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El estrés excesivo, la mala alimentación y el consumo de alcohol o cigarrillos son algunas de las causas más comunes que pueden conducir a un sistema inmunológico debilitado, lo que aumenta las probabilidades de contraer una enfermedad por virus, hongos o bacterias.
Sin embargo, estas son causas que pueden evitarse o eliminarse, fortaleciendo la inmunidad. Para ello son necesarios pequeños cambios en el estilo de vida, que incluyen hacer ejercicio con regularidad, comer de forma más equilibrada y reducir el consumo de sustancias como el cigarrillo o el alcohol.
Consulte las 7 razones más comunes que pueden disminuir la inmunidad y qué hacer en cada caso:
1. Estrés excesivo
El exceso de estrés está estrechamente relacionado con el debilitamiento del sistema inmunológico. Esto sucede porque, durante situaciones de estrés, se activa el eje hipotálamo-pituitario en el cerebro, lo que estimula la producción de glucocorticoides, que son hormonas capaces de inhibir la producción de factores importantes para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, como citocinas, factores reguladores o glóbulos blancos.
Es por ello que las personas que sufren mucho estrés y que pueden sufrir depresión, son generalmente más susceptibles a desarrollar alergias y algunas enfermedades autoinmunes.
Qué hacer: Se deben tomar medidas para tratar de reducir el estrés mediante la práctica de ejercicio físico regular o participando en actividades relajantes, como yoga o atención plena, por ejemplo. Además, dormir bien y durante al menos 7 horas también puede ayudar. En los casos más severos, donde hay síntomas de depresión, puede ser necesario tener terapia con un psicólogo, por ejemplo. Vea más formas de controlar el estrés.
2. Mala nutrición
Una mala alimentación también puede conducir a un sistema inmunológico debilitado, ya que puede haber un cambio en la acidez del estómago, favoreciendo la aparición de infecciones y reduciendo la absorción de muchas de las vitaminas y minerales en los alimentos que desempeñan funciones muy importantes en el fortalecimiento de la inmunidad.
Por ejemplo, antioxidantes como la vitamina C, vitamina E, selenio, cobre o zinc, son muy importantes para neutralizar el daño causado por los radicales libres en el organismo, además de participar en la formación de células T, linfocitos y otros componentes importantes del sistema inmunológico. Las vitaminas A y D, cuando se encuentran en cantidades más bajas de lo normal, están relacionadas con un aumento en el número de infecciones y fallas del sistema inmunológico.
En cuanto a las vitaminas B, si faltan en el organismo, pueden provocar una reducción de la respuesta antigénica y una reducción de la formación de anticuerpos y linfocitos, que son esenciales para el sistema inmunológico.
Qué hacer: para evitar la insuficiencia de nutrientes importantes para el sistema inmunológico, se debe adoptar una dieta equilibrada, rica en verduras y frutas, frutos secos, semillas, pescado, carne y huevos. Vea qué alimentos incluir en la dieta para aumentar la inmunidad.
3. Falta de higiene
La falta de una adecuada higiene, especialmente de las manos, puede facilitar que virus, hongos y bacterias entren en contacto con las mucosas del rostro, es decir, ojos, boca y nariz, facilitando la entrada de microorganismos que pueden provocar infecciones.
Qué hacer: para evitar la contaminación y la transmisión de enfermedades, es muy importante mantener una buena higiene, prestando especial atención al lavado de manos. Vea el siguiente video y aprenda a lavarse las manos correctamente:
4. Mala calidad del sueño
El insomnio y la mala calidad del sueño también hacen que el cuerpo sea más susceptible a las infecciones. Esto se debe a que las noches de insomnio pueden provocar un aumento de los niveles de cortisol y una reducción de la melatonina, provocando que el cuerpo entre en un proceso de estrés crónico, lo que perjudica en gran medida la producción de células esenciales para el sistema inmunológico.
Además, los trastornos del sueño, como el insomnio o la apnea del sueño, también conducen a una mayor actividad del sistema nervioso, lo que compromete aún más la inmunidad.
Qué hacer: Es muy importante intentar crear una rutina de sueño saludable. Para ello, debes respetar tu hora de dormir todos los días, crear un ambiente relajante en tu habitación y evitar actividades estimulantes, como mirar televisión o jugar en tu celular. Además, también existen infusiones y suplementos de hierbas que pueden ayudarlo a relajarse y dormir mejor, como la valeriana o la pasiflora. En casos de insomnio que dure varios días o apnea del sueño se debe consultar a un especialista en trastornos del sueño.
Vea 10 consejos infalibles para dormir bien y dormir bien por la noche.
5. Obesidad
La obesidad y el sobrepeso son otros factores muy importantes para el funcionamiento del sistema inmunológico, ya que el exceso de células grasas afecta la integridad de los tejidos linfoides y la distribución de los glóbulos blancos, dejando al organismo en un estado de inflamación generalizada y crónica. , aumentando las posibilidades de desarrollar infecciones e incluso enfermedades crónicas o metabólicas, como diabetes y dislipidemia.
Qué hacer: para controlar la obesidad y el exceso de peso es importante consultar a un nutricionista, quien deberá desarrollar un plan de alimentación adaptado a las necesidades de la persona. Además, el ejercicio físico regular también contribuye a la pérdida de peso, además de mejorar la inmunidad. Conozca todos los tipos de obesidad y cómo se realiza el tratamiento.
6. Uso de medicamentos
El uso de algunos medicamentos, especialmente inmunosupresores y corticosteroides, puede contribuir en gran medida al debilitamiento del sistema inmunológico, ya que actúan directamente sobre la inmunidad, disminuyendo la respuesta del organismo.
Además, otros medicamentos, como antibióticos, antiinflamatorios y descongestionantes nasales, aunque no tienen un impacto inmediato en el sistema inmunológico, cuando se usan durante mucho tiempo o con mucha frecuencia también pueden acabar reduciendo las defensas naturales del organismo.
Qué hacer: Es muy importante evitar la automedicación y siempre debe usar los medicamentos bajo la supervisión de un médico. Además, se recomienda informar al médico de cualquier síntoma que pueda surgir durante el tratamiento con cualquier medicación, para que, en casos justificables, se pueda realizar la suspensión o recambio de esta medicación, reduciendo el impacto en la inmunidad.
7. Consumo de alcohol y cigarrillos
El consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud y puede causar daño hepático, hipertensión y problemas cardíacos, lo que aumenta las posibilidades de contraer enfermedades infecciosas, como las infecciones pulmonares.
El consumo de cigarrillos, así como la exposición prolongada al humo, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias, como asma y EPOC, lo que hace que el cuerpo sea más susceptible a las infecciones. Además, el uso de cigarrillos puede provocar daño celular e inflamación, alterando la flora nasal, que se encarga de prevenir la entrada de virus y bacterias en el organismo.
Qué hacer: Evite beber alcohol o fumar.
Mire el siguiente video y descubra cómo preparar jugos para estimular su sistema inmunológico: