de circuito;
- Levantamiento de brazos con pesos de 2-3 kg;
- Se pone en cuclillas apoyado contra la pared;
- Camine con un pie delante del otro;
- Rebolar usando un hula hoop;
- Plancha abdominal con apoyo para las rodillas en el suelo;
- Puente abdominal.
Los ejercicios pueden ser realizados por el fisioterapeuta y el cuidador, pudiendo ser modificados, según la necesidad y para tener una mayor variación en el entrenamiento, lo que aumenta el interés por la actividad.
Ejercicios para la enfermedad de Alzheimer avanzada
En la enfermedad de Alzheimer avanzada, la persona puede estar postrada en cama o tener dificultades para mantener el equilibrio incluso mientras está sentada. En este caso, la fisioterapia se debe realizar todos los días con un fisioterapeuta, para evitar que el paciente pierda masa muscular y tenga músculos y articulaciones atrofiadas, que traen dolor e incomodidad, y además dificultan su propia higiene.
El fisioterapeuta debe indicar ejercicios sencillos de fortalecimiento y estiramiento, solicitando la colaboración del paciente siempre que sea posible. También se pueden utilizar otras técnicas como la movilización y el uso de recursos como TENS, ultrasonidos, infrarrojos y otros recursos termoterapéuticos.
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