Contenido
La anemia es una enfermedad caracterizada por una disminución de la hemoglobina en el torrente sanguíneo, que puede tener varias causas, desde una alteración genética hasta una mala alimentación. Suelen producir síntomas similares como mareos, palidez, dolor de cabeza, debilidad, piel seca y mucosas.
Para identificar y confirmar el diagnóstico de anemia, el médico suele solicitar un análisis de sangre para valorar la cantidad de hemoglobina, considerándose anemia cuando el valor es inferior a 12 g / dL en mujeres o 13 g / dL en hombres. Luego, puede ser necesario realizar otras pruebas, como electroforesis de hemoglobina, recuento de reticulocitos o prueba de heces, para identificar el tipo correcto de anemia e iniciar el tratamiento adecuado.
Cualquiera que sea la anemia que tenga el individuo, necesita tratamiento. Esto se debe a que, si no se tratan, pueden desarrollar complicaciones que resulten en daño cerebral irreversible, como demencia, accidente cerebrovascular y problemas cardiovasculares, por ejemplo. La talasemia también es un tipo de anemia, pero es genética y no tiene cura. Vea cómo identificar la talasemia.
1. Anemias macrocíticas
Las anemias macrocíticas son aquellas en las que los eritrocitos son más grandes de lo normal, que normalmente se observan en la prueba de VCM (volumen corpuscular medio) por encima del valor de referencia, que está entre 80 y 100 fl. Los principales tipos de anemias macrocíticas son:
Anemia megaloblástica
Es un tipo de anemia que se caracteriza por el tamaño anormal de los glóbulos rojos y la disminución de glóbulos blancos y plaquetas, provocada por la baja ingesta de vitamina B12, más común en vegetarianos. Además de los síntomas clásicos, puede haber dolor de barriga, caída del cabello, cansancio y llagas en la boca, por ejemplo.
Cómo tratar: aumento de la ingesta de alimentos con vitamina B12, como ostras, salmón y filete de hígado o uso de suplementos de vitamina B12, comprados en la farmacia. Comprenda mejor cómo se realiza el tratamiento.
Anemia de Fanconi
Es otro tipo de anemia genética caracterizada por el tamaño anormal de los glóbulos rojos y una disminución de los glóbulos blancos y las plaquetas, causada por la deficiencia de vitamina B12. Los síntomas incluyen dolor en el vientre, caída del cabello, cansancio y llagas en la boca, por ejemplo.
Cómo tratar: el tratamiento suele iniciarse con el uso de corticosteroides, pero puede ser necesario realizar transfusiones de sangre e incluso trasplante de médula ósea, en los casos más graves. Obtenga más información sobre los tipos de tratamiento.
Anemia perniciosa
Este es un tipo de anemia megaloblástica que ocurre cuando la persona ingiere vitamina B12, pero el cuerpo no puede absorberla, lo que puede resultar en un daño neurológico severo si no se trata adecuadamente.
Cómo tratar: debido a la dificultad para absorber la vitamina B12, el tratamiento debe realizarse con inyecciones de la vitamina directamente en la vena durante todo el año. Descubra cómo identificar y tratar la anemia perniciosa.
Obtenga más información sobre la anemia perniciosa en el siguiente video:
2. Anemias microcíticas
Las anemias microcíticas son aquellas en las que los eritrocitos son más pequeños de lo normal, con una disminución del CMV y de la concentración de hemoglobina dentro de los eritrocitos. Las principales anemias microcíticas son:
La anemia por deficiencia de hierro
Es uno de los tipos de anemia más comunes, que se produce por el bajo consumo de alimentos con hierro, como carnes rojas, huevo o espinacas. Sin embargo, este tipo de anemia también puede surgir después de sangrado o menstruación severa, debido a la pérdida de hierro en la sangre.
Cómo tratar: generalmente se trata con una dieta rica en alimentos con hierro y suplementos de hierro. Solo en los casos más graves es necesario realizar una transfusión de sangre. Obtenga más información sobre este tipo de anemia y cómo tratarla.
Talasemia
La talasemia es un tipo de anemia microcítica causada por cambios genéticos que resultan en defectos en el proceso de síntesis de hemoglobina, que pueden causar fatiga, irritabilidad, retraso en el crecimiento, falta de apetito y sistema inmunológico debilitado, por ejemplo.
La talasemia se puede clasificar en algunos tipos según la cadena de hemoglobina que tuvo alterado su desarrollo, lo que puede hacer que los síntomas que presenta la persona sean menos o más severos. Aprenda a identificar cada tipo de talasemia.
Cómo tratar: es importante identificar el tipo de talasemia para que se inicie el tratamiento y, así, se pueda prevenir la progresión de la enfermedad. Además, es importante que se realice una dieta adecuada para mejorar la calidad de vida y asegurar la sensación de bienestar. Vea cómo alimentarse para la talasemia.
3. Anemias normocíticas
Las anemias normocíticas son aquellas en las que el tamaño de los glóbulos rojos es normal, siendo el resultado de que VCM y HCM se acerquen al límite normal o muestren poca variación en relación a los valores normales. Los principales tipos de anemia normocítica son:
Anemia hemolítica
Este tipo de anemia produce anticuerpos que destruyen las células sanguíneas. Es más común en mujeres que en hombres y provoca síntomas como palidez, mareos, marcas violáceas en la piel, piel y ojos secos y otros. Vea otros síntomas de este tipo de anemia.
Cómo tratar: afortunadamente, esta anemia es curable y se puede lograr con el uso de corticosteroides o medicamentos inmunosupresores. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para extirpar parte del bazo.
Anemia de células falciformes
Es una anemia genética causada por la destrucción de los glóbulos rojos que provoca síntomas como ictericia, hinchazón de manos y pies y dolor en todo el cuerpo.
Cómo tratar: el tratamiento se realiza con medicamentos para aliviar los síntomas de cada persona, ya que no existe un tratamiento capaz de curar este tipo de anemia. Obtenga más información sobre la anemia de células falciformes y los diferentes tratamientos utilizados.
Anemia aplásica
Es una enfermedad autoinmune en la que la médula ósea ralentiza la producción de células sanguíneas, provocando síntomas como hematomas en la piel, hematomas frecuentes y hemorragias que tardan demasiado en detenerse. Comprender mejor este tipo de anemia, diagnóstico y tratamiento.
Cómo tratar: su tratamiento se realiza con trasplante de médula ósea y transfusión de sangre, cuando no se trata adecuadamente, puede provocar la muerte en menos de 1 año.