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El hipo en los bebés es una situación común, especialmente en los primeros días después del nacimiento y el útero materno puede aparecer en los últimos días del embarazo. El hipo se debe a las contracciones del diafragma y de los músculos respiratorios, ya que estos aún son muy inmaduros, y acaban por estimularse o irritarse fácilmente.
Los estímulos que suelen provocar hipo son cuando el bebé traga mucho al alimentarse, cuando se llena mucho de estómago o cuando tiene reflujo, por ejemplo, así que para detener el hipo, algunos consejos son poner al bebé a chupar algo o amamantar, para que se fije cuando el niño ya ha succionado lo suficiente y sabe cuándo parar o ponerlo en posición vertical, para hacerlo eructar, por ejemplo.
Así, los episodios de hipo no suelen ser motivo de preocupación, sin embargo, si son lo suficientemente intensos como para perturbar el sueño o la alimentación del bebé, es necesario acudir al pediatra, para una valoración más profunda de las posibles causas e indicación del tratamiento.
Qué hacer para detener el hipo
Algunos consejos para que el bebé deje de sollozar son:
- Colocar al bebé a amamantar: esta puede ser una buena solución por el momento, si es en el momento adecuado, ya que el acto de succionar puede reducir el reflejo del diafragma;
- Observe la posición en el momento de la alimentación: mantener al bebé con la cabeza más alta, disminuyendo las posibilidades de que trague el aire durante la succión puede reducir en gran medida los episodios de hipo. Consulte algunas pautas sobre las posiciones correctas para la lactancia;
- Hacer pausas durante las tomas y poner al bebé de pie: puede ser una buena estrategia si es común que se presente hipo después de amamantar, ya que de esta manera el bebé eructa y reduce el exceso de gases en el estómago;
- Sepa cuándo detenerse: es importante saber cuándo el bebé ya ha comido lo suficiente, ya que un estómago muy lleno facilita los episodios de reflujo o contracciones del diafragma;
- Colocar en posición erguida: en los momentos de hipo, si el bebé tiene el estómago lleno, se recomienda dejarlo en posición de eructar, de pie, ya que facilita la salida de gases en el estómago;
- Calienta al bebé: el frío también puede desencadenar hipo, por lo que cuando la temperatura desciende, se recomienda mantener al bebé caliente y abrigado;
Habitualmente con estas medidas, el hipo en los bebés desaparece por sí solo y no necesita tratamiento, ya que no supone ningún riesgo para la salud, siendo solo un poco incómodo. Sin embargo, se deben evitar las técnicas caseras, como asustar o sacudir al bebé, ya que tienen poco efecto y pueden ser perjudiciales para el niño.
Hipo del bebé todavía en el vientre
El hipo en el vientre del bebé puede ocurrir porque todavía está aprendiendo a respirar. Por lo tanto, durante el embarazo, la mujer embarazada puede sentir el hipo en el bebé en el útero o aparecer durante los exámenes de ultrasonido.
Cuando acudir al pediatra
Se recomienda consultar al pediatra cuando el bebé tiene hipo muy frecuentes que le impiden comer o dormir, ya que puede ser un síntoma de reflujo gastroesofágico, que ocurre cuando la comida regresa del estómago a la boca. Obtenga más información sobre el reflujo y cómo tratarlo en: Reflujo del bebé.