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Las enfermedades cardiovasculares son enfermedades que suelen aparecer con la edad o por hábitos de vida poco saludables, como la dieta alta en grasas y la falta de actividad física, como la hipertensión, la insuficiencia cardíaca y el infarto, por ejemplo. Sin embargo, las enfermedades cardiovasculares se pueden diagnosticar desde el nacimiento, en el caso de una cardiopatía congénita, por ejemplo.
Además, las enfermedades cardiovasculares pueden ocurrir como resultado de infecciones por virus, hongos o bacterias, lo que lleva a la inflamación del corazón, como en el caso de la endocarditis y la miocarditis.
Principales enfermedades cardiovasculares
1. Hipertensión
La hipertensión se caracteriza por un aumento de la presión arterial, generalmente por encima de 130 x 80 mmHg, que puede influir en el buen funcionamiento del corazón. Esta situación puede suceder por envejecimiento, falta de ejercicio, aumento de peso o consumo excesivo de sal, por ejemplo, sin embargo la hipertensión también puede ocurrir como consecuencia de otras situaciones, como diabetes o enfermedades renales, por ejemplo.
El aumento de la presión arterial normalmente no produce síntomas, pero en algunos casos se puede notar a través de algunos de ellos, como mareos, dolor de cabeza, cambios en la visión y dolor en el pecho, por ejemplo. Aprenda a identificar la hipertensión.
Qué hacer: Es importante que se controle la presión arterial para prevenir la aparición de otras enfermedades cardiovasculares, como insuficiencia cardíaca, por ejemplo.Por ello, se recomienda que la persona siga el tratamiento guiado por el cardiólogo que suele implicar el uso de medicamentos, además de una dieta baja en sal.
También es importante practicar actividades físicas, evitar fumar, beber al menos 2 litros de agua al día y controlar la presión diariamente. Si la presión permanece alta incluso con el tratamiento recomendado, se recomienda volver al cardiólogo para que se pueda realizar una nueva evaluación y el tratamiento modificado.
2. Infarto agudo de miocardio
El infarto agudo de miocardio (AMI) o ataque cardíaco ocurre debido a la interrupción del flujo sanguíneo al corazón, la mayoría de las veces debido a la acumulación de grasa en los vasos sanguíneos. El síntoma más característico de un infarto es el dolor en el pecho que puede irradiarse al brazo, pero también pueden aparecer mareos, sudor frío y malestar.
Qué hacer: En casos de infarto, lo más recomendado es que la persona sea trasladada al hospital más cercano para iniciar el tratamiento, lo cual se puede hacer con el uso de medicamentos que previenen la formación de coágulos sanguíneos y favorecen el flujo sanguíneo. , cirugía o angioplastia, que es un procedimiento cuyo objetivo es restaurar la circulación sanguínea. Comprenda cómo se realiza el tratamiento para el infarto.
Además, después de un tratamiento urgente, es importante seguir las pautas médicas, tomar medicamentos con regularidad, adoptar hábitos saludables, como la actividad física regular y una dieta baja en alimentos grasos y rica en frutas y verduras.
3. Insuficiencia cardíaca
La insuficiencia cardíaca es más común en personas que tienen presión arterial alta, lo que puede provocar un debilitamiento del músculo cardíaco y, en consecuencia, dificultad para bombear sangre al cuerpo. Los principales síntomas asociados con la insuficiencia cardíaca son cansancio progresivo, hinchazón de piernas y pies, tos seca por la noche y dificultad para respirar.
Qué hacer: El tratamiento de la insuficiencia cardíaca debe ser indicado por el cardiólogo, estando generalmente indicado el uso de fármacos para bajar la presión arterial, como Enalapril y Lisinopril, por ejemplo, asociados a diuréticos, como Furosemida.
Además, se recomienda el ejercicio regular, cuando sea debidamente indicado por su cardiólogo, y reducir el consumo de sal, controlando la presión y, en consecuencia, evitando la descompensación del corazón.
4. Enfermedad cardíaca congénita
Las cardiopatías congénitas son aquellas en las que el corazón cambia durante el proceso de desarrollo incluso durante el embarazo, lo que puede resultar en cambios en la función del corazón que ya nacen con el bebé. Estas enfermedades cardíacas aún se pueden identificar en el útero materno, mediante ultrasonido y ecocardiografía, y pueden ser leves o graves. Conoce los principales tipos de cardiopatías congénitas.
Las cardiopatías congénitas leves no suelen presentar síntomas y la persona puede llevar una vida normal. Sin embargo, en el caso de una enfermedad cardíaca grave, puede ser necesaria una cirugía tan pronto como nazca el bebé para corregir el defecto estructural o incluso realizar un trasplante de corazón.
Qué hacer: El tratamiento de las cardiopatías congénitas varía según la gravedad y se recomienda, en el caso de cardiopatías congénitas graves, realizar una cirugía o un trasplante de corazón en el primer año de vida. En el caso de la cardiopatía leve, el tratamiento se realiza con el objetivo de aliviar los síntomas, pudiendo el cardiólogo indicar el uso de medicamentos diuréticos y betabloqueantes, por ejemplo, para regular la frecuencia cardíaca.
5. Endocarditis
La endocarditis es la inflamación del tejido que recubre el corazón internamente, generalmente causada por un microorganismo, generalmente hongos o bacterias, que llegaba al torrente sanguíneo y llegaba al corazón, por lo que se denomina endocarditis infecciosa. Aunque la infección es la principal causa de endocarditis, esta enfermedad también puede ocurrir como consecuencia de otras enfermedades, como el cáncer, la fiebre reumática y las enfermedades autoinmunes, por ejemplo.
Los síntomas de la endocarditis aparecen con el tiempo, con fiebre persistente, sudoración excesiva, piel pálida, dolor muscular, tos persistente y dificultad para respirar. En casos más graves, también se puede notar la presencia de sangre en la orina y pérdida de peso.
Qué hacer: La principal forma de tratamiento de la endocarditis es el uso de antibióticos o antifúngicos para combatir el microorganismo responsable de la enfermedad, y el tratamiento debe realizarse de acuerdo con las indicaciones del cardiólogo. Además, puede ser necesario cambiar la válvula afectada.
6. Arritmias cardíacas
La arritmia cardíaca corresponde a un cambio en los latidos del corazón, que puede hacer que los latidos sean más rápidos o más lentos, dando lugar a síntomas como cansancio, palidez, dolor en el pecho, sudor frío y dificultad para respirar, por ejemplo.
Qué hacer: El tratamiento indicado por el cardiólogo varía según los síntomas que presente la persona, pero tiene como objetivo regular los latidos del corazón. Así, puede estar indicado el uso de medicamentos, como Propafenone o Sotalol, por ejemplo, desfibrilación, implantación de marcapasos o cirugía de ablación. Comprenda cómo se realiza el tratamiento de la arritmia cardíaca.
También es importante evitar el consumo de alcohol, drogas y bebidas con cafeína, por ejemplo, ya que pueden alterar la frecuencia cardíaca, además de practicar actividades físicas habituales y llevar una dieta equilibrada.
7. Angina
La angina corresponde a la sensación de pesadez, dolor u opresión en el pecho y suele ocurrir cuando hay una disminución del flujo sanguíneo al corazón, que es más común en personas mayores de 50 años, que tienen presión arterial alta, diabetes descompensada o que tienen hábitos de vida poco saludables, que provocan la interrupción del flujo sanguíneo debido a la acumulación de grasa en los vasos. Conoce los principales tipos de angina.
Qué hacer: El cardiólogo recomienda el tratamiento para la angina de pecho según el tipo de angina, y se puede recomendar reposo o uso de medicamentos para controlar los síntomas, mejorar el flujo sanguíneo, regular la presión arterial y prevenir la formación de coágulos.
8. Miocarditis
La miocarditis es una inflamación del músculo cardíaco que puede ocurrir debido a infecciones en el cuerpo, que pueden ocurrir durante una infección por virus o cuando hay una infección avanzada por hongos o bacterias. Esta inflamación puede dar lugar a varios síntomas en casos más graves, como dolor de pecho, latidos cardíacos irregulares, cansancio excesivo, dificultad para respirar e hinchazón en las piernas, por ejemplo.
Qué hacer: La miocarditis suele resolverse cuando la infección se cura mediante el uso de antibióticos, antifúngicos o antivirales, sin embargo si los síntomas de la miocarditis persisten incluso después de tratar la infección, es importante consultar al cardiólogo para iniciar el tratamiento. Se puede recomendar el tratamiento y el uso de medicamentos para reducir la presión, disminuir la hinchazón y controlar la frecuencia cardíaca.
9. Valvulopatías
Las valvulopatías, también llamadas enfermedades de las válvulas cardíacas, aparecen con mayor frecuencia en hombres mayores de 65 años y mujeres mayores de 75 años y se produce por la acumulación de calcio en las válvulas cardíacas, lo que dificulta el flujo sanguíneo por su endurecimiento.
En algunos casos, los síntomas de la valvulopatía pueden tardar en aparecer, sin embargo algunos síntomas que pueden indicar problemas en las válvulas cardíacas son dolor en el pecho, soplo cardíaco, cansancio excesivo, dificultad para respirar e hinchazón de piernas y pies, por ejemplo.
Qué hacer: Se recomienda que las personas mayores de 60 años consulten al cardiólogo con regularidad para verificar si hay cambios en el órgano, incluidas las enfermedades de las válvulas cardíacas. Cuando existe confirmación de valvulopatía, el médico indica el tratamiento según la válvula alcanzada y el grado de deterioro, pudiendo estar indicado el uso de diuréticos, fármacos antiarrítmicos o incluso sustitución valvular.