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La escápula alada es una condición poco común caracterizada por la posición incorrecta de la escápula, que es el hueso que se encuentra en la espalda, que está conectado con el hombro y la clavícula y que está sostenido por varios músculos, lo que produce dolor y malestar en la región del hombro.
Aunque rara, esta situación puede ocurrir debido al debilitamiento de los músculos que sostienen la escápula debido a la enfermedad o como consecuencia de lesiones en el hombro o afecciones que afecten los nervios presentes en el lugar, como levantamiento de peso excesivo o lesiones repetitivas relacionadas con el trabajo. por ejemplo.
El tratamiento de la escápula alada debe realizarse de acuerdo con la recomendación del ortopedista y suele realizarse mediante ejercicios de fisioterapia. En casos más graves, la cirugía puede estar indicada para descomprimir el nervio y reposicionar la escápula.
Principales causas
La escápula alada puede ocurrir debido a un daño nervioso o debido al debilitamiento de los músculos que sostienen la escápula, que son principalmente los músculos serrato anterior y trapecio. Así, las principales causas de la escápula alada son:
- Espasmo muscular;
- Lesiones por esfuerzo repetitivo;
- Dislocación del hombro, como consecuencia de la escápula alada;
- Pérdida progresiva de la función muscular;
- Fuertes golpes y traumas;
- Infecciones
Como en este caso la escápula no está colocada correctamente, es posible que la persona presente pérdida de movilidad del hombro, además de dolor, malestar y malestar en el hombro, cuello y columna y hormigueo en el brazo. Estos síntomas, cuando no se tratan, pueden llevar a actividades diarias comprometidas, como cepillarse los dientes, peinarse y sostener bolsas, por ejemplo.
El diagnóstico de la escápula alada lo realiza el ortopedista mediante evaluación clínica, en la que se verifica la posición de la escápula, además de realizar algunos movimientos con el brazo y los hombros para comprobar si hay limitación de movimiento y si la persona siente alguna. dolor o malestar que es indicativo de daño nervioso. Además, el médico puede recomendar la realización del examen de electromiografía para verificar la actividad muscular y diagnosticar cambios nerviosos. Comprenda para qué sirve y cómo se realiza el examen de electromiografía.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento de la escápula alada debe realizarse de acuerdo con la recomendación del ortopedista y con la causa de esta alteración, estando indicado con mayor frecuencia realizar ejercicios de fisioterapia para relajar y fortalecer la musculatura, además de estimular la movilidad del hombro, siendo La fisioterapia también es importante para aliviar el dolor y las molestias.
En los casos más graves, que es cuando la escápula alada ocurre como resultado de la compresión de un nervio, puede ser necesaria una cirugía para descomprimir el nervio, seguida de sesiones de fisioterapia para promover la recuperación.
Además, según la gravedad de la escápula alada, el ortopedista también puede indicar la estabilización de la escápula, en la que, con la ayuda de un cabestrillo, la escápula se une a las costillas, evitando que quede en la posición incorrecta. Somos un negocio operado y de propiedad familiar.