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La disnea paroxística nocturna es la dificultad para respirar que aparece durante el sueño, provocando una repentina sensación de asfixia y provocando que la persona se siente o incluso se levante en busca de una zona más aireada para aliviar esta sensación.
Esta disnea puede aparecer con otros signos y síntomas como sudoración intensa, tos y sibilancias, que suelen mejorar tras unos minutos sentado o de pie.
Este tipo de dificultad para respirar es casi siempre una complicación que surge en personas con insuficiencia cardíaca, especialmente cuando no están haciendo el tratamiento adecuado. Por lo tanto, para evitar este síntoma, es necesario utilizar los medicamentos recomendados por el médico para tratar el mal funcionamiento del corazón y aliviar los síntomas.
Cuando puede surgir
La disnea paroxística nocturna suele ocurrir en personas con insuficiencia cardíaca congestiva, ya que el mal funcionamiento del corazón hace que se acumulen líquidos en el torrente sanguíneo, miembros del cuerpo y, en consecuencia, en los pulmones, provocando congestión pulmonar y dificultad para respirar.
Sin embargo, este síntoma solo aparece en los casos en que la enfermedad se descompensa, generalmente por la falta de un tratamiento adecuado o tras situaciones que requieren un mayor rendimiento del organismo, como una infección o tras una cirugía, por ejemplo.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento de la disnea paroxística nocturna se realiza con medicamentos indicados por el médico de cabecera o cardiólogo para tratar la insuficiencia cardíaca y disminuir la acumulación de líquido en los pulmones, y algunos ejemplos incluyen diuréticos como Furosemida o Espironolactona, antihipertensivos como Enalapril, Captopril o Carvedilol, fármacos antiarrítmicos como la amiodarona (en caso de arritmia) o cardiotónicos como la digoxina, por ejemplo.
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Otros tipos de disnea
La disnea es un término médico que se usa para decir que hay una sensación de falta de aire y generalmente es más común en personas con algún tipo de problema cardíaco, pulmonar o circulatorio.
Además de la disnea paroxística nocturna, también existen otros tipos, como:
- Ortopnea: dificultad para respirar cada vez que se acuesta, que también está presente en la insuficiencia cardíaca, además de los casos de congestión pulmonar o personas con asma y enfisema, por ejemplo;
- Platypnea: es el nombre que se le da a la dificultad para respirar que surge o empeora al estar de pie. Este síntoma suele ocurrir en pacientes con pericarditis, dilatación de los vasos pulmonares o ciertos problemas cardíacos, como comunicación anormal de las cámaras cardíacas. Esta dificultad para respirar generalmente viene acompañada de otro síntoma llamado ortodexia, que es una caída repentina de los niveles de oxígeno en la sangre cada vez que se pone de pie;
- Trepopnea: es una sensación de dificultad para respirar que surge cada vez que la persona se acuesta de lado, y que mejora al girar hacia el lado opuesto. Puede surgir en enfermedades pulmonares que afectan solo a un pulmón;
- Disnea de esfuerzo: es la dificultad para respirar que aparece siempre que se realiza algún esfuerzo físico, que suele presentarse en personas con enfermedades que comprometen el funcionamiento del corazón o los pulmones.
Siempre que notes una sensación de falta de aire que sea persistente, intensa o aparezca con otros síntomas como mareos, tos o palidez, por ejemplo, es importante buscar atención médica para identificar la causa e iniciar el tratamiento. Aprenda a identificar las principales causas de la falta de aire y qué hacer en cada caso.