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La esclerótica azul es la afección que se presenta cuando la parte blanca de los ojos se vuelve azulada, algo que se puede observar en algunos bebés hasta los 6 meses de edad, y también se puede ver en personas mayores de 80 años, por ejemplo.
Sin embargo, esta afección puede estar asociada a la aparición de otras enfermedades como la anemia ferropénica, la osteogénesis imperfecta, algunos síndromes e incluso el uso de determinados medicamentos.
El diagnóstico de las enfermedades que llevan a la aparición de la esclerótica azul debe ser realizado por un médico de cabecera, pediatra u ortopedista y se realiza a través de los antecedentes clínicos y familiares de la persona, análisis de sangre y de imagen. El tratamiento indicado depende del tipo y gravedad de la enfermedad, que puede incluir cambios en la dieta, uso de medicamentos o fisioterapia.
Posibles Causas
La esclerótica azul puede aparecer debido a la reducción de hierro en la sangre o defectos en la producción de colágeno, lo que lleva a enfermedades como:
1. Anemia por deficiencia de hierro
La anemia por deficiencia de hierro se define por los valores de hemoglobina en la sangre, que se ven en la prueba como Hb, por debajo de lo normal como menos de 12 g / dL en mujeres o 13,5 g / dL en hombres. Los síntomas de este tipo de anemia incluyen debilidad, dolor de cabeza, cambios en la menstruación, cansancio excesivo e incluso pueden llevar a la aparición de esclera azul.
Cuando aparecen los síntomas, se recomienda buscar la ayuda de un médico generalista o hematólogo, quien solicitará pruebas como hemograma completo y dosis de ferritina, para verificar si la persona tiene anemia y cuál es el grado de la enfermedad. Obtenga más información sobre cómo identificar la anemia por deficiencia de hierro.
Qué hacer: después de que el médico haya hecho el diagnóstico, se indicará el tratamiento, que generalmente consiste en utilizar sulfato ferroso y aumentar la ingesta de alimentos ricos en hierro que pueden ser carnes rojas, hígado, carne de ave, pescado y verduras. verde oscuro, entre otros. También se pueden recomendar alimentos ricos en vitamina C, como naranja, acerola y limón, ya que han mejorado la absorción de hierro.
2. Osteogénesis imperfecta
La osteogénesis imperfecta es un síndrome que causa fragilidad ósea debido a algunos trastornos genéticos asociados al colágeno tipo 1. Los signos de este síndrome comienzan a aparecer en la infancia, siendo uno de los principales signos la presencia de esclerótica azul. Conozca más otros signos de osteogénesis imperfecta.
Algunas deformidades óseas en el cráneo y la columna, así como la holgura de los ligamentos de los huesos son bastante visibles en esta condición, la forma más adecuada que hace el pediatra u ortopedista para descubrir la osteogénesis imperfecta es analizando estos signos. El médico puede solicitar una radiografía panorámica para comprender el alcance de la enfermedad e indicar el tratamiento adecuado.
Qué hacer: a la hora de comprobar la presencia de esclerótica azul y deformidades óseas, lo ideal es acudir al pediatra u ortopedista que confirme la osteogénesis imperfecta e indique el tratamiento adecuado, que puede ser el uso de bifosfonatos en la vena, que son remedios para fortalecer los huesos. En general, también es necesario utilizar dispositivos médicos para estabilizar la columna y realizar sesiones de fisioterapia.
3. Síndrome de Marfan
El síndrome de Marfan es una enfermedad hereditaria causada por un gen dominante que compromete el funcionamiento del corazón, los ojos, los músculos y los huesos. Este síndrome provoca manifestaciones oculares, como la esclerótica azul, y provoca aracnodactilia, que es cuando los dedos son exageradamente largos, cambios en el esternón y deja la columna más curvada hacia un lado.
Para las familias que tengan casos de este síndrome se recomienda realizar un consejo genético, en el que se analizarán los genes y un equipo de profesionales brindará orientación sobre el tratamiento. Obtenga más información sobre qué es el asesoramiento genético y cómo se realiza.
Qué hacer: el diagnóstico de este síndrome se puede realizar durante el embarazo, sin embargo, si existe sospecha después del nacimiento, el pediatra puede recomendar la realización de pruebas genéticas y análisis de sangre o imaginología para comprobar en qué partes del cuerpo está el síndrome. alcanzado. Dado que el síndrome de Marfan no tiene cura, el tratamiento se basa en controlar los cambios en los órganos.
4. Síndrome de Ehlers-Danlos
El síndrome de Ehlers-Danlos es el conjunto de enfermedades hereditarias que se caracterizan por un defecto en la producción de colágeno, que conduce a la elasticidad de la piel y las articulaciones, así como problemas con el soporte de las paredes de las arterias y vasos sanguíneos. Obtenga más información sobre el síndrome de Ehlers-Danlos.
Los síntomas varían de persona a persona, pero pueden ocurrir varios cambios, como dislocaciones corporales, hematomas musculares, y las personas con este síndrome pueden tener una piel más delgada de lo normal en la nariz y los labios, lo que hace que las lesiones ocurran con mayor frecuencia. instalaciones. El diagnóstico debe ser realizado por un pediatra o un médico general a través de los antecedentes clínicos y familiares de la persona.
Qué hacer: luego de la confirmación del diagnóstico, se puede recomendar el seguimiento con médicos de diversas especialidades como cardiólogo, oftalmólogo, dermatólogo, reumatólogo, para que se tomen medidas de apoyo para disminuir las consecuencias del síndrome en los diferentes órganos, ya que la enfermedad no tiene cura y tiende a empeorar con el tiempo.
5. Uso de medicamentos
El uso de algunos tipos de medicación también puede provocar la aparición de esclera azul, como la minociclina en dosis elevadas y en personas que la llevan más de 2 años usándola. Otros medicamentos para tratar algunos tipos de cáncer, como la mitoxantrona, también pueden hacer que la esclerótica se vuelva azul, además de provocar la despigmentación de las uñas, dejándolas con un color gris.
Qué hacer: estas situaciones son muy raras, sin embargo, si una persona está tomando alguno de estos medicamentos y nota que la parte blanca del ojo es de color azulado, es importante informar al médico que le dio el medicamento, para que se evalúe la suspensión. cambiar la dosis o cambiar a otro medicamento.