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El shock es una situación que surge cuando la cantidad de oxígeno en el cuerpo es muy baja y se acumulan toxinas, que pueden causar daño a varios órganos y poner en riesgo la vida.
El estado de shock puede surgir por varias causas y, para cada caso, el shock tiene una definición específica, como shock anafiláctico, séptico o hipovolémico, por ejemplo.
Ante la sospecha de un caso de shock, es muy importante acudir a urgencias lo antes posible, para iniciar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones graves. El tratamiento casi siempre se realiza con ingreso en una UCI para realizar la medicación directamente en la vena y mantener una observación constante de los signos vitales.
Los tipos de shock que ocurren con mayor frecuencia incluyen:
1. Choque séptico
Este tipo de shock, también conocido como septicemia, surge cuando una infección, que estaba ubicada en un solo lugar, logra llegar a la sangre y se disemina por todo el cuerpo, afectando varios órganos. Generalmente, el shock séptico es más frecuente en personas con sistemas inmunitarios debilitados, como niños, ancianos o pacientes con lupus o VIH, por ejemplo.
Posibles síntomas: pueden aparecer signos como fiebre superior a 40º C, convulsiones, frecuencia cardíaca muy alta, respiración acelerada y desmayos. Vea otros síntomas de shock séptico.
Cómo tratar: El tratamiento se realiza con el uso de antibióticos, como Amoxicilina o Azitromicina, directamente en la vena. Además, puede ser necesario utilizar suero en la vena y dispositivos para ayudar al paciente a respirar.
2. Choque anafiláctico
El shock anafiláctico ocurre en personas que tienen una alergia muy severa a alguna sustancia, como en algunos casos de alergia a nueces, picaduras de abejas o pelo de perro, por ejemplo. Este tipo de choque provoca una respuesta exagerada del sistema inmunológico, generando inflamación del sistema respiratorio.
Posibles síntomas: es muy común sentir la presencia de una bola atascada en la garganta, así como tener hinchazón exagerada de la cara, dificultad para respirar y un aumento de la frecuencia cardíaca.
Cómo tratarlo: se necesita una inyección de adrenalina lo antes posible para detener los síntomas y evitar que la persona no pueda respirar. Por lo tanto, es muy importante acudir inmediatamente a urgencias o llamar a un médico para pedir ayuda llamando al 192. Algunas personas con antecedentes de alergia o shock anafiláctico pueden llevar un bolígrafo de adrenalina en su bolso o ropa, que debe utilizarse en estos casos. Comprenda qué hacer en estos casos.
3. Choque hipovolémico
El choque hipovolémico surge cuando no hay suficiente sangre para transportar oxígeno a los órganos más importantes como el corazón y el cerebro. Por lo general, este tipo de choque aparece después de un accidente cuando hay un sangrado severo, que puede ser tanto externo como interno.
Síntomas posibles: Algunos síntomas incluyen dolor de cabeza leve, cansancio excesivo, mareos, náuseas, piel pálida y fría, sensación de desmayo y labios azulados. Vea otros signos de shock hipovolémico.
Cómo tratar: casi siempre es necesario realizar una transfusión de sangre para reponer la cantidad de sangre perdida, así como para tratar la causa que provocó la aparición de la hemorragia. Por lo tanto, debe acudir al hospital si se sospecha sangrado.
4. Choque cardiogénico
Este tipo de choque ocurre cuando el corazón ya no es capaz de bombear sangre por el cuerpo y, por tanto, es más frecuente tras un caso de infarto, intoxicación por fármacos o infección generalizada. Sin embargo, las personas con arritmias, insuficiencia cardíaca o enfermedad coronaria también tienen un alto riesgo de sufrir un episodio de shock cardiogénico.
Síntomas posibles: suele haber palidez, aumento de la frecuencia cardíaca, disminución de la presión arterial, somnolencia y disminución de la cantidad de orina.
Cómo tratar: necesita ser tratado lo antes posible en el hospital para evitar un paro cardíaco, siendo necesario estar hospitalizado para hacer medicamentos en la vena o para someterse a una cirugía cardíaca, por ejemplo. Obtenga más información sobre qué es y cómo tratar el shock cardiogénico.
5. Choque neurogénico
El shock neurogénico ocurre cuando hay una pérdida repentina de señales nerviosas del sistema nervioso, dejando de enervar los músculos y vasos sanguíneos del cuerpo. Por lo general, este tipo de choque es un signo de problemas graves en el cerebro o la médula espinal.
Posibles síntomas: pueden incluir dificultad para respirar, disminución de la frecuencia cardíaca, mareos, sensación de desmayo, dolor en el pecho y disminución de la temperatura corporal, por ejemplo.
Cómo tratar: El tratamiento debe iniciarse rápidamente en el hospital con la administración de medicamentos directamente en la vena para controlar los síntomas y cirugía para corregir lesiones espinales o cerebrales, si es necesario.