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La insuficiencia venosa crónica es una enfermedad muy común, más frecuente en mujeres y ancianos, que se caracteriza por la imposibilidad de mantener un equilibrio entre el flujo sanguíneo que llega a los miembros inferiores y su retorno, siendo generalmente provocado por el mal funcionamiento de las válvulas existentes. en las venas, y también puede estar asociado con la obstrucción del flujo venoso.
Dependiendo de la gravedad, esta enfermedad puede resultar bastante invalidante, debido a la aparición de síntomas, como pesadez y dolor en las piernas, hinchazón, hormigueo, picor, manifestaciones cutáneas, entre otros.
El tratamiento depende de la gravedad de la enfermedad y se puede realizar con administración de medicación, uso de medias de compresión y en algunos casos puede ser necesario recurrir a la cirugía.
Cuales son los signos y síntomas
Los síntomas más comunes que pueden manifestarse en personas con insuficiencia venosa son pesadez y dolor en el miembro afectado, picor, sensación de cansancio, calambres nocturnos y hormigueo.
Además, algunos signos característicos de la insuficiencia venosa crónica son la aparición de arañas vasculares, varices, hinchazón y pigmentación de la piel.
Posibles Causas
La insuficiencia venosa es causada por el mal funcionamiento de las válvulas que están presentes a lo largo de las venas, que son responsables del retorno de la sangre al corazón y también puede estar asociada con la obstrucción del flujo venoso.
Cuando funcionan correctamente, estas válvulas se abren hacia arriba, permitiendo que la sangre suba y se cierren poco después para evitar que la sangre fluya hacia abajo nuevamente. En las personas con insuficiencia venosa, las válvulas pierden la capacidad de cerrarse por completo, lo que permite que la sangre venosa refluya hacia las extremidades, provocando un aumento de la presión en las piernas, debido a la acción de la gravedad y la aparición de hinchazón.
Cuáles son los factores de riesgo
Los casos en los que existe un mayor riesgo de padecer insuficiencia venosa son:
- El embarazo y el uso de anticonceptivos orales, que pueden agravar la enfermedad venosa crónica, ya que los estrógenos aumentan la permeabilidad venosa y la progesterona promueve la dilatación;
- Obesidad;
- De pie durante largos períodos de tiempo;
- Vida sedentaria;
- Antecedentes familiares de venas varicosas o insuficiencia venosa crónica;
- Historia previa de trauma en la extremidad inferior afectada;
- Historia de tromboflebitis.
Cual es el diagnostico
El diagnóstico suele consistir en una valoración del historial médico personal y familiar, valoración de los factores de riesgo asociados y análisis de la presencia de otras enfermedades y duración de los síntomas. También se realiza un examen físico para detectar signos como hiperpigmentación, presencia de varices, hinchazón, eccema o úlceras activas o cicatrizadas, por ejemplo.
Además, el médico también puede utilizar métodos de diagnóstico, como el eco-color doppler, que es el principal método de evaluación después del examen clínico, que permite la detección de mal funcionamiento de las válvulas venosas u obstrucción crónica. También se puede utilizar una técnica llamada pletismografía venosa, que se puede utilizar como una prueba cuantitativa complementaria para evaluar el grado de deterioro de la función venosa.
Cuando el diagnóstico no es concluyente, puede ser necesario recurrir a un examen invasivo, llamado flebografía.
Que evitar
Para evitar o aliviar los síntomas y evitar que la enfermedad empeore, la persona debe evitar estar de pie muchas horas o permanecer mucho tiempo en lugares calientes, evitar un estilo de vida sedentario, exposición prolongada al sol, baños calientes, saunas y evite usar tacones o zapatos muy poco profundos.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento dependerá de la gravedad de la enfermedad y consiste en el uso de medias compresivas o elásticas, que favorecen la reabsorción del edema y previenen su formación, disminuyen el calibre venoso y aumentan la velocidad del flujo, reduciendo el reflujo sanguíneo cuando la persona está de pié. Descubra cómo funcionan las medias de compresión.
Además, el médico también puede prescribir remedios venotónicos, como la hesperidina y la diosmina, por ejemplo, principalmente para el alivio de los síntomas y reducción del proceso inflamatorio de las válvulas. Estos remedios aumentan el tono venoso, disminuyen la permeabilidad capilar y actúan sobre la pared y válvulas venosas, previniendo el reflujo venoso. También promueven una mejora del flujo linfático y tienen una acción antiinflamatoria.
En algunos casos puede ser necesario realizar escleroterapia, si la persona tiene arañas vasculares y cirugía, si tiene varices, con el fin de prevenir la progresión de la enfermedad.
Para que el tratamiento sea más efectivo, la persona debe mantener un peso saludable, elevar los pies, siempre que esté sentada, evitar estar de pie y de pie y realizar ejercicio físico.
Creado por: Equipo Editorial de Tua Saúde
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