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La cirugía de próstata, conocida como prostatectomía, es la forma principal de tratamiento para el cáncer de próstata porque, en la mayoría de los casos, es posible extirpar todo el tumor maligno y curar definitivamente el cáncer, especialmente cuando la enfermedad aún está poco evolucionada y aún no alcanzó otros órganos.
Esta cirugía se realiza, preferentemente, en hombres menores de 75 años, sin enfermedades crónicas, como diabetes e hipertensión, diagnosticados de cáncer de próstata que aún no presentan metástasis. Aunque este tratamiento es muy eficaz, también se puede recomendar quimioterapia y radioterapia después de la cirugía para eliminar las células malignas que puedan haber quedado en su lugar.
El cáncer de próstata tiene un crecimiento lento y, por tanto, no es necesario realizar la cirugía inmediatamente después de descubrir el diagnóstico, pudiendo evaluar su desarrollo en un período, sin que esto aumente el riesgo de complicaciones.
Como se hace la cirugia
La cirugía se realiza, en la mayoría de los casos, con anestesia general, sin embargo también se puede realizar con anestesia raquídea, la cual se aplica en la columna, dependiendo de la técnica quirúrgica que se vaya a realizar.
La cirugía toma un promedio de 40 minutos a 2 horas y generalmente es necesario permanecer en el hospital entre 3 y 5 días. La prostatectomía consiste en la extirpación de la próstata, incluida la uretra prostática, las vesículas seminales y las ampollas de los conductos deferentes. Esta cirugía también se puede asociar a una linfadenectomía bilateral, que consiste en extirpar los ganglios linfáticos de la región pélvica.
Principales tipos de prostatectomía
Para extirpar la próstata, la cirugía se puede realizar por laparoscopia, es decir, a través de pequeños orificios en el abdomen a través de los cuales pasan los instrumentos para extirpar la próstata, o por laparotomía donde se hace un corte más grande en la piel.
Los principales tipos de cirugía que se utilizan son:
- Prostatectomía radical retropúbica: en esta técnica, el médico hace un pequeño corte en la piel cerca del ombligo para extirpar la próstata;
- Prostatectomía perineal radical: se hace una incisión entre el ano y el escroto y se extrae la próstata. Esta técnica se utiliza con menos frecuencia que la anterior, ya que existe un mayor riesgo de llegar a los nervios responsables de la erección, lo que puede provocar disfunción eréctil;
- Prostatectomía radical robótica: en esta técnica el médico controla una máquina con brazos robóticos y, por tanto, la técnica es más precisa, con menor riesgo de secuelas. Sin embargo, es una técnica muy rara y más cara;
- Resección transuretral de próstata: se suele realizar en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, sin embargo, en el caso del cáncer también ayuda a aliviar algunos síntomas, como la dificultad para orinar.
En la mayoría de los casos, la técnica más adecuada es la que se realiza por laparoscopia porque provoca menos dolor, provoca menos pérdida de sangre y el tiempo de recuperación es más rápido.
¿Cómo es la recuperación de la prostatectomía?
La recuperación de la cirugía de próstata es relativamente rápida y solo se recomienda descansar, evitando esfuerzos, durante aproximadamente 10 a 15 días. Pasado ese tiempo, puede volver a las actividades cotidianas, como conducir o trabajar, sin embargo, el permiso para grandes esfuerzos solo ocurre después de 90 días a partir de la fecha de la cirugía. El contacto íntimo se puede reanudar después de 40 días.
En el postoperatorio de prostatectomía, es necesario colocar una sonda vesical, un tubo que conducirá la orina de la vejiga a una bolsa, debido a que el tracto urinario se inflama mucho impidiendo el paso de la orina. Esta sonda debe usarse entre 1 y 3 semanas y debe retirarse solo después de la recomendación del médico. Aprenda a cuidar la sonda vesical durante este período.
Además de la cirugía, es posible que se requiera quimioterapia y radioterapia para matar las células malignas que no se eliminaron en la cirugía o que se han diseminado a otros órganos, evitando que sigan multiplicándose.
Posibles consecuencias de la cirugía
Además de los riesgos generales, como infección en el sitio de la cicatriz o hemorragia, la cirugía para el cáncer de próstata puede tener otras secuelas importantes como:
1. Incontinencia urinaria
Después de la cirugía, el hombre puede tener algunas dificultades para controlar la producción de orina, lo que resulta en incontinencia urinaria. Esta incontinencia puede ser leve o total y generalmente dura unas semanas o meses después de la cirugía.
Este problema es más común en los ancianos, pero puede ocurrir a cualquier edad y depende del grado de desarrollo del cáncer y del tipo de cirugía. El tratamiento suele comenzar con sesiones de fisioterapia, con ejercicios pélvicos y pequeños instrumentos, como biorretroalimentacióny kinesioterapia. En los casos más extremos, se puede realizar una cirugía para corregir esta disfunción. Vea más detalles sobre cómo tratar la incontinencia urinaria.
2. Disfunción eréctil
La disfunción eréctil es una de las complicaciones más frecuentes y preocupantes para los hombres, que no pueden iniciar o mantener una erección. Esto sucede porque al lado de la próstata hay nervios importantes que controlan la erección. Así, la disfunción eréctil es más común en los casos de cáncer muy desarrollado en los que es necesario extirpar muchas áreas afectadas, y puede ser necesario extirpar los nervios.
En otros casos, la erección puede verse afectada solo por la inflamación de los tejidos alrededor de la próstata, que presionan los nervios. Estos casos suelen mejorar con el paso de los meses o años a medida que se recuperan los tejidos.
Para ayudar en los primeros meses, el urólogo puede recomendar algunos remedios, como Vardenafil o Sildenafil, que ayudan a tener una erección satisfactoria. Obtenga más información sobre cómo tratar la disfunción eréctil.
3. Infertilidad
La cirugía para el cáncer de próstata corta la conexión entre los testículos, donde se producen los espermatozoides, y la uretra. Por tanto, el hombre ya no podrá tener un hijo por medios naturales. Los testículos seguirán produciendo esperma, pero no serán eyaculados.
Como la mayoría de los hombres afectados por cáncer de próstata son ancianos, la infertilidad no es una preocupación mayor, pero si eres joven o deseas tener hijos, se recomienda hablar con el urólogo y evaluar la posibilidad de conservar espermatozoides en clínicas especializadas. .
Exámenes y consultas posteriores a la cirugía
Después de completar el tratamiento del cáncer de próstata, debe realizar el examen de PSA cada 6 meses durante 5 años. La densitometría ósea y otras pruebas de imagen también se pueden realizar anualmente para asegurarse de que todo esté bien o para diagnosticar cualquier cambio lo antes posible.
El sistema emocional y la sexualidad pueden estar muy conmocionados, por lo que puede estar indicado el seguimiento de un psicólogo durante el tratamiento y durante los primeros meses posteriores. El apoyo de familiares y amigos cercanos también es una ayuda importante para proceder en paz.
¿Puede volver el cáncer?
Sí, los hombres diagnosticados con cáncer de próstata tienen un mayor riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer, como el de recto, leucemia, intestino o vejiga, por ejemplo. Por ello, es recomendable mantener hábitos saludables y no fumar, además de realizar pruebas diagnósticas periódicamente, siempre que lo solicite el médico, pues cuanto antes se diagnostique, mayores serán tus posibilidades de curación.