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El agua inglesa es un tónico herbal, compuesto por extractos de plantas medicinales que, por sus principios activos, actúa sobre la mucosa del sistema digestivo, estimulando la producción de jugo gástrico, favoreciendo la mejora del proceso digestivo y aumentando el apetito.
El agua inglesa se puede encontrar en tiendas naturistas o farmacias, sin embargo, aunque no es necesario presentar prescripción médica, es importante que su consumo no se realice sin la orientación del médico, ya que el consumo de este producto en grandes cantidades. , se asocia a efectos secundarios, como dolor de cabeza, náuseas y aparición de manchas rojas en la piel.
Para que sirve
El agua inglesa está formada por el extracto de varias plantas medicinales, como la canela de China, la canela amarilla, la calumba, el aciano, el ajenjo, la manzanilla y el aulaga, que tienen varias propiedades y beneficios para la salud, que le confieren las siguientes indicaciones:
- Mejora el proceso digestivo;
- Aumenta el apetito;
- Aumenta la producción de jugo gástrico;
- Ayuda a eliminar el exceso de hormonas sintéticas presentes en el organismo;
- Ayuda a eliminar toxinas.
Además, el agua inglesa se usa popularmente como purificador uterino para ayudar a limpiar el cuerpo y el útero de sustancias que pueden prevenir o dificultar el embarazo, y puede recomendarse en el período posparto o después de abortos espontáneos. El uso de agua inglesa para este fin debe ser indicado por el médico.
Cómo tomar
El médico debe recomendar el uso de agua inglesa, pudiendo estar indicada 1 taza antes de las comidas, lo que equivale a 30 ml. La dosis máxima diaria de agua inglesa es de 4 vasos, equivalente a 120 mL por día.
Efectos secundarios y contraindicaciones.
El prospecto del producto no menciona los efectos secundarios, pero en algunos casos pueden aparecer reacciones alérgicas al fármaco con síntomas de enrojecimiento, picazón y bolitas blancas o rojas en la piel, en cuyo caso se recomienda acudir al médico lo antes posible. Además, el consumo de agua inglesa por encima de la dosis diaria recomendada puede provocar náuseas, dolor de cabeza, vómitos, cambios en la visión y, en algunos casos, desmayos.
No se recomienda el uso de agua inglesa durante el embarazo, ya que algunas plantas medicinales que componen esta agua pueden provocar contracciones uterinas, interfiriendo con el embarazo.
Además, está contraindicado para mujeres que estén amamantando, niños menores de 12 años, pacientes con epilepsia, exceso de ácido de estómago, gastritis, úlceras gastroduodenales, síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, Parkinson, pacientes con enfermedades o problemas en el hígado o el estómago y para pacientes con alergias a cualquiera de los componentes de la fórmula.