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La displasia de cadera en el bebé, también conocida como displasia congénita, es una afección en la que el bebé nace con un ajuste imperfecto entre el fémur y el hueso de la cadera, lo que hace que la articulación se afloje y disminuya la movilidad de las piernas. y patas de diferentes longitudes.
Este tipo de alteración es más común en niñas y bebés que han permanecido la mayor parte del embarazo en posición sentada, lo que puede acabar afectando el desarrollo de la articulación.
Dado que puede afectar el desarrollo del bebé y causar dificultad para caminar, el diagnóstico por parte de un pediatra debe realizarse lo antes posible, para que se pueda iniciar el tratamiento y sea posible curar la displasia por completo.
Tipos de displasias de cadera
Cómo identificar la displasia
En muchos casos, la displasia de cadera no ocasiona ningún signo visible y, por ello, lo más importante es acudir a visitas periódicas al pediatra después del nacimiento, ya que el médico evaluará con el tiempo cómo se está desarrollando el bebé. , identificando los problemas que puedan surgir.
Sin embargo, también hay bebés que pueden mostrar signos de displasia de cadera, como:
- Piernas de diferentes longitudes;
- Menor movilidad y flexibilidad de una de las piernas;
- La piel se pliega en el muslo con tamaños muy diferentes.
Si se sospecha displasia, el médico puede ordenar una ecografía o una radiografía de la región de la cadera para confirmar el diagnóstico.
Cómo identifica el médico la displasia
Existen 2 pruebas ortopédicas que el pediatra debe realizar en los primeros 3 días después del nacimiento, pero estas pruebas también deben repetirse en la consulta de los 8 y 15 días de nacimiento.
Las pruebas que se realizan para diagnosticar la displasia de cadera se denominan prueba de Barlow y prueba de Ortolani. En la prueba de Barlow, el médico sostiene las piernas del bebé juntas y dobladas y presiona hacia arriba y en la prueba de Ortolani, el médico sostiene las piernas del bebé y verifica la amplitud del movimiento de apertura de la cadera. El médico puede concluir que el ajuste de la cadera no es perfecto si escucha un clic durante la prueba o siente un rebote, lo que indica que la articulación se ha colocado en la posición correcta.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento para la displasia congénita de cadera se puede realizar con el uso de un tipo especial de aparato ortopédico, usando un yeso desde el pecho hasta los pies o mediante cirugía, y siempre debe ser guiado por el pediatra.
Por lo general, el tratamiento se selecciona de acuerdo con la edad del bebé:
1. Hasta 3 meses de vida
Cuando se descubre displasia poco después del nacimiento, la primera opción de tratamiento es el aparato ortopédico Pavlik que se adhiere a las piernas y el pecho del bebé.Con esta férula la pierna del bebé está siempre doblada y abierta, ya que esta posición es ideal para que la articulación de la cadera se desarrolle con normalidad.
Después de 2 a 3 semanas de haber colocado este aparato ortopédico, se debe volver a examinar al bebé para que el médico pueda ver si la articulación está colocada correctamente. En caso contrario, se retira el corsé y se coloca el yeso, pero si la articulación está colocada correctamente, se debe mantener el corsé hasta que el niño ya no tenga un cambio en la cadera, lo que puede suceder en 1 mes o incluso 6 meses.
Estos tirantes deben guardarse todo el día y toda la noche, se pueden quitar solo para bañar al bebé y se deben volver a poner inmediatamente después. El uso de los frenillos Pavlik no causa ningún dolor y el bebé se acostumbra en unos días, por lo que no es necesario quitar el frenillo si cree que el bebé está irritado o llorando.
2. Entre 3 meses y 1 año
Cuando la displasia solo se descubre cuando el bebé tiene más de 3 meses, el tratamiento puede realizarse colocando manualmente la articulación en su lugar por el ortopedista y usando yeso inmediatamente después para mantener la posición correcta de la articulación.
El yeso debe conservarse durante 2 a 3 meses y luego se debe utilizar otro dispositivo, como Milgram, durante otros 2 a 3 meses. Después de este período, el niño debe ser reevaluado para verificar que el desarrollo está sucediendo correctamente. De lo contrario, el médico puede recomendar una cirugía.
3. Después de empezar a caminar
Cuando el diagnóstico se realiza más tarde, después de que el niño ha comenzado a caminar, el tratamiento generalmente se realiza con cirugía. Esto se debe a que el uso de yeso y tirantes Pavlik no es efectivo después del primer año de edad.
El diagnóstico después de esta edad es tardío y lo que llama la atención de los padres es que el niño cojea, camina solo de puntillas o no le gusta usar una de las piernas. La confirmación se realiza mediante rayos X, resonancia magnética o ecografía que muestran cambios en la posición del fémur en la cadera.
Posibles complicaciones de la displasia
Cuando la displasia se descubre tarde, meses o años después del nacimiento, existe el riesgo de complicaciones y lo más común es que una pierna se acorte más que la otra, lo que provoca que el niño cojee siempre, por lo que es necesario llevar zapatos hechos adaptado para intentar ajustar la altura de ambas piernas.
Además, el niño puede desarrollar artrosis de cadera en la juventud, escoliosis en la columna y sufrir dolores en piernas, cadera y espalda, además de tener que caminar con ayuda de muletas, requiriendo fisioterapia durante largos periodos.