Contenido
La carne roja de ternera, oveja, cordero o cerdo es fuente de proteínas, vitaminas y minerales esenciales para la salud, y puede tener beneficios para el organismo y formar parte de una dieta sana y equilibrada.
Sin embargo, cuando se consume en exceso, la carne roja puede causar daños a la salud, como un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y cáncer, especialmente.
Además de los habituales cortes de vacuno, ovino y porcino que ya están grasosos, cortes como el tocino o los embutidos como el chorizo, el chorizo y el salami, también provocan daños a la salud porque contienen altos niveles de sodio, conservantes, entre otros aditivos químicos que acaban siendo haciéndolo incluso peor que la simple carne roja.
Las siguientes son 5 razones para disminuir el consumo de carnes rojas durante la semana.
1. Aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca.
Debido a que contiene grandes cantidades de grasa, el alto consumo de carnes rojas aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, como ataques cardíacos y presión arterial alta. Incluso con la eliminación del exceso de grasa de la carne antes y después de la cocción, la grasa permanece entre las fibras musculares, lo que es perjudicial para la salud.
Cuanto más fácil de cocinar, más grasa tiene la carne, y conviene preferir los cortes con menos grasa, como pechuga, muslo, patito, filet mignon, costra, costra y lagartija.
Además de evitar o reducir a al menos una vez a la semana más cortes grasos, como termitas, costilla, pechuga, lomo, carnes secas, contra filete, bife, rabadilla y lomo.
2. Aumenta el colesterol
Además de ser rica en grasas, la carne roja es rica en grasas saturadas, que se encarga de elevar el colesterol en el organismo. El colesterol alto hace que se acumule más grasa en los vasos sanguíneos, lo que puede causar aterosclerosis, que es la obstrucción de los vasos, lo que puede aumentar las posibilidades de hipertensión arterial y accidente cerebrovascular. Conozca los 12 síntomas que pueden indicar un accidente cerebrovascular.
3. Aumenta la acidez de la sangre
El consumo de carnes rojas puede hacer que la sangre sea más ácida, y para compensar esto el cuerpo consume más calcio, hierro y magnesio, minerales importantes que deben usarse para la formación de huesos y hormonas o para desintoxicar el cuerpo.
4. Aumenta el riesgo de cáncer
El exceso de carnes rojas, especialmente cuando se acompaña de un bajo consumo de frutas, verduras y cereales integrales, aumenta el riesgo de cáncer de intestino, estómago, faringe, recto, mama y próstata.
Esto se debe a que este tipo de carne aumenta la inflamación en el intestino, especialmente las carnes procesadas como el tocino, el chorizo y el chorizo, favoreciendo cambios en las células que pueden provocar inflamación y cáncer. Vea qué alimentos pueden ayudar a prevenir el cáncer.
5. Aumenta la resistencia a los antibióticos
Las personas pueden terminar consumiendo antibióticos indirectamente de la carne, ya que estos medicamentos se administran a los animales para asegurar que no se enfermen y produzcan carne de mejor calidad, además de evitar costos extra por el tratamiento de los animales.
Este consumo excesivo de medicamentos puede generar resistencias a los antibióticos, dificultando el tratamiento eficaz cuando aparecen enfermedades. Además, el uso frecuente de antibióticos puede estimular la aparición de bacterias más resistentes en los animales, creando un riesgo de contaminación para los humanos a través de la carne.
Cómo comer carnes rojas sin dañar la salud
Para evitar el daño de las carnes rojas, es preferible consumir pescados y carnes blancas, utilizando carnes rojas solo 3 veces por semana, y al consumirlas, cocinarlas, freírlas o asarlas sobre una superficie caliente para que no sea necesario añadir ningún tipo de carne. aceite vegetal o grasa, permitiendo que la propia carne libere la grasa que contiene.
También es importante restringir al máximo el consumo de tocino, chorizo, chorizo y salami, ya que son los más perjudiciales para la salud.
Además, se debe preferir el consumo de carnes orgánicas, en las que los animales se críen libres y sin el uso de medicamentos, y también es importante aumentar la ingesta de frutas, verduras y cereales integrales, que son alimentos ricos en antioxidantes y que protege el cuerpo contra el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la obesidad. Vea cómo incluir carne de manera saludable en el menú.