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El lavado gástrico es una técnica que permite lavar el interior del estómago, eliminando el contenido que aún no ha sido absorbido por el organismo. Así, este procedimiento se utiliza generalmente en casos de ingestión de sustancias tóxicas o irritantes, para las que no existe antídoto ni otra forma de tratamiento. Comprenda qué hacer de inmediato en caso de intoxicación.
Idealmente, el lavado gástrico debe realizarse dentro de las 2 horas posteriores a la ingestión de la sustancia y debe ser realizado en el hospital por una enfermera u otro profesional de la salud calificado para evitar complicaciones como la aspiración de líquidos al pulmón.
Cuando esta indicado
En la mayoría de los casos, el lavado gástrico se utiliza para limpiar el estómago en caso de ingestión de altas dosis de sustancias o medicamentos que pueden resultar tóxicos para el organismo, como:
- Agentes antihipertensivos, como propranolol o verapamilo;
- Antidepresivos tricíclicos, como Amitriptilina, Clomipramina o Nortriptilina.
Sin embargo, no todos los casos de ingestión exagerada de una sustancia necesitan lavado gástrico. La mejor forma de saber si este procedimiento es realmente necesario y qué hacer para reducir el riesgo de complicaciones, es consultar el Centro de Información de Antivenom, en el 0800 284 4343.
Con menos frecuencia, el lavado gástrico también se puede utilizar para vaciar el estómago antes de las pruebas de diagnóstico, como la endoscopia, por ejemplo. Obtenga más información sobre la endoscopia y cuándo se realiza.
Lavado gástrico paso a paso
El lavado gástrico debe ser realizado en el hospital por una enfermera u otro profesional de la salud capacitado. Durante el procedimiento, el profesional debe seguir los siguientes pasos:
- Inserte una sonda gástrica a través de la boca o la nariz hasta el estómago;
- Acueste a la persona y gírela hacia el lado izquierdo, para facilitar el vaciado del estómago;
- Conecte una jeringa de 100 ml al tubo;
- Retire el contenido del estómago con la jeringa;
- Coloque 200 a 300 mL de solución salina calentada a 38ºC dentro del estómago;
- Retire todo el contenido del estómago nuevamente y vuelva a insertar 200 a 300 mL de suero;
- Repita estos pasos hasta que el contenido extraído del estómago esté claro.
Normalmente, para obtener un correcto lavado gástrico, es necesario utilizar hasta 2500 mL de suero fisiológico durante todo el procedimiento. En el caso de los niños, la cantidad de suero necesaria puede variar entre 10 a 25 mL de suero por cada Kg de peso, hasta un máximo de 250 mL.
Después del lavado, también es recomendable introducir entre 50 y 100 gramos de carbón activado en el estómago, para evitar la absorción de cualquier sustancia restante que aún quede en el estómago. En el caso de los niños, esta cantidad debe ser solo de 0,5 a 1 gramo por kg de peso.
Posibles complicaciones de lavado
Aunque el lavado gástrico es una técnica que salva la vida de alguien que ha tomado una dosis muy alta de una sustancia tóxica, también puede causar algunas complicaciones. La más común es la aspiración de líquido a los pulmones, que puede acabar provocando una neumonía, por ejemplo.
Para evitar este riesgo, el procedimiento debe ser realizado por una enfermera y en una posición sentada, ya que hay menos posibilidades de que el líquido pase por las vías respiratorias. Otras complicaciones que pueden ocurrir incluyen sangrado gástrico, espasmo de la laringe o perforación del esófago, que deben tratarse lo antes posible en el hospital.
Quien no debería hacer
La decisión de realizar o no lavado gástrico siempre debe ser evaluada por un equipo médico, sin embargo, el lavado gástrico está contraindicado en casos como:
- Persona inconsciente sin intubación;
- Ingestión de sustancias corrosivas;
- Presencia de varices esofágicas gruesas;
- Volumen excesivo de vómitos con sangre.
Además, si se ha realizado una cirugía en el tracto gastrointestinal, el lavado también debe evaluarse bien, ya que existe un mayor riesgo de complicaciones.