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La neumonía es una infección respiratoria provocada por virus, bacterias u hongos que pueden provocar síntomas como fiebre, tos, dificultad para respirar y falta de aire.
Los síntomas de la neumonía pueden aparecer repentina o gradualmente, apareciendo cuando el sistema inmunológico se debilita, como después de un resfriado o una gripe, que no desaparecen o empeoran con el tiempo.
Alvéolos con neumonía
Prueba en línea de síntomas de neumonía
Aunque existen diferentes tipos de neumonía, en la mayoría de los casos los síntomas son similares, variando solo el tratamiento indicado por el neumólogo. Para saber si puede tener neumonía, seleccione sus síntomas:
- 1. Fiebre superior a 38 ° C No Sí
- 2. Dificultad para respirar o falta de aire No Sí
- 3. Respirar más rápido de lo normal No Sí
- 4. Tos seca No Sí
- 5. Tos con flema verdosa o sangre No Sí
- 6. Dolor de pecho No Si
- 7. Dolor de cabeza constante No Si
- 8. Cansancio frecuente o dolores musculares No Sí
- 9. Sudores nocturnos intensos No Sí
Estos síntomas también pueden variar ligeramente según se trate de un adulto, un bebé o una persona mayor. Así, además de los síntomas indicados, un bebé o niño, que tenga más dificultad para explicar lo que siente, también puede presentar otros signos como agitación, temblores, vómitos, disminución del apetito y, en el caso de los bebés, llanto excesivo.
En los ancianos, es posible que se desarrollen otros síntomas, como confusión y pérdida de memoria, asociados con fiebre, dificultad para respirar y tos.
Cómo confirmar la neumonía
El diagnóstico de neumonía generalmente se realiza mediante la evaluación de los síntomas y un examen de rayos X, para verificar el estado de salud de los pulmones. Además, también se pueden solicitar otras pruebas, como análisis de sangre convencionales, un examen de flema, cultivos o un análisis de gases en sangre arterial, que se utilizan para evaluar los cambios en la sangre e identificar el tipo de infección presente. Descubra en qué consisten la gasometría arterial.
Opciones de tratamiento
El tratamiento para la neumonía se puede realizar con antibióticos, pero mantener las vías respiratorias despejadas y comer alimentos fácilmente digeribles que estimulan la inmunidad son formas excelentes de recuperarse más rápido. Así, el tratamiento indicado por el neumólogo se puede realizar con las siguientes opciones:
1. Medicamentos para eliminar virus o bacterias
En los casos leves, la mayor parte del tratamiento de la neumonía se puede realizar en casa, tomando medicamentos que combaten los microorganismos responsables de causar la enfermedad. Después de confirmar la neumonía, en la mayoría de los casos, no es posible averiguar de inmediato qué microorganismo está causando la enfermedad. Sin embargo, como las bacterias son el agente infeccioso más común, el médico puede optar por recetar antibióticos.
En niños menores de 1 año y en ancianos mayores de 70 y que tengan otros problemas de salud asociados, como diabetes, el médico puede preferir que la persona sea ingresada para recibir tratamiento en el hospital. En los casos más graves, cuando prácticamente la persona no puede respirar sola, puede ser necesario permanecer en la UCI.
2. Tratamiento domiciliario
El tratamiento puede durar hasta 21 días, y se recomiendan algunas precauciones, que pueden verse como un tratamiento casero para la neumonía, como:
- Beber mucha agua;
- Cúbrase la boca para toser y lávese las manos con regularidad para prevenir la transmisión de la enfermedad;
- Evite ir a lugares públicos o cerrados;
- Nebulizar con solución salina o medicamentos, cuando esté indicado;
- Descansar y descansar, evitando esfuerzos;
- No tome medicamentos para la tos sin consejo médico;
- Evite los cambios bruscos de temperatura.
Estas precauciones previenen la transmisión y agravamiento de la enfermedad, asegurando una correcta recuperación.
3. Qué comer para recuperarse más rápido
La alimentación también es un factor muy importante en todo el proceso de recuperación, y se recomienda apostar por el consumo de sopas de verduras, té de equinácea, ajo, cebolla o extracto de propóleo. Vea el video de nuestro nutricionista para conocer otros consejos:
¿Cuáles son las causas de la neumonía?
Algunas afecciones que pueden causar neumonía incluyen:
- Virus o bacterias presentes en la nariz o garganta que llegan al pulmón;
- Aspiración de un objeto hacia los pulmones, como puede ocurrir cuando el niño se mete un frijol o un juguete pequeño en la nariz y se detiene en el pulmón;
- Aspiración de vómitos, provocando inflamación de los tejidos pulmonares;
- Uso de algún equipo para ayudarlo a respirar, como CPAP, y está sucio, con virus o bacterias que van directamente al pulmón;
- Ingreso al hospital hasta 48 horas antes de que aparezcan los síntomas, lo que indica que el virus o bacteria llegó a los pulmones de la persona cuando aún estaba en el hospital, pero los síntomas no comenzaron a manifestarse hasta días después.
Las personas más afectadas son los niños menores de 5 años y los ancianos mayores de 70 años, quienes tienen una salud más frágil, enfermándose con mayor facilidad. Sin embargo, cualquier persona puede contraer neumonía, especialmente si tiene algún cambio, como dificultad para tragar, no eliminar la flema o tener un sistema inmunológico debilitado, porque está en tratamiento contra el cáncer o el VIH, por ejemplo.