Contenido
La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es un micronutriente que tiene varias funciones esenciales en el organismo, participando en la formación de colágeno, absorción de hierro a nivel intestinal, síntesis de norepinefrina y en la conversión del colesterol en ácidos biliares. Además, también tiene acción antioxidante, protegiendo a las células del daño causado por los radicales libres y actuando en las formas de regular el metabolismo y la formación de las células sanguíneas.
La principal enfermedad relacionada con la deficiencia de vitamina C es el escorbuto, cuyos síntomas se manifiestan después de 4 a 6 meses de carencia de la vitamina, provocando la aparición de algunos signos y síntomas como hematomas en la piel. El escorbuto infantil también se conoce como enfermedad de Moeller-Barlow y también se caracteriza por importantes deformidades óseas, deterioro del crecimiento y cambios cardíacos.
Signos y síntomas de falta de vitamina C
La deficiencia de vitamina C puede causar algunos signos y síntomas como:
- Cansancio, palidez y mareos, debido a anemia causada por mala absorción de hierro;
- Dificultad en la cicatrización de heridas debido a la deficiencia de colágeno;
- Sangrado, principalmente de encías y nariz, pero que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, debido a la rotura de los tejidos que sostienen los vasos sanguíneos;
- Manchas violáceas en el cuerpo, también debido a la fragilidad de los vasos sanguíneos;
- Deformidades óseas y mayor riesgo de fracturas, especialmente en niños, ya que altera el proceso de calcificación y formación ósea;
- Pérdida de cabello y debilitamiento de uñas, cartílagos y articulaciones;
- Dolor de huesos e hinchazón en el cuerpo;
- Caída y ablandamiento de los dientes, ya que altera la formación de dentina, que es la matriz de los dientes;
- Mayor riesgo de infecciones, como resfriados y gripe, ya que la falta de vitamina C altera la formación de glóbulos blancos y altera diversas funciones del sistema inmunológico;
- Tristeza, estrés mental y dificultades de razonamiento, porque la falta de esta vitamina puede producir cambios químicos en el cerebro.
Además, si no se identifica y se trata la deficiencia, puede haber otros síntomas como cansancio excesivo y letargo.
Causas de la falta de vitamina C
La vitamina C se absorbe en el intestino y su principal fuente son los alimentos, por lo que la falta de esta vitamina ocurre cuando la dieta es insuficiente o cuando la absorción por el intestino no es la adecuada. Así, algunos de los principales factores de riesgo son la desnutrición, la anorexia, el tabaquismo, el alcoholismo, las enfermedades intestinales y las inflamaciones, como la enfermedad de Crohn, por ejemplo. Además, durante el embarazo y la lactancia, existe una mayor necesidad de esta vitamina.
La deficiencia de vitamina C también puede ocurrir en personas con enfermedades del tracto gastrointestinal, enfermedades inflamatorias crónicas o agudas, personas en el posoperatorio de una cirugía intestinal o que tengan quemaduras graves.
La diarrea también puede incrementar las pérdidas fecales de esta vitamina, así como la aclorhidria, que es una condición en la que no se produce ácido gástrico, disminuyendo la cantidad de vitamina que se absorbe.
Como se hace el tratamiento
La vitamina C se encuentra principalmente en frutas y verduras, como piña, acerola, naranja, limón y pimientos, por ejemplo, y la presencia de estos alimentos en la dieta es importante para cubrir las necesidades diarias. Consulte la lista completa de fuentes alimentarias de vitamina C.
La cantidad de vitamina C que se debe consumir diariamente es de aproximadamente 75 mg por día para las mujeres y 90 mg por día para los hombres mayores de 19 años.
Sin embargo, algunas personas pueden necesitar cantidades mayores, como mujeres embarazadas, fumadores y personas que usan algunos medicamentos que pueden afectar la absorción de esta vitamina, como anticonceptivos, antidepresivos y diuréticos. En el caso de bebés, niños y adolescentes, la cantidad es menor, y se recomienda consultar al médico o nutricionista para ajustar el reemplazo vitamínico en estos casos.
Como la vitamina C se puede eliminar, poco a poco, a través de la orina, su consumo debe ser diario, y si no se alcanza la cantidad necesaria con los alimentos, también es posible consumir suplementos con vitamina C, lo cual debe ser asesorado por un nutricionista. para que no se haga por culpa o en exceso.
Vea cómo usar la vitamina C a diario viendo el siguiente video: