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La contractura muscular ocurre cuando el músculo se contrae incorrectamente y no vuelve a su estado normal de relajación. Las contracturas pueden ocurrir en diferentes partes del cuerpo, como el cuello, las cervicales o el muslo por ejemplo, y pueden ocurrir después de practicar un ejercicio muy fuerte, una mala noche de sueño o por una tensión excesiva en el cuerpo provocada por un estrés y preocupaciones excesivas.
La contractura causa dolor, malestar y, a menudo, limita el movimiento, que en la mayoría de los casos se puede sentir fácilmente cuando se coloca la mano sobre el músculo y se nota una parte más dolorosa y rígida. Este tipo de lesión muscular es muy común en quienes pasan mucho tiempo trabajando en oficinas en el mismo puesto durante mucho tiempo y, por lo general, no practican ninguna actividad física de forma habitual.
Los síntomas de la contractura muscular.
Algunos de los síntomas que indican la presencia de una contractura muscular son:
- Dolor y malestar especialmente si es en el cuello, cervicales, muslos, espalda, pantorrillas y glúteos, por ejemplo;
- Presencia de una parte más dolorosa y rígida del músculo, similar a una bola o bulto;
- Dificultad para estirar el músculo afectado debido al dolor;
- Dificultad para mover la articulación o la extremidad cerca del músculo dolorido.
Cómo tratar una contractura muscular en casa.
El tratamiento de la contractura muscular se puede realizar en casa y el paso a paso para tratar una contractura incluye:
- Tome un baño de agua caliente, permitiendo que el agua caliente caiga directamente en la región de la contractura si es posible.
- Realice un tratamiento con una bolsa de agua caliente o una toalla caliente en la zona dolorida, durante 15 a 20 minutos, 2 a 3 veces al día.
- Masajee la región de la contractura con movimientos circulares fuertes con una crema hidratante o aceite esencial relajante, especialmente si siente una bolita o piedra.
- Realiza unos estiramientos, que permitan estirar y ejercitar el músculo afectado, ya que aunque estos estiramientos inicialmente pueden causar algo de dolor, ayudarán a aliviar la tensión en la región de la contractura, ayudando a relajar el músculo. Vea algunos estiramientos que puede hacer si su contractura está en el cuello haciendo clic aquí.
Además, en periodos de mayor cansancio, cuando hay mucha tensión muscular y las contracturas son recurrentes, también puedes recurrir al uso de medicamentos para relajar los músculos como Miosan o Dorflex por ejemplo. Estos remedios, además de ayudar a relajar, también ayudan a aliviar el dolor y a dormir mejor, ya que su efecto relajante sobre los músculos favorece el sueño y el descanso del cuerpo. Vea otros ejemplos de relajantes en Remedios con efecto Relajante Muscular.
Sin embargo, si con este tratamiento la contractura no pasa y el dolor y los síntomas persisten por más de 7 días, debes acudir al médico o fisioterapeuta, ya que en este caso puedes tener una contractura más severa que requiera terapia médica y física.
Qué hacer para evitar contracturas musculares
Para evitar las contracturas musculares, hay algunos consejos que marcarán la diferencia, como por ejemplo:
- Duerma con una almohada baja o sin almohada si duerme boca arriba o de costado;
- Evite el estrés y las preocupaciones, tratando de relajarse siempre que sea posible;
- Corrija la postura y camine o siéntese siempre con la espalda y cambie a la derecha; Vea cómo puede corregir una mala postura en Cómo evitar 7 hábitos que perjudican la postura;
- Evite movimientos bruscos o esfuerzos físicos exagerados.
- No cruce las piernas mientras está sentado durante largos períodos de tiempo.
- Si trabaja en una oficina sentada, deténgase y estírese al menos 2 veces durante el horario laboral, preferiblemente 1 por la mañana y una por la tarde. Vea qué ejercicios de estiramiento puede hacer en el trabajo haciendo clic aquí;
Además, un estilo de vida sedentario también contribuye a la aparición de contracturas musculares, por lo que se recomienda que practique alguna actividad física como la natación o Pilates por ejemplo, que fortalecen los músculos y alivian el estrés y la tensión acumulada. Las contracturas musculares, en general, son habituales en personas que pasan mucho tiempo trabajando en oficinas, siempre en la misma posición y por largos periodos de tiempo.