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Los síntomas más comunes de la leishmaniasis son la aparición de fiebre alta, con dolor e hinchazón abdominal. Estos síntomas pueden aparecer hasta 6 meses después de la picadura de un mosquito infectado con el parásito y si la enfermedad no se trata adecuadamente puede provocar la muerte.
La leishmaniasis es una enfermedad que afecta especialmente a los perros, pero que puede transmitirse a los humanos por la picadura de un mosquito infectado. Basta que el mosquito pique al perro enfermo y luego pique a la persona para enfermarlo.
Esta enfermedad puede ser causada por varios parásitos de la misma familia, y dependiendo del parásito pueden aparecer dos tipos principales de Leishmaniasis, con síntomas como:
1. Leishmaniasis visceral
Casi todos los casos comienzan con una fiebre superior a 38ºC que dura varias semanas. Durante ese tiempo, la fiebre baja hasta desaparecer, pero vuelve poco después. Otros síntomas incluyen:
- Hinchazón del abdomen, aproximadamente 2 semanas después del inicio de la fiebre;
- Dolor de lengua;
- Pérdida de peso y debilidad excesiva;
- Manchas oscuras en la piel;
- Puede haber diarrea.
Cuando este tipo de enfermedad está más avanzado, también puede surgir anemia severa, que puede provocar problemas cardíacos, así como sangrado por la nariz, ojos y heces. Si el tratamiento no se inicia rápidamente, son frecuentes las enfermedades más graves como la neumonía, el sarampión o la tuberculosis, que ponen en peligro la vida.
2. Leishmaniasis cutánea
El primer síntoma de este tipo de leishmaniasis es el desarrollo de un pequeño bulto en el sitio de la picadura del mosquito que, al cabo de unas semanas o meses, se convierte en una gran herida redonda. Esta herida suele curarse sin necesidad de tratamiento, lo que puede suceder entre 2 y 15 meses. Sin embargo, en algunos casos, estas heridas pueden tardar en cicatrizar y requieren tratamiento con una enfermera.
Tras la cicatrización, las heridas suelen dejar cicatrices permanentes y, por tanto, si afectan al rostro, pueden provocar cambios estéticos.
Qué hacer en caso de sospecha
Cuando existe la sospecha de estar infectado con Leishmaniasis es muy importante acudir de inmediato al hospital para hacerse análisis de sangre y confirmar si la enfermedad está presente en el organismo. Generalmente, la leishmaniasis cutánea se puede diagnosticar incluso sin exámenes, ya que la aparición de heridas tras la picadura de un mosquito es suficiente para confirmar la enfermedad. Sin embargo, la leishmaniasis visceral tiene síntomas muy similares a la fiebre tifoidea, la malaria o la brucelosis, por lo que es necesario realizar una biopsia del bazo para estar seguro del diagnóstico e iniciar el tratamiento adecuado.
Comprende cómo se trata la leishmaniasis.
Cómo protegerse
La única vacuna contra la leishmaniasis disponible debe aplicarse a perros que no estén infectados con el parásito. Dado que la transmisión a los humanos se produce por la picadura del mosquito infectado, la única forma que tenemos de protegernos es evitar la picadura del mosquito adoptando algunas precauciones como:
- Use mosquiteros o cortinas repelentes en las ventanas y puertas de su casa;
- Aplique repelente en la piel o use aerosoles insecticidas con frecuencia:
- Coloque collares insecticidas en los animales domésticos y vacune a estos animales.
Estas precauciones, además de proteger frente a la Leishmaniasis, también protegen frente a otros problemas provocados por picaduras de mosquitos como el dengue, el zika o la fiebre chikungunya, por ejemplo.
Vea otras formas de protegerse de las picaduras de mosquitos y prevenir este tipo de enfermedad.