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El lavado de oídos es un procedimiento que permite eliminar el exceso de cera, pero también se puede utilizar para eliminar cualquier tipo de suciedad que se haya acumulado más profundamente en el canal auditivo con el tiempo.
Sin embargo, el lavado no debe utilizarse para retirar objetos que se hayan insertado en el canal auditivo, como puede ocurrir con los niños. En tales casos, debe acudir de inmediato al otorrinolaringólogo o al pediatra para que retire el objeto sin causar daño al oído. Vea qué hacer en caso de un insecto u objeto en el oído.
El lavado de oídos solo debe ser realizado por un otorrinolaringólogo u otro profesional de la salud calificado, sin embargo, hay situaciones en las que el médico puede recomendar algo similar y más seguro, conocido como "irrigación de bulbos", que se puede hacer en casa aliviar las molestias de las personas que a menudo sufren de un oído bloqueado, por ejemplo.
Para que esta lavando
La acumulación excesiva de cerumen en el oído puede causar daños menores al canal auditivo y dificultar la audición, especialmente en personas donde el cerumen está muy seco, por lo que el lavado ayuda a reducir el riesgo de estos cambios, especialmente cuando fallan otras formas de tratamiento. tuvieron éxito.
Además, y a diferencia del hisopo, también es un método relativamente seguro para eliminar pequeños insectos o pequeños trozos de comida, evitando que se muevan a un lugar más profundo del oído. Vea otras formas de limpiar su oído sin un hisopo de algodón.
Si bien es una técnica sencilla, el lavado no debe realizarse en casa, ya que el oído tiene mecanismos naturales para eliminar la cera. Por lo tanto, esta técnica solo debe usarse cuando lo indique un otorrinolaringólogo. Sin embargo, existe la posibilidad de regar con una jeringa de pera, que se vende en la farmacia y que se considera una práctica segura para hacer en casa.
Como hacerlo en casa
El lavado de oídos no debe realizarse en casa, ya que es necesario contar con la orientación de un profesional para evitar complicaciones, como infecciones o perforación del tímpano.
Sin embargo, para las personas que sufren de acumulación de cera con mucha frecuencia, el médico puede recomendar una técnica similar, llamada irrigación del bulbo, que se realiza de la siguiente manera:
- Gire la oreja hacia y tire de la oreja desde la parte superior, abriendo ligeramente el canal auditivo;
- Coloque la punta de la pera de jeringa en la entrada del oído, sin empujar la punta hacia adentro;
- Apriete ligeramente la jeringa y vierta un pequeño chorro de agua tibia en el oído;
- Espere unos 60 segundos en esta posición y luego gire la cabeza de costado para dejar salir el agua sucia;
- Seque bien la oreja con una toalla suave o un secador de pelo a baja temperatura.
Esta técnica debe realizarse con una jeringa de bulbo, que se puede comprar en la farmacia.
Jeringa de bulbo
Posibles riesgos
El lavado de oídos es un procedimiento muy seguro cuando lo realiza un otorrinolaringólogo u otro profesional de la salud capacitado. Aún así, como cualquier otro procedimiento, también tiene riesgos, como:
- Infección del oído: ocurre principalmente cuando el canal auditivo no se seca correctamente después del lavado;
- Perforación del tímpano: aunque es más raro, puede surgir si el lavado se realiza mal y empuja la cera al interior del oído;
- Emergencia del vértigo: el lavado puede interferir con los fluidos presentes naturalmente en el oído, provocando la sensación temporal de vértigo;
- Pérdida temporal de audición: si el lavado provoca inflamación en el oído.
Por tanto, aunque se puede realizar en determinados casos, el lavado de oídos no debe ser muy frecuente, ya que tampoco es beneficioso la eliminación excesiva de cera. La cera es producida naturalmente por el oído para proteger el canal auditivo de lesiones e infecciones.
¿Quién no debe lavar?
Aunque es relativamente seguro, las personas con un tímpano perforado, infección de oído, dolor de oído severo, diabetes o que padecen algún tipo de enfermedad que cause un sistema inmunológico debilitado deben evitar lavarse los oídos.
Si no puede lavarse, vea otras formas naturales de eliminar el cerumen.