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La actividad física regular es una gran opción para controlar la presión arterial alta, también llamada hipertensión, porque favorece la circulación sanguínea, aumenta la fuerza del corazón y mejora la capacidad respiratoria. Algunas de las actividades recomendadas son caminar, nadar, aeróbic acuático y entrenamiento con pesas al menos 3 veces a la semana durante al menos 30 minutos.
Sin embargo, antes de comenzar a hacer ejercicio, es importante que la persona con hipertensión acuda al médico para una evaluación general, que incluya análisis de sangre y corazón para saber si es capaz de hacer ejercicio sin limitaciones y, antes cada entrenamiento debe medir la presión y comenzar la actividad solo si la presión es menor de 140/90 mmHg.
Además del ejercicio es importante mantener una dieta equilibrada y saludable, baja en sal, sin embutidos ni snacks y, en algunos casos, recurrir al uso de medicamentos indicados por el médico para bajar la presión, ayudando a mantener la presión dentro de los valores normales, que son 120/80 mmHg.
Entrenamiento para controlar la presión arterial alta
Para bajar la presión, se deben realizar todos los días actividades físicas que contribuyan a bajar la frecuencia cardíaca, aumentar la fuerza del corazón y aumentar la facilidad para respirar.Por lo tanto, para controlar la hipertensión, se debe realizar:
- Ejercicios aeróbicos, como caminar, nadar, bailar o andar en bicicleta, por ejemplo, al menos 3 veces por semana durante al menos 30 minutos en intensidad ligera a moderada que aumentan la capacidad cardiorrespiratoria;
- Ejercicios anaeróbicos, al menos dos veces por semana y que pueden implicar ejercicios con pesas y ayudar a fortalecer la musculatura, realizando de 8 a 10 ejercicios con muchas repeticiones, entre 15 y 20, pero pocas series y con series, 1 a 2, por ejemplo .
Es importante que la persona con hipertensión realice las actividades físicas de acuerdo con las orientaciones del instructor, ya que de esta manera es posible controlar las variaciones de presión, ritmo y frecuencia cardíaca, además de evitar que la presión arterial aumente demasiado durante el tiempo. esfuerzo.
Beneficios del ejercicio para la presión arterial alta
Con la práctica regular de actividades físicas, es posible que la presión arterial disminuya en reposo, durante el ejercicio y después del ejercicio, pudiendo disminuir de 7 a 10 mmHg en relación a los valores de presión iniciales. Además, debido a la regulación de la presión arterial, hay una mejora en la capacidad respiratoria y un aumento en la fuerza del corazón, promoviendo la salud.
El efecto del ejercicio físico es más efectivo en etapas leves o moderadas de la hipertensión, evitando en algunos casos el uso de medicamentos para bajar la presión indicada por el médico o provocando una disminución de la dosis de antihipertensivos necesarios para controlar la enfermedad.
Mire este video y vea más consejos para controlar la hipertensión:
Señales de que debe dejar de hacer ejercicio
Algunas personas, especialmente aquellas que no están acostumbradas a la actividad física, pueden presentar algunos signos y síntomas y son indicativos de que es mejor practicar actividad física, como dolor de cabeza severo con mareos, visión doble, sangrado por la nariz, zumbido en el oído y malestar.
Una vez que aparecen los signos y síntomas, es importante medir la presión arterial para ver si se debe interrumpir el ejercicio y si la persona necesita ir al hospital. Durante la medición, si se comprueba que la presión máxima, que es la primera en aparecer en el monitor, se acerca a los 200 mmHg, es necesario dejar de realizar la actividad, ya que existe una mayor probabilidad de desarrollar un problema cardíaco. Luego espere a que la presión baje lentamente, y el valor debería ser menor después de 30 minutos de descanso.
Además, el paciente hipertