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Los cambios en la leche, las infecciones intestinales o los problemas en el estómago del bebé pueden provocar cambios en las heces, y es importante que los padres conozcan las características de la caca del bebé, ya que puede indicar cambios en el estado de salud del niño.
Así, es importante consultar al pediatra siempre que aparezcan cambios bruscos en las heces, especialmente cuando se acompañan de otros síntomas como disminución del apetito, vómitos o irritabilidad, para que el bebé sea evaluado e inicie el tratamiento adecuado de inmediato.
1. Color de las heces
Los cambios en el color de las heces del bebé están relacionados con la velocidad con la que los alimentos pasan por el intestino, el tipo de alimentos o problemas de salud, como se muestra a continuación:
Amarillo
El color amarillento es normal en las heces de los bebés, especialmente aquellos que se alimentan solo con leche materna. Cuando se alimenta con fórmula láctea, las heces son de color amarillo oscuro, más marrón. Por lo tanto, la caca amarilla solo debe ser una fuente de preocupación cuando está en forma de diarrea.
Verduras
El color verde aparece en las heces del bebé principalmente en la primera semana de vida o cuando es alimentado exclusivamente con leche materna, teniendo luego un color verde claro. Sin embargo, este color también puede deberse a la presencia de infección, cambio de leche, intolerancia a algún alimento o uso de medicamentos. Ver más en: ¿Qué puede ser caca verde bebé?
Además, si la caca es verde y brillante con textura espumosa, puede ser una señal de que el bebé se está alimentando solo con el inicio de la lactancia, que está compuesta especialmente por agua.
Qué hacer: Si aparecen después de la segunda semana de vida o si el tono de verde se vuelve más fuerte, debe consultar a su pediatra para identificar la causa del problema. Si las heces son verdes y espumosas, se debe permitir que el bebé seque todo el seno antes de cambiar de seno, ya que esta es la única forma en que podrá ingerir la grasa láctea y las calorías necesarias para un crecimiento saludable.
Blanco
Pueden indicar problemas de mala digestión por falta de bilis, un líquido producido por el hígado que ayuda a digerir las grasas de la dieta y que es responsable del color oscuro de las heces.
Qué hacer: Si este color persiste durante más de 2 o 3 días, debes acudir a tu pediatra, ya que el bebé puede tener un problema de hígado y acabar perdiendo peso por mala digestión.
rojo
Pueden ocurrir debido a una mayor ingesta de alimentos como remolacha, frijoles o moras. Sin embargo, las heces rojas también pueden ser un signo de sangre en el tracto intestinal, lo que puede estar provocado por problemas como infección intestinal, estreñimiento, hemorroides o alergia alimentaria, y es necesario acudir pronto al pediatra. Vea otras causas aquí.
Qué hacer: Si el color rojo no se debe al aumento de la ingesta de alimentos oscuros, debe buscar atención médica de inmediato para identificar la presencia y la causa del sangrado intestinal.
Marrón oscuro
Puede ser un signo de sangre por lesiones en el tracto intestinal o por la presencia de llagas en los senos de la madre, que pueden acabar provocando que el bebé ingiera sangre.
Además, el color marrón oscuro también puede ser una señal de que el bebé está tomando suplementos dietéticos como el hierro, que terminan oscureciendo las heces.
Qué hacer: En caso de usar suplementos, el cambio de color es normal y solo se debe observar si las heces mejoran después de finalizar la medicación. Sin embargo, el color oscuro no tiene una causa aparente, es importante buscar al pediatra pronto para tratar de identificar el problema.
Así, lo importante es recordar estar atento a los cambios en las heces del bebé y su ritmo de tránsito intestinal, pues cambios bruscos o acompañados de otros síntomas, como fiebre, dolor, hinchazón e irritación, pueden indicar la presencia de enfermedades.
2. Cantidad de heces
La cantidad de heces del bebé varía según el tipo de alimento y la edad, y las deposiciones son comunes después de cada comida o hasta 2 veces por semana.
En general, los recién nacidos alimentados exclusivamente con leche materna suelen hacer caca después de cada toma, pero esta frecuencia disminuye después de aproximadamente 3 a 6 semanas, debido a la maduración de la leche materna.
Sin embargo, se debe estar atento y buscar al pediatra si la cantidad de heces disminuye repentinamente, sin ninguna razón aparente o cambios en la dieta del niño, ya que puede ser un indicio de un problema.
3. Consistencia de las heces
La consistencia normal de las heces del bebé es pastosa, pero es común que los niños alimentados con leche en polvo tengan deposiciones más consistentes o grumosas, ya que la fórmula láctea es más difícil de digerir que la leche materna.
Sin embargo, los cambios repentinos en la consistencia pueden indicar problemas de salud como:
Presión de vientre
Las deposiciones son más pequeñas y tienen forma de pequeñas bolas duras, pudiendo aparecer también dolor, rigidez de la barriga y grietas en el ano, debido a la dificultad para defecar.
El estreñimiento puede indicar deshidratación, cambios en la tolerancia a la leche o un mayor consumo de alimentos difíciles de digerir, como semillas, frijoles y maíz.
Qué hacer: Dele más agua al bebé y observe si mejora la consistencia. Además, si el niño ya está comiendo alimentos sólidos, trate de ofrecerle más frutas y verduras cocidas para aumentar la cantidad de fibra en la dieta. Sin embargo, si el estreñimiento persiste durante más de 3 días, se debe buscar un pediatra. Vea otros signos en: Signos de deshidratación en niños.
Diarrea
Se caracteriza por la aparición de al menos 3 deposiciones líquidas más de lo normal, y puede indicar problemas como infección por virus o alergia a la leche o algún alimento.
Qué hacer: Ofrézcale al bebé mucha agua para evitar la deshidratación y proporciónele alimentos de fácil digestión si el bebé ya come sólidos, como gachas de maíz, pollo o arroz cocido. También es importante consultar a un médico para evaluar la causa de la diarrea, especialmente si también hay fiebre o vómitos o si el bebé tiene menos de 3 meses. Vea más en: Cómo tratar la diarrea del bebé.