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Cuando la orina tiene un olor fuerte y desagradable o un color muy oscuro, puede ser un signo de deshidratación, infección del tracto urinario, diabetes o incluso problemas con la función renal.
Para evitar la deshidratación, es importante garantizar el consumo de líquidos durante todo el día, especialmente en los días más calurosos o con mayores exigencias físicas. Sin embargo, si la orina sigue siendo muy oscura o ligeramente roja, puede indicar la presencia de sangre, que es un síntoma muy sugerente de infección del tracto urinario. Vea qué más puede hacer que su orina sangre y qué hacer.
En cualquier caso, si el cambio en la orina persiste durante un tiempo prolongado, es importante consultar a un médico de cabecera o urólogo para identificar la causa correcta e iniciar el tratamiento más adecuado.
1. Infección urinaria
La orina muy concentrada, con un olor fuerte y desagradable es uno de los síntomas más clásicos de la infección del tracto urinario, que puede ir acompañada de dolor o ardor al orinar y ganas frecuentes de orinar. Conozca otros síntomas de la infección del tracto urinario.
El diagnóstico de infección del tracto urinario puede realizarlo un médico de cabecera, un ginecólogo o un urólogo, analizando la orina con una tira reactiva.
Qué hacer: el tratamiento se suele realizar con antibióticos como Amoxicilina, Ampicilina o Cefalosporina, y también se recomienda beber abundante agua o zumos de frutas, durante todo el tiempo de recuperación.
2. Insuficiencia renal
Una pequeña cantidad de orina con un olor fuerte puede ser un signo de mal funcionamiento de los riñones, que también suele ir acompañada de temblores en las manos, cansancio, somnolencia e hinchazón en el cuerpo, especialmente en los ojos y piernas y pies por retención de líquidos. Vea 11 señales que pueden indicar que tiene un problema renal.
Por lo general, el diagnóstico debe realizarlo un nefrólogo, mediante análisis de orina y otras pruebas específicas.
Qué hacer: el tratamiento se puede realizar tomando medicamentos para reducir la presión arterial y la hinchazón del cuerpo, como lisinopril o furosemida, por ejemplo. Además, el tratamiento debe complementarse con una dieta baja en proteínas, sal y potasio, para evitar sobrecargar los riñones, y también se recomienda beber mucha agua.
3. Diabetes no controlada
Este cambio en las características de la orina también puede ser un síntoma de diabetes, y son comunes otros síntomas como aumento de la sed, ganas frecuentes de orinar, cansancio, heridas que cicatrizan lentamente u hormigueo en pies y manos.
El diagnóstico de diabetes se puede realizar mediante un análisis de sangre que evalúa el nivel de azúcar en sangre.
Qué hacer: El tratamiento de la diabetes implica la toma de medicamentos que dependen del tipo de diabetes diagnosticada, y también es necesario realizar ajustes dietéticos que ayuden a controlar la enfermedad.
4. Fenilcetonuria
La orina con olor fuerte y el moho pueden ser un síntoma de fenilcetonuria, una enfermedad congénita rara que no tiene cura, causada por la acumulación de fenilcetonuria en el cuerpo. Otros síntomas provocados por esta enfermedad incluyen dificultad en el desarrollo, olor a moho en la piel, eccema en la piel o discapacidad mental.
El diagnóstico de esta enfermedad se realiza en los primeros años de vida del niño, realizando la prueba de punción del talón.
Qué hacer: el tratamiento implica una dieta estricta baja en fenilalanina, un aminoácido natural que se puede encontrar en la carne, huevos, semillas oleaginosas, alimentos procesados, leche y productos lácteos.