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El pinchazo de aguja es un accidente grave pero relativamente común que suele ocurrir en el hospital, pero también puede ocurrir a diario, especialmente si caminas descalzo por la calle o en lugares públicos, ya que puede haber una aguja perdida.
En tales casos, lo que debe hacer es:
- Lave el área con agua y jabón. También se puede usar un producto antiséptico, sin embargo, los estudios indican que esto no parece disminuir el riesgo de contraer una enfermedad;
- Identifique si la aguja fue utilizada anteriormente por alguien que pudiera tener una enfermedad contagiosa. Si esto no es posible, se debe considerar que se utilizó la aguja;
- Acuda al hospital si la aguja se ha utilizado anteriormente, para realizar análisis de sangre y diagnosticar cualquier enfermedad que necesite tratamiento.
Algunas enfermedades pueden tardar unos meses en identificarse en los análisis de sangre y, por ello, es recomendable acudir al hospital para repetir las pruebas a las 6 semanas, 3 meses y 6 meses, sobre todo si las pruebas siempre han sido negativas.
Durante el período en que son necesarios los exámenes, también es recomendable tomar precauciones para evitar transmitir una posible enfermedad a otras personas, especialmente mediante el uso de condones durante las relaciones sexuales.
Principales riesgos del pinchazo con aguja
Existen varios virus que pueden transmitirse con una aguja, incluso si aún no se ha utilizado, ya que puede transportar microorganismos presentes en el aire directamente a los vasos sanguíneos.
Sin embargo, las situaciones de mayor riesgo ocurren cuando la aguja ya ha sido utilizada por otra persona, especialmente cuando se desconoce su historial, ya que puede haber transmisión de enfermedades como el VIH y la hepatitis B o C.
Consulte qué síntomas del VIH, la hepatitis B o la hepatitis C pueden aparecer.
Cómo evitar un pinchazo de aguja
Para evitar un pinchazo accidental con la aguja, se debe tener especial cuidado, como:
- Evite pararse descalzo en la calle o en lugares públicos, especialmente sobre el césped;
- Deseche las agujas en un recipiente adecuado, en caso de que necesite usarlo en casa para administrar insulina, por ejemplo;
- Entregue el recipiente de la aguja a la farmacia cuando esté 2/3 lleno;
- Evite tapar una aguja que ya haya sido utilizada.
Este cuidado es especialmente importante para los profesionales de la salud, pero también para las personas que entran en contacto frecuente con agujas en casa, especialmente en el caso del tratamiento de la diabetes, con insulina o administración de heparina.
Las personas que tienen mayor riesgo de sufrir un pinchazo accidental con una aguja incluyen los profesionales de la salud, los profesionales de laboratorio clínico y los cuidadores de personas con enfermedades crónicas, especialmente diabetes o problemas cardíacos.