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El coloboma, conocido popularmente como síndrome del ojo de gato, es un tipo de malformación del ojo en la que se produce un cambio en la estructura del ojo, que puede afectar al párpado o al iris, de modo que el ojo puede parecer similar al de un gato, sin embargo casi siempre se mantiene la visión.
Aunque el coloboma es más frecuente en un ojo, también puede ser bilateral, en algunos casos, afectando a ambos ojos, sin embargo el tipo de coloboma puede variar de un ojo a otro. Todavía no existe cura para este tipo de trastorno, pero el tratamiento ayuda a reducir algunos de los síntomas y a mejorar la calidad de vida de la persona.
Tipos de coloboma
El coloboma puede ocurrir debido a una mutación genética aleatoria que puede ser hereditaria o suceder espontáneamente sin otros casos en la familia. Sin embargo, la mayoría de los casos de coloboma se producen como consecuencia de cambios durante el período de embriogénesis del embarazo.
Según la estructura del ojo afectado, el coloboma se puede clasificar en varios tipos, siendo los principales:
- Coloboma palpebral: el bebé nace sin una parte del párpado superior o inferior, pero tiene una visión normal;
- Coloboma del nervio óptico: faltan partes del nervio óptico, lo que puede acabar afectando la visión o provocando ceguera;
- Coloboma de la retina: la retina está poco desarrollada o tiene pequeños defectos que afectan la visión, que pueden crear manchas oscuras en la imagen vista, por ejemplo;
- Coloboma macular: existe un fallo en el desarrollo de la región central de la retina y, por tanto, la visión se ve muy afectada.
Aunque existen varios tipos de colobomas, el más común es el iris, en el que el iris tiene una forma diferente a la común, siendo similar al ojo de un gato.
Síntomas principales
Los síntomas del coloboma varían según su tipo, sin embargo, los signos y síntomas más comunes son:
- Pupila en forma de 'ojo de cerradura';
- Falta de un trozo de párpado;
- Sensibilidad excesiva a la luz;
- Dificultades de ver que no mejoran con gafas.
Además, si se trata de un coloboma del nervio óptico, retina o mácula, también pueden aparecer disminuciones severas en la capacidad de ver, e incluso algunos niños pueden nacer con ceguera.
Dado que estos cambios a menudo están relacionados con otros problemas, como cataratas, glaucoma o nistagmo, por ejemplo, es posible que el médico deba realizar varias pruebas en los ojos del niño para evaluar si existen otros problemas que deban tratarse.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento del coloboma solo es necesario cuando el cambio causa dificultad para ver o algún otro síntoma. De lo contrario, el oftalmólogo solo programa citas cada 6 meses para evaluar el desarrollo del ojo, al menos hasta los 7 años de edad.
En los casos en que se requiera tratamiento, la técnica empleada varía según el síntoma y puede estar indicada:
- Uso de lentillas de colores: tienen un iris pintado que permite ocultar la pupila con una forma similar a la de un gato;
- Usar gafas de sol o colocar filtros en las ventanas de la casa y del automóvil: ayudan a reducir la cantidad de luz cuando hay una sensibilidad ocular excesiva;
- Cirugía estética: le permite reconstruir el párpado faltante o restaurar permanentemente la forma de la pupila.
Cuando hay una disminución en la capacidad de ver, el oftalmólogo también puede probar diversas técnicas como gafas, lentes o incluso cirugía lasik, para intentar identificar si existe una posibilidad de mejora en la visión.
Creado por: Equipo Editorial de Tua Saúde