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El estrés provoca varios cambios en el sistema hormonal que conducen a una mayor producción de hormonas como la adrenalina y el cortisol, que son importantes para estimular el cuerpo y prepararlo para enfrentar desafíos.
Si bien estos cambios son buenos por períodos cortos y ayudan a hacer frente a diversos problemas que surgen a diario, cuando ocurren constantemente, como en el caso del estrés crónico, pueden ocasionar graves problemas de salud. Esto se debe a que los cambios hormonales provocan otros cambios en el cuerpo como aumento de la tensión muscular, cambios en la flora intestinal, disminución del sistema inmunológico, por ejemplo.
A continuación se ofrecen algunos consejos prácticos sobre cómo combatir el estrés y evitar estos problemas.
1. Insomnio
El estrés puede provocar o agravar el insomnio, pues, además de situaciones estresantes como los problemas familiares o laborales que pueden dificultar el conciliar el sueño, los cambios hormonales también provocan la interrupción del sueño por la noche, reduciendo en gran medida la calidad del descanso.
Qué hacer: algunas estrategias que pueden ayudar incluyen beber un vaso de leche antes de acostarse, evitar la cafeína hasta 3 horas antes de acostarse, mantener la habitación fresca, mal iluminada y cómoda y, lo más importante, no pensar en los problemas relacionados con estrés. Vea otros consejos sencillos para dormir mejor.
2. Trastornos de la alimentación
Los atracones o la anorexia son ejemplos muy comunes de trastornos alimentarios causados por un estrés excesivo, porque cuando el cuerpo está sobrecargado o fuera de control, intenta encontrar formas de lidiar con estos sentimientos desagradables a través de la alimentación.
Qué hacer: consultar a un nutricionista y un psicólogo, ya que el tratamiento debe ser el adecuado según el trastorno alimentario, peso, edad, autoestima y fuerza de voluntad, por ejemplo.
3. Depresión
El aumento prolongado de cortisol, que es la hormona del estrés, y la reducción de serotonina y dopamina causada por el estrés están fuertemente asociados con la depresión. De esta forma, cuando no es posible manejar o lidiar con situaciones estresantes, los niveles hormonales se alteran durante mucho tiempo, lo que puede provocar depresión.
Qué hacer: adoptar comportamientos que reduzcan el estrés, como evitar pensamientos negativos, exponerse al sol durante al menos 15 minutos al día, dormir de 6 a 8 horas al día, hacer ejercicio con regularidad, evitar estar aislado y caminar al aire libre . Si es necesario, consulte a un psicólogo para orientar el tratamiento adecuado.
Además, algunos alimentos, como los plátanos o el arroz, también pueden ayudar a combatir la depresión. Vea una lista más completa de alimentos recomendados.
4. Problemas cardiovasculares
El estrés puede hacer que las arterias y venas se compriman, lo que resulta en una disminución del flujo sanguíneo, latidos cardíacos irregulares e incluso el endurecimiento de las arterias. Esto aumenta el riesgo de coágulos de sangre, mala circulación, accidente cerebrovascular, aumento de la presión arterial e incluso un ataque cardíaco.
Qué hacer: llevar una dieta saludable, dando preferencia a las verduras, frutas y verduras, así como practicar ejercicio físico regular, probar técnicas de relajación y masaje, por ejemplo.
5. Síndrome del intestino irritable y estreñimiento
El estrés puede provocar contracciones anormales en el intestino, haciéndolo más sensible a los estímulos y provocando síntomas como flatulencia, diarrea e hinchazón. Por lo tanto, cuando el estrés es constante, el intestino puede experimentar estos cambios de forma permanente, lo que resulta en el síndrome del intestino irritable.
Sin embargo, en algunos casos, el estrés puede provocar lo contrario debido a la alteración de la flora intestinal que provoca que la persona vaya al baño con menor frecuencia, contribuyendo a la aparición o agravamiento del estreñimiento.
Qué hacer: Consuma una dieta equilibrada y rica en fibra, además de beber unos 2 litros de agua al día. En el caso del intestino irritable, también se pueden utilizar remedios analgésicos para aliviar los síntomas y, sobre todo, llevar una dieta baja en grasas, cafeína, azúcares y alcohol, ya que estos alimentos empeoran los síntomas.
Obtenga más información sobre cómo aliviar los síntomas del síndrome del intestino irritable o el estreñimiento.