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La primera forma de tratamiento que suele estar indicada para las hernias de disco es el uso de antiinflamatorios y fisioterapia, para aliviar el dolor y reducir otros síntomas, como dificultad para mover las extremidades u hormigueo.
Otras opciones alternativas, como la acupuntura, Pilates o el uso de algunos tés, también pueden ayudar a complementar el tratamiento médico, potenciando el efecto de los medicamentos y reduciendo aún más las molestias.
Sin embargo, como la hernia discal es un cambio que provoca la compresión del disco que se encuentra entre las vértebras, proyectándolo fuera de su espacio, en ocasiones estos tratamientos no son suficientes para restaurar la calidad de vida de la persona, en cuyo caso , está indicada la cirugía de hernia discal.
1. Tratamiento con medicamentos
El tratamiento recomendado para las hernias de disco incluye el uso de medicamentos, como:
- Antiinflamatorios, como ibuprofeno, diclofenaco o ketoprofeno: ayudan a reducir la inflamación y el dolor provocado por la compresión del disco intervertebral;
- Analgésicos, que pueden ser más débiles, como la dipirona o el paracetamol, o más potentes, como el tramadol o la codeína: ayudan a aliviar el dolor y las molestias provocadas por la compresión del disco espinal;
- Relajantes musculares, como ciclobenzaprina o baclofeno: para reducir el dolor causado por espasmos musculares en la espalda o piernas;
- Los remedios anticonvulsivos, como la gabapentina o la pregabalina: se utilizan, en este caso, para aliviar el dolor causado por la compresión de los nervios cercanos a la hernia;
- Inyecciones de corticosteroides en la columna, como betametasona o prednisona: para reducir la inflamación en el sitio de la hernia discal.
El uso de remedios antiinflamatorios, a pesar de tener un buen efecto especialmente en las crisis de dolor de hernia lumbar, no debe usarse con mucha frecuencia, ya que provocan muchos efectos secundarios, como irritación de estómago o alteración de la función renal.
En los casos en los que necesite usar medicación durante un tiempo prolongado, los analgésicos, relajantes musculares o anticonvulsivos, según lo prescrito por su médico, son las mejores opciones.
2. Fisioterapia para hernias de disco
Además de los medicamentos, el ortopedista también puede asesorar la realización de sesiones de fisioterapia, donde se realizan ejercicios y posiciones aprendidas que son importantes para completar el tratamiento con medicamentos y disminuir el dolor. Vea todo sobre cómo funciona la fisioterapia para hernias discales.
El tiempo de tratamiento con fisioterapia depende del tipo de hernia y de la intensidad de los síntomas que se presenten, pero puede variar de 1 mes a 6 meses, o más.
3. Tratamiento natural
Existen formas de aliviar el dolor causado por las hernias de disco con tratamientos caseros que, en algunos casos, pueden reemplazar o reducir la dosis de medicamentos. Los principales son:
- Acupuntura: ayuda a eliminar el dolor mediante pequeñas agujas que se insertan en puntos de presión para desencadenar una acción analgésica;
- Pilates: los ejercicios de postura y estiramiento realizados en Pilates pueden ayudar a estabilizar la hernia de disco y disminuir el dolor. Es importante que las clases de Pilates las realice un fisioterapeuta;
- Masaje: si es realizado por profesionales calificados y con experiencia en el tratamiento de enfermedades de la columna, puede aliviar los síntomas debidos al estiramiento y relajación muscular;
- Hierbas naturales: algunas plantas se pueden utilizar para hacer tiritas, condimentar alimentos o hacer tés, como clavo, jengibre, canela, hinojo o corteza de uñas de gato, por ejemplo, que tienen acción antiinflamatoria. Aprenda recetas de té que son excelentes antiinflamatorios naturales.
Durante los períodos de crisis, debe descansar unas horas, pero siempre prefiera el movimiento porque disminuye la rigidez de los músculos y ayuda a controlar el dolor. Pero es importante evitar realizar grandes esfuerzos como limpiar, o levantar objetos pesados porque de esta forma la columna está más protegida, evitando manipulaciones o movimientos que puedan agravar la inflamación.
Vea, en el siguiente video, los consejos de un fisioterapeuta que pueden ayudar a mejorar los síntomas de una hernia de disco:
4. Cirugía de hernia discal
La cirugía para tratar hernias discales está indicada especialmente si es del tipo extruido o secuestrado, cuando no ha habido mejoría de los síntomas con el uso de fármacos y fisioterapia, o cuando los síntomas son tan intensos que provocan pérdida de fuerza y discapacidad.
El procedimiento se realiza en un centro quirúrgico, con anestesia general, retirando el disco de la columna afectada, con un pequeño corte, seguido de la unión de vértebras o la sustitución del disco por un material artificial. Puede ser realizado por el ortopedista, pero también por el neurocirujano, ya que interfiere con partes importantes del sistema nervioso espinal.
Otra opción quirúrgica es el procedimiento de endoscopia, en el que la extracción del disco afectado se realiza a través de un tubo delgado que se inserta a través de la piel, con una cámara en la punta. Aunque más simple, este tipo de procedimiento se realiza en casos específicos, dado a conocer por el cirujano, dependiendo de su experiencia y la ubicación de la columna afectada.
Como es la recuperacion
Después del procedimiento, la persona puede ser dada de alta en 1 o 2 días, pero debe descansar en casa durante 1 semana, realizando tareas sencillas como el cuidado personal y caminar distancias cortas. Puede ser necesario un collar o chaleco durante 2 semanas, para evitar forzar el lugar y dar seguridad a la persona.
La mayoría de las actividades, como trabajar, ya se liberan después de este período, pero las actividades físicas que requieren esfuerzo se liberan después de 1 mes.
Signos de mejora
Los signos de la mejoría de la hernia de disco suelen aparecer unas 3 semanas después del inicio del tratamiento e incluyen principalmente una reducción del dolor y una reducción de la dificultad para mover las extremidades.
Signos de empeoramiento
Los signos de empeoramiento de la hernia discal son más frecuentes cuando el tratamiento no está funcionando e incluyen dificultad para caminar, pararse o mover el cuerpo, así como pérdida de la sensibilidad para orinar o evacuar, por ejemplo.