Contenido
La fimosis es la incapacidad de retraer la piel del pene para exponer el glande, lo que crea la sensación de que hay un anillo en la punta del pene que evita que la piel se deslice normalmente. Después del nacimiento, es común que los bebés tengan este tipo de problema, pero hasta los 3 años, la piel del pene generalmente se afloja espontáneamente y comienza a funcionar normalmente.
Existen varias formas de tratamiento, que deben ser evaluadas y guiadas por el pediatra, según el grado de fimosis. Así, para los casos más leves, solo se pueden utilizar pequeños ejercicios o ungüentos, mientras que para los casos más graves, puede ser necesaria la cirugía, por ejemplo.
Opciones de tratamiento para la fimosis infantil
El tratamiento de la fimosis se realiza de acuerdo con la gravedad de los síntomas, que pueden incluir:
1. Aplicación de ungüento
Para tratar la fimosis infantil se puede aplicar un ungüento con corticoesteroides, como Postec y Betnovate, que actúa suavizando el tejido del prepucio y adelgazando la piel, facilitando el movimiento y limpieza del pene.
Generalmente, esta pomada se aplica 2 veces al día durante aproximadamente 6 semanas a meses, según las indicaciones del pediatra. Aprenda a poner correctamente la pomada para la fimosis.
2. Ejercicios en el prepucio
Los ejercicios sobre el prepucio siempre deben ser indicados por el pediatra y consisten en intentar mover la piel del pene lentamente, estirando y encogiendo el prepucio sin forzar ni causar dolor. Estos ejercicios deben realizarse durante aproximadamente 1 minuto, 4 veces al día, durante un período de al menos 1 mes para obtener mejoras.
3. Cirugía
La cirugía de fimosis, también conocida como circuncisión o postectomía, consiste en eliminar el exceso de piel para facilitar la limpieza del pene y reducir el riesgo de infecciones.
La cirugía la realiza un urólogo pediatra, tiene una duración aproximada de 1 hora, incluye el uso de anestesia general y en niños se recomienda entre los 7 y 10 años de edad. La estancia hospitalaria dura alrededor de 2 días, pero el niño puede volver a la rutina normal 3 o 4 días después de la cirugía, cuidando de evitar deportes o juegos que impacten en la región durante unas 2 a 3 semanas.
4. Colocación del anillo de plástico
La colocación del anillo de plástico se realiza mediante una cirugía rápida, que dura alrededor de 10 a 30 minutos y no requiere anestesia. El anillo se inserta alrededor del glande y debajo del prepucio, pero sin apretar la punta del pene. Con el tiempo, el anillo cortará la piel y liberará su movimiento, cayendo después de unos 10 días.
Durante el período de uso del anillo, es normal que el pene se enrojezca y se hinche, pero eso no impide orinar. Además, este tratamiento no requiere apósitos, utilizando solo un ungüento anestésico y lubricante para facilitar la recuperación.
Síntomas principales
Los signos y síntomas de la fimosis en el niño se pueden notar en los primeros años de vida, en los que se observa un exceso de piel en la punta del pene del bebé. A medida que el niño se desarrolla, pueden aparecer otros signos y síntomas, como:
- Dificultad para orinar, con dolor o ardor;
- Dolor durante la erección;
- Secreciones en el pene, con mal olor;
- Dificultad para controlar el impulso de orinar por la noche;
- Sangrado, especialmente al forzar la piel.
Es importante recordar que la fimosis no impide el normal crecimiento y desarrollo del pene, pero debe tratarse para evitar complicaciones, como infecciones graves en el sitio, debido a la dificultad para lavar la región.
Cuando la fimosis ocurre al nacer, no es posible prevenirla, pero a lo largo de la vida es muy importante realizar la correcta higiene del pene todos los días con agua y un jabón suave, limpiando toda la región debajo de la piel para que no se acumule suciedad y secreciones, convirtiéndose en una infección. Para no agravar el problema, también es importante aumentar la frecuencia de limpieza del lugar y acudir al médico para iniciar el tratamiento.
Posibles complicaciones de la fimosis
Cuando no se trata, la fimosis puede causar complicaciones como infecciones frecuentes del tracto urinario, infecciones del pene, mayores posibilidades de contagio con enfermedades de transmisión sexual, dolor y sangrado durante el contacto íntimo y mayor riesgo de cáncer de pene.