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El consumo de refrescos puede traer varias consecuencias para la salud, ya que están compuestos por grandes cantidades de azúcar y componentes que pueden comprometer el funcionamiento del organismo, como el ácido fosfórico, el jarabe de maíz y el potasio.
Además, los refrescos no tienen valor nutricional y contienen altas cantidades de sal, que favorecen la retención de líquidos, conducen al aumento de peso, la barriga llena y las piernas hinchadas.
Algunas de las principales consecuencias para la salud del consumo de refrescos son:
1. Aumento de peso
Solo una lata de refresco contiene aproximadamente 10 cucharadas de azúcar, lo que aumenta considerablemente los niveles de azúcar en sangre y disminuye la acción de la insulina en el cuerpo. Por lo tanto, si se consumen con regularidad, los refrescos pueden promover el aumento de peso y favorecer el desarrollo de diabetes a largo plazo.
Además, cuando los niveles de azúcar en sangre aumentan demasiado rápido, como después de beber una lata de refresco, es normal sentir más hambre, lo que anima a la persona a comer y contribuye al aumento de peso.
2. Debilitamiento de huesos y dientes
La mayoría de los refrescos contienen una gran cantidad de ácido fosfórico que evita que el cuerpo absorba el calcio necesario para fortalecer los huesos. De esa manera, las personas que beben refrescos con regularidad pueden desarrollar problemas como caries u osteoporosis.
Este ácido fosfórico también dificulta que el estómago produzca ácido gástrico, retrasando el proceso de digestión y absorción de nutrientes.
3. Cálculos renales
Debido a la acidez de los refrescos, el organismo necesita utilizar calcio, que se utilizaría en los huesos, para facilitar la digestión y equilibrar el pH.
Así, los riñones necesitan eliminar el calcio utilizado en este proceso, lo que aumenta el riesgo de formación de cálculos renales, debido a la acumulación de calcio en su interior.
4. Aumento de la presión arterial
Los refrescos pueden provocar un aumento gradual de la presión arterial, especialmente debido a sus altas cantidades de sodio y cafeína. Además, varios estudios indican que el consumo excesivo de fructosa, que es el azúcar presente en los refrescos, también es una de las principales causas de hipertensión arterial.
5. Cambios en el cerebro
Este tipo de bebida puede provocar cambios en el cerebro debido a su contenido en cafeína, ya que estimula diversas sustancias en el organismo que pueden estar relacionadas con la demencia y el Alzheimer, por ejemplo. Además, la cafeína también puede provocar insomnio, inquietud, temblores y dolor de cabeza.
Los refrescos también tienen otra sustancia llamada benzoato de sodio, que también puede estar relacionada con cambios en la memoria, la coordinación motora y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en los niños.
6. Cáncer
Debido a que es rico en azúcar, el consumo frecuente de refrescos aumenta el riesgo de cáncer, incluso en personas con bajo peso. Además, su consumo favorece el aumento de peso y el desarrollo de diabetes, problemas que también están relacionados con el mayor riesgo de cáncer.
Por qué las mujeres embarazadas y los niños no deben tomar
La gaseosa es mala durante el embarazo porque causa malestar abdominal, contribuye al aumento de peso y puede causar retención de líquidos. Además, los refrescos a base de cola, como Coca-Cola y Pepsi, tienen mucha cafeína, que durante el embarazo no puede superar los 200 mg por día. Si la mujer embarazada toma 2 tazas de café al día, ya no puede beber cafeína.
Los refrescos que contienen cafeína tampoco deben tomarse durante la lactancia porque la cafeína pasa a la leche materna y puede provocar insomnio en el bebé.
En los niños, en cambio, la gaseosa puede dificultar el desarrollo físico y mental, además de facilitar la aparición de enfermedades como la obesidad y la diabetes. Los refrescos deben excluirse de la dieta del bebé y se pueden elegir jugos de frutas, además del agua, para una ingesta adecuada de líquidos.
Cómo reemplazar los refrescos
Una forma de reemplazar la soda es consumiendo agua con sabor, también conocida como agua con sabor. Esto se debe a que se suele utilizar agua con gas y se le añaden frutas, como limón, fresa o naranja, por ejemplo, que pueden recordarnos el sabor del refresco. Echa un vistazo a algunas recetas de agua con sabor.
Vea los beneficios para la salud del agua con gas viendo el siguiente video: