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El cigarrillo puede provocar casi 50 enfermedades diferentes, y esto se debe a las sustancias químicas presentes en su composición, que tienen malas consecuencias para la salud y son responsables de provocar cáncer en diversos órganos, enfermedades pulmonares, como bronquitis y enfisema y enfermedades cardiovasculares, como presión arterial alta, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Incluso las personas que fuman poco o no fuman, pero inhalan el humo de otras personas, pueden sufrir consecuencias, ya que las sustancias tóxicas en el humo del cigarrillo pueden provocar inflamación y cambios en la genética celular. Además, no solo el cigarrillo industrializado tradicional es malo, sino también las versiones de tabaco masticado, paja, pipa, cigarro, narguile y cigarrillo electrónico.
Algunas de las enfermedades que pueden causar el consumo de cigarrillos son:
1. Enfisema pulmonar y bronquitis
El enfisema y la bronquitis, conocidos como enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC, son más comunes en personas mayores de 45 años y surgen porque el humo del cigarrillo causa inflamación en el tejido que recubre las vías respiratorias, lo que dificulta el paso del aire y causa Lesiones permanentes que reducen la capacidad del pulmón para realizar el intercambio de gases de manera eficiente.
Los principales síntomas que surgen en este tipo de enfermedades son dificultad para respirar, tos crónica y casos de neumonía frecuente. La dificultad para respirar surge inicialmente al realizar esfuerzos, pero a medida que la enfermedad empeora, puede aparecer incluso cuando se detiene y dar lugar a complicaciones, como hipertensión pulmonar e infección respiratoria. Comprender cómo identificar y tratar la EPOC.
Qué hacer: Se recomienda acudir al médico de cabecera o neumólogo para que se puedan realizar las pruebas y se indique el tratamiento más adecuado, que suele incluir el uso de bombas inhaladas que contienen fármacos que abren las vías respiratorias, facilitando el paso del aire. En los casos en que se observe un empeoramiento de los síntomas, el médico puede recomendar el uso de corticosteroides u oxígeno. Además, es fundamental dejar de fumar para prevenir la progresión de la inflamación pulmonar y el agravamiento de los síntomas.
2. Ataque cardíaco y accidente cerebrovascular
El cigarrillo produce cambios cardiovasculares, acelerando los latidos del corazón y contrayendo las arterias principales, lo que conduce a cambios en el ritmo cardíaco y aumento de la presión arterial, lo que puede causar infarto, angina, accidente cerebrovascular y aneurisma.
El cigarrillo provoca inflamación en la pared de los vasos sanguíneos y, por lo tanto, aumenta las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, trombosis y aneurismas.
La persona que fuma puede tener más probabilidades de tener presión arterial alta, tener dolores en el pecho, como angina, y tener placas de grasa en los vasos, por ejemplo, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, especialmente si se asocia a otras situaciones de riesgo. , como presión arterial alta, colesterol alto y diabetes.
Qué hacer: Es importante consultar a un cardiólogo para evaluar la salud de su corazón y comenzar el tratamiento, que en estos casos puede incluir el uso de medicamentos que controlen la formación de coágulos sanguíneos, como el Ácido Acetilsalicílico (AAS) y Clopidogrel y medicamentos que controlan la presión arterial. En casos más graves, se puede recomendar la cirugía y, en el caso de un accidente cerebrovascular, puede ser necesario un cateterismo cerebral, que es un procedimiento que tiene como objetivo eliminar el coágulo. Comprender cómo se realiza el cateterismo cerebral.
3. Impotencia sexual
Fumar causa impotencia en los hombres, especialmente en los menores de 50 años, tanto al alterar la liberación de hormonas importantes para el contacto íntimo como al inhibir el flujo sanguíneo que bombea sangre al pene, necesaria para mantener una erección, así como interferir con la calidad del esperma.
Así, a la persona que fuma puede resultarle difícil iniciar o mantener el contacto íntimo hasta el final, provocando cierta vergüenza. Sin embargo, dejar de fumar suele revertir esta situación de forma parcial o total.
Qué hacer: En estos casos lo más recomendable es dejar de fumar, ya que de esa forma es posible recuperar la capacidad sexual. En algunos casos también puede resultar interesante tener sesiones con un psicólogo o sexólogo, ya que pueden ayudar a revertir la impotencia.
4. Enfermedades reumáticas
Fumar aumenta el riesgo de desarrollar artritis reumatoide, con presencia de dolor, hinchazón y enrojecimiento en las articulaciones, especialmente en las manos, y aumenta la severidad y dificultad de su tratamiento, ya que disminuye la efectividad de los fármacos para tratar la artritis.
Fumar también aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en personas con enfermedades reumáticas debido al aumento de la inflamación y la disfunción de las células del cuerpo.
Qué hacer: En el caso de enfermedades reumáticas, además de dejar de fumar, es importante que la persona esté acompañada por el reumatólogo y se realice exámenes periódicos para comprobar si hay cambios y si hay necesidad de cambiar la dosis del fármaco por fumar. .
5. Úlceras gástricas
Los cigarrillos favorecen la aparición de nuevas úlceras, retrasan su curación, interfieren en la eficacia del tratamiento para erradicarlas y aumentan las complicaciones relacionadas con las úlceras.
Los cigarrillos aumentan 4 veces las posibilidades de desarrollar una úlcera gástrica, así como otras enfermedades del tracto gastrointestinal, como gastritis, reflujo y enfermedad inflamatoria intestinal, por ejemplo, debido al aumento de la inflamación también en las membranas mucosas del estómago y el intestino.
Por tanto, es común que las personas que fuman presenten más síntomas como dolor de estómago, ardor, mala digestión y cambios en el ritmo intestinal.
