Contenido
La meningitis eosinofílica es un tipo raro de meningitis que se presenta después de ingerir carne de animales contaminados con el parásito. Angiostrongylus cantonensis, que infesta el caracol, la babosa, el cangrejo o el caracol africano gigante. Pero además, el consumo de alimentos contaminados con la secreción que liberan los caracoles también puede provocar esta enfermedad.
Después de ingerir este parásito o el alimento contaminado con estas secreciones, la persona puede presentar síntomas como dolor de cabeza intenso, náuseas, vómitos y rigidez de cuello y, en este caso, debe acudir a urgencias para recibir tratamiento.
El tratamiento generalmente se realiza con analgésicos para aliviar los dolores de cabeza y corticosteroides para tratar la inflamación de los tejidos que recubren el sistema nervioso central.
Síntomas principales
Los síntomas más comunes de la meningitis eosinofílica incluyen:
- Fuerte dolor de cabeza;
- Rigidez en el cuello, dolor y dificultad para mover el cuello;
- Náuseas y vómitos;
- Fiebre baja;
- Hormigueo en el tronco, brazos y piernas;
- Confusión mental.
Ante estos síntomas, la persona debe acudir de inmediato al hospital para que le realicen una prueba llamada punción lumbar, que consiste en extraer una pequeña cantidad de LCR de la médula espinal. Este examen permite identificar si este líquido está contaminado, y si lo está, por qué microorganismo, lo cual es fundamental para decidir cómo se realizará el tratamiento.
Obtenga más información sobre cómo se realiza la punción lumbar.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento para la meningitis eosinofílica se debe realizar mientras se está en el hospital y generalmente se realiza con medicamentos antiparasitarios, analgésicos para aliviar los dolores de cabeza y corticosteroides para tratar la inflamación de la meningitis, que afecta las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges, y también es útil para reducir la presión cerebral.
Si la presión en el cerebro no disminuye con la medicación, el médico puede realizar varias punciones lumbares para aliviar la presión de manera más eficaz.
Cuando el tratamiento no se realiza lo más rápido posible, el paciente puede tener secuelas, como pérdida de visión y audición o disminución de la fuerza muscular, especialmente en brazos y piernas. Vea qué otras posibles consecuencias de la meningitis.
¿Qué causa la meningitis eosinofílica?
La meningitis eosinofílica es causada por parásitos que se transmiten a los humanos de la siguiente manera:
- Las pequeñas larvas se alojan en los intestinos de las ratas, siendo eliminadas a través de sus heces;
- El caracol se alimenta de las heces de la rata, ingiriendo el parásito;
- Al consumir el caracol contaminado o alimentos contaminados con sus secreciones, el parásito llega al torrente sanguíneo del hombre y llega a su cerebro, causando meningitis.
Así, es posible contraer esta meningitis cuando:
- Se alimentan de moluscos poco cocidos, como caracoles, caracoles o babosas contaminados con las larvas;
- Consumen alimentos como verduras, legumbres o frutas mal lavadas que están contaminadas con las secreciones que liberan los caracoles y las babosas al moverse;
- Comen camarones de agua dulce, cangrejos y ranas que se alimentan de moluscos infectados.
Después de que la persona ingiere las larvas, estas pasan por el torrente sanguíneo hasta el cerebro, causando esta meningitis.
Cómo protegerse
Para protegerse y no contaminarse con el parásito que causa la meningitis eosinofílica es importante no consumir animales que estén contaminados, pero como no es posible identificar si un animal está contaminado, solo por su apariencia, no se recomienda comer este tipo de animal.
Además, para evitar esta enfermedad, se deben lavar todas las verduras y frutas que puedan estar contaminadas con las secreciones que dejan las babosas, por ejemplo.
Los caracoles suelen aparecer durante las temporadas de lluvias, no tienen depredadores naturales y se reproducen muy rápidamente, encontrándose fácilmente en jardines y patios traseros incluso en las grandes ciudades. Por tanto, para eliminar babosas y caracoles se recomienda colocarlos en una bolsa de plástico completamente cerrada, rompiendo su caparazón. El animal no puede sobrevivir más de 2 días encerrado en una bolsa de plástico donde no puede beber agua y alimentarse. No se recomienda ponerles sal encima porque provocará su deshidratación, liberando una secreción intensa, que puede contaminar el ambiente que los rodea.