Contenido
Las venas varicosas del estómago son vasos sanguíneos dilatados y tortuosos que se forman en la pared de este órgano y pueden ser graves, ya que a medida que se agrandan, corren el riesgo de romperse y provocar sangrados graves.
Estas venas varicosas pueden formarse en el estómago debido al aumento de la resistencia al flujo sanguíneo en la vena porta, una vena importante que drena la sangre de los órganos abdominales, lo que puede surgir por varias razones, como hepatitis crónica, cirrosis hepática, esquistosomiasis o una trombosis en la vena porta, por ejemplo. Comprenda mejor qué es y qué puede causar hipertensión portal.
Generalmente, las várices gástricas aparecen después o junto con las venas varicosas en el esófago, así como en el recto. El tratamiento de estas varices está indicado tanto para prevenir como para detener el sangrado, y puede realizarse con fármacos betabloqueantes o procedimientos quirúrgicos, como escleroterapia, cianoacrilato o ligaduras elásticas, por ejemplo.
Cómo identificar
Las venas varicosas gástricas pueden no causar ningún síntoma y pueden identificarse en los exámenes cuando se sospecha hipertensión portal, debido a cirrosis hepática, por ejemplo. Las várices esofágicas son las más comunes, sin embargo, las venas varicosas en el estómago se pueden formar en el 20% de los casos, especialmente cuando el aumento de presión en la vena porta se vuelve más severo.
Además, las várices gástricas tienen menos probabilidades de romperse en comparación con las esofágicas, sin embargo, provocan sangrados más graves y difíciles de controlar. Algunos de los síntomas que indican sangrado por varices son:
- Heces negruzcas con mal olor;
- Vómitos con sangre;
- Palidez, mareos y palpitaciones.
Clasificación de tipos
Las principales pruebas para diagnosticar varices son la endoscopia digestiva, la ecografía doppler y la tomografía. Pueden estar en diferentes localizaciones del estómago, clasificándose en:
Clasificación de varices gástricas
- Son una continuación de las várices esofágicas, extendiéndose unos centímetros por debajo de la transición esofagogástrica, a través de la pequeña curvatura del estómago, siendo la más común;
- También son una extensión de las várices esofágicas, pero hacia el fondo gástrico;
- Son varices gástricas aisladas, ubicadas en la parte inferior del estómago;
- También son várices gástricas aisladas, que pueden aparecer en cualquier otro lugar del estómago.
Las várices gástricas se consideran pequeñas cuando miden menos de 3 mm de diámetro, medianas cuando miden entre 3 y 5 mm o grandes cuando miden más de 5 mm de diámetro. Cuanto mayor sea el tamaño de las varices, mayor será el riesgo de hemorragia.
Que causa las várices gástricas
Las venas varicosas en el estómago se forman por una mayor presión en la vena porta, y las principales razones son:
- Hepatitis crónica;
- Cirrosis hepática;
- Esquistosomiasis;
- Trombosis de la vena porta o esplénica;
- Síndrome de Budd-Chiari. Descubra cómo es este síndrome y cómo ocurre;
- Malformaciones en la vena porta o en la vena cava inferior.
Las venas varicosas en el estómago también pueden ser causadas por una enfermedad cardíaca llamada pericarditis constrictiva, en la que se desarrolla tejido fibroso alrededor del corazón y dificulta su funcionamiento. Obtenga más información sobre cómo se desarrolla y las consecuencias de esta enfermedad.
Como se hace el tratamiento
Si las varices son pequeñas o si el médico detecta que existe un bajo riesgo de sangrado, no es necesario el tratamiento de las varices gástricas, solo su seguimiento periódico.
Sin embargo, el médico puede, en algunos casos, recomendar un tratamiento para prevenir el sangrado, especialmente si miden más de 10 mm de diámetro o existe un riesgo grave de sangrado, lo que se puede hacer con fármacos betabloqueantes, que disminuyen la fuerza. el flujo sanguíneo, como el propranolol, o la aplicación de cianoacrilato, una especie de pegamento que elimina el vaso.
Cuando las varices gástricas presentan sangrado, el tratamiento puede incluir endoscopia para escleroterapia, inyección de cianoacrilato o colocación de vendajes elásticos, clips o resortes, por ejemplo.
Además de detener el sangrado, por tratarse de una situación grave, el médico debe tomar algunas precauciones para proteger la vida del paciente, como reponer los líquidos por suero en la vena, hacer transfusiones de sangre, si es necesario, o utilizar antibióticos para prevenir infecciones abdominales. , común en pacientes con cirrosis del hígado. Consulte también otras causas de hemorragia estomacal y qué hacer.