Qué hacer: Para tratar las úlceras gástricas, el gastroenterólogo o médico de cabecera recomienda el uso de medicamentos que disminuyan la acidez del estómago, previniendo el agravamiento de los síntomas y la progresión de la úlcera. Además, puede estar indicado el uso de medicamentos analgésicos para controlar el dolor y cambios en los hábitos alimenticios, evitando alimentos muy ácidos, calientes que favorezcan la liberación de ácido gástrico, como café, salsas y té negro. . Vea cómo debe ser el tratamiento para la úlcera gástrica.
6. Cambios visuales
Las sustancias en el humo del cigarrillo también aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades oculares, como cataratas y degeneración macular, al aumentar las posibilidades de disfunción celular e inflamación.
Las cataratas causan visión borrosa o borrosa, lo que afecta la capacidad visual, especialmente de noche. Ya en la degeneración macular, ocurren cambios en el centro de la visión, que se vuelve borroso y puede empeorar con el tiempo.
Qué hacer: En estos casos, se recomienda consultar al oftalmólogo para que se evalúe la visión y, si es necesario, se puede indicar cirugía para corregir el problema.
7. Cambios en la memoria
Fumar cigarrillos se asocia con un mayor riesgo de desarrollar demencia, tanto debido a la enfermedad de Alzheimer como al daño cerebral resultante de los micro accidentes cerebrovasculares.
Los síndromes de demencia causan pérdida de memoria, que empeora con el tiempo y también pueden causar cambios en el comportamiento y las habilidades de comunicación.
Qué hacer: Una de las formas de estimular la memoria es a través de ejercicios con juegos de palabras o imágenes, además de tener una dieta rica en omega 3, que es una sustancia que promueve la salud cerebral, y tener una buena noche de sueño. Consulte más consejos para mejorar la memoria.
8. Complicaciones del embarazo
En el caso de las mujeres embarazadas que fuman o inhalan en exceso el humo del cigarrillo, las toxinas del cigarrillo pueden ocasionar varias complicaciones, como aborto espontáneo, retraso del crecimiento fetal, parto prematuro o incluso la muerte del bebé, por lo que es muy importante que la mujer deje de fumar antes de quedar embarazada.
Es importante notar la presencia de sangrado, calambres severos o cambios en el crecimiento del útero, es muy importante realizar el cuidado prenatal correctamente para identificar cualquier cambio lo antes posible.
Qué hacer: Si observa algún signo de cambio durante el embarazo que pueda deberse al tabaquismo, lo mejor que puede hacer es acudir al obstetra para que le realicen pruebas para comprobar si el bebé se está desarrollando correctamente.
Obtenga más información sobre los riesgos de fumar durante el embarazo.
9. Cáncer de vejiga
Gran parte de las sustancias cancerígenas presentes en los cigarrillos que ingresan a la circulación pueden llegar al tracto urinario y no ser eliminadas, aumentando también el riesgo de desarrollar cáncer de vejiga, al estar en contacto con estas estructuras.
Algunos de los signos y síntomas que pueden presentarse en personas con cáncer de vejiga son sangre en la orina, dolor abdominal, ganas de orinar con mayor frecuencia, dolor en la zona pélvica y pérdida de peso, por ejemplo. Obtenga más información sobre los síntomas del cáncer de vejiga.
Qué hacer: Ante la presencia de signos y síntomas de cáncer de vejiga, se recomienda consultar al urólogo u oncólogo para que se realicen pruebas que permitan confirmar el diagnóstico y verificar la extensión del tumor, de modo que se pueda indicar el tratamiento más adecuado. recomendado, que puede realizarse con cirugía, quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia. Obtenga más información sobre el tratamiento del cáncer de vejiga.
10. Cáncer de pulmón
Cuando las sustancias del cigarrillo entran en contacto con los tejidos delgados de los pulmones que realizan los intercambios respiratorios, existe el riesgo de desarrollar cáncer, debido a las inflamaciones y disfunciones que inducen.
El cáncer de pulmón provoca síntomas como dificultad para respirar, tos excesiva o con sangre y pérdida de peso. Sin embargo, el cáncer suele ser silencioso y solo causa síntomas cuando está avanzado, por lo que es importante dejar de fumar lo antes posible, además del seguimiento regular con el neumólogo.
Qué hacer: En este caso lo primero que hay que hacer es dejar de fumar, además de seguir las pautas de tratamiento recomendadas por el médico. El tratamiento del cáncer de pulmón lo define el oncólogo según el tipo, clasificación, tamaño y estado de salud de la persona, pudiendo estar indicada, por ejemplo, cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia o terapia fotodinámica. Comprender cómo se realiza el tratamiento del cáncer de pulmón.
Además del cáncer de pulmón y vejiga, fumar es responsable de aumentar el riesgo de casi 20 tipos de cáncer. Esto se debe a que las sustancias cancerígenas en los cigarrillos pueden interferir con la información genética de las células, además de causar inflamación.
Mire el siguiente video, en el que la nutricionista Tatiana Zanin y el Dr. Drauzio Varella hablan sobre el daño de fumar para la salud:
Cómo evitar las enfermedades causadas por fumar
La única forma de prevenir estas enfermedades es dejar de fumar. Si bien es difícil dejar esta adicción, hay que tener en cuenta la importancia que tiene esta actitud para la salud y dar el primer paso. Vea algunos para poder dejar de fumar.
Si es difícil de conseguir solo, existen tratamientos que pueden ayudar a dejar de fumar, prescritos por el neumólogo, como parches o pastillas de nicotina, además de la posibilidad de asistir a grupos de apoyo o tener asesoramiento psicológico. Normalmente, cuando deja de fumar, el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas con el tabaquismo disminuye.