Contenido
La oximetría es un examen que permite medir la saturación de oxígeno de la sangre, es decir, el porcentaje de oxígeno que se transporta en el torrente sanguíneo. Esta prueba es importante cuando se sospecha de enfermedades que perjudican o interfieren con el funcionamiento de los pulmones, enfermedades del corazón o enfermedades neurológicas, por ejemplo.
Generalmente una oximetría por encima del 90% indica una buena oxigenación sanguínea, sin embargo, es necesario que el médico evalúe cada caso. Una tasa de oxigenación sanguínea baja puede indicar la necesidad de tratamiento en el hospital con oxígeno y puede indicar una condición potencialmente mortal si no se corrige adecuadamente. Comprenda cuáles son las consecuencias de la falta de oxígeno en la sangre.
Hay dos formas de medir la saturación de oxígeno:
1. Oximetría de pulso (no invasiva)
Esta es la forma más utilizada para medir la saturación de oxígeno, ya que es una técnica no invasiva que mide la cantidad de oxígeno a través de un pequeño dispositivo, llamado oxímetro de pulso, que se coloca en contacto con la piel, generalmente en la punta del dedo.
La principal ventaja de esta medida es que no es necesario recolectar sangre, evitando picaduras. Además de la oximetría, este dispositivo también puede medir otros datos vitales, como la cantidad de latidos cardíacos y la frecuencia respiratoria, por ejemplo.
- Cómo funciona: El oxímetro de pulso tiene un sensor de luz que captura la cantidad de oxígeno que pasa en la sangre por debajo del lugar donde se realiza la prueba y, en unos segundos, indica el valor. Estos sensores toman medidas inmediatas y regulares y están diseñados para usarse en los dedos de las manos, los pies o la oreja.
La pulsioximetría es ampliamente utilizada por médicos y otros profesionales de la salud durante la evaluación clínica, especialmente en casos de enfermedades que causan dificultad para respirar, como enfermedades pulmonares, cardíacas y neurológicas, o durante la anestesia. El oxímetro también se puede comprar en tiendas de suministros médicos u hospitalarios y está disponible en diferentes marcas y precios.
2. Oximetría / gasometría arterial (invasiva)
A diferencia de la oximetría de pulso, el análisis de gases en sangre arterial es una forma invasiva de medir la tasa de oxígeno en la sangre, ya que se realiza recolectando sangre en una jeringa, y para esto es necesario un pinchazo de aguja. Por esta razón, este tipo de exploración es menos frecuente que la pulsioximetría.
La ventaja de la gasometría arterial es una medida más precisa de los niveles de saturación de oxígeno en sangre, además de poder aportar otras medidas importantes, como la cantidad de dióxido de carbono, pH o cantidad de ácidos y bicarbonato en sangre, por ejemplo.
- Cómo funciona: es necesario realizar una extracción de sangre arterial y luego se toma esta muestra para medirla en un dispositivo específico en el laboratorio. Los vasos sanguíneos más utilizados para este tipo de medición son la arteria radial, en la muñeca, o femoral, en la ingle, pero también se pueden utilizar otros.
Este tipo de medición se suele utilizar solo en los casos en los que el paciente necesita ser monitorizado de forma continua o con mayor precisión, lo que es más habitual en situaciones como cirugía mayor, cardiopatía grave, arritmias, infecciones generalizadas, cambios bruscos de presión. presión arterial o en casos de insuficiencia respiratoria, por ejemplo. Aprenda qué es la insuficiencia respiratoria y cómo puede disminuir la oxigenación de la sangre.
Valores de saturación normales
Una persona sana, con una adecuada oxigenación del cuerpo, suele tener una saturación de oxígeno superior al 95%, sin embargo, es común que por condiciones leves, como resfriados o gripe, la saturación esté entre el 90 y el 95%, sin motivo. de preocupación.
Cuando la saturación alcanza valores por debajo del 90%, puede indicar la presencia de alguna enfermedad más grave que sea capaz de afectar los valores de oxígeno en el organismo, como asma, neumonía, enfisema, insuficiencia cardíaca o enfermedades neurológicas, por ejemplo.
En la gasometría arterial, además de la medición de la saturación de oxígeno, también se evalúa la presión parcial de oxígeno (Po2), que debe estar entre 80 y 100 mmHg.
Cuida un resultado más preciso
Es muy importante que los dispositivos que miden la saturación de oxígeno se calibren periódicamente para evitar resultados alterados. Además, al usar el oxímetro de pulso, algunas precauciones para evitar alterar el examen incluyen:
- Evite el uso de esmalte o uñas postizas, ya que alteran el paso del sensor de luz;
- Mantenga la mano relajada y por debajo del nivel del corazón;
- Proteja el dispositivo en un ambiente muy brillante o soleado;
- Asegúrese de que el dispositivo esté colocado correctamente.
Antes de realizar el examen, el médico también debe investigar otras enfermedades como anemia o deficiencias de la circulación sanguínea, que pueden interferir con la medición de la oxigenación de la sangre.