Contenido
El trastorno disociativo, también conocido como trastorno de conversión, es un trastorno mental en el que la persona sufre un desequilibrio psicológico, con cambios en la conciencia, memoria, identidad, emoción, percepción del entorno, control de movimientos y comportamiento.
Así, la persona con este trastorno puede experimentar distintos tipos de signos y síntomas de origen psicológico, que aparecen de forma aislada o conjunta, sin que exista ninguna enfermedad física que justifique el caso. Los principales son:
- Amnesia temporal, ya sea de eventos específicos o de un período del pasado, llamada amnesia disociativa;
- Pérdida o cambio en el movimiento de partes del cuerpo, llamado trastorno de movimiento disociativo;
- Lentitud de movimientos y reflejos o incapacidad para moverse, similar a un desmayo o un estado de catatonia, llamado estupor disociativo;
- Pérdida de conciencia de quién es o dónde se encuentra;
- Movimientos similares a un ataque epiléptico, llamado ataque disociativo;
- Hormigueo o pérdida de sensación en una o más partes del cuerpo, como boca, lengua, brazos, manos o piernas, llamado anestesia disociativa;
- Estado de extrema confusión mental;
- Identidades o personalidades múltiples, que es el trastorno de identidad disociativo. En algunas culturas o religiones, se le puede llamar estado de posesión. Si desea saber más sobre este tipo específico de trastorno disociativo, consulte Trastorno de identidad disociativo.
Es común que las personas con trastorno disociativo presenten cambios de comportamiento, como una reacción repentina acalorada o desequilibrada, por lo que este trastorno también se conoce como histeria o reacción histérica.
Generalmente, el trastorno disociativo suele manifestarse o empeorar tras sucesos traumáticos o estresantes, y suele aparecer de forma abrupta. Los episodios pueden aparecer de vez en cuando o hacerse frecuentes, según los casos. También es más común en mujeres que en hombres.
El tratamiento del trastorno disociativo debe ser guiado por un psiquiatra y puede incluir el uso de fármacos ansiolíticos o antidepresivos para aliviar los síntomas, siendo la psicoterapia muy importante.
Como confirmar
Durante las crisis de trastorno disociativo, se puede creer que se trata de una enfermedad física, por lo que es común que el primer contacto de estos pacientes sea con el médico en urgencias.
El médico identifica la presencia de este síndrome cuando investiga cambios en la evaluación clínica y los exámenes de manera intensiva, pero no se encuentra nada de origen físico u orgánico que explique la condición.
La confirmación del trastorno disociativo la realiza el psiquiatra, quien valorará los síntomas presentados en las crisis y la existencia de conflictos psicológicos que puedan estar desencadenando o agravando la enfermedad. Este médico también debe valorar la presencia de ansiedad, depresión, somatización, esquizofrenia u otros trastornos mentales que empeoran o que se confunden con trastorno disociativo. Comprender qué son y cómo identificar los trastornos mentales más comunes.
Como se hace el tratamiento
La principal forma de tratamiento para el trastorno disociativo es la psicoterapia, con un psicólogo, para ayudar al paciente a desarrollar estrategias para lidiar con el estrés. Las sesiones se llevan a cabo hasta que el psicólogo crea que el paciente es capaz de manejar sus emociones y relaciones de forma segura.
También se recomienda el seguimiento con el psiquiatra, quien valorará la evolución de la enfermedad y podrá prescribir medicamentos para aliviar los síntomas, como antidepresivos, como sertralina, antipsicóticos, como tiaprida o ansiolíticos, como diazepam, si es necesario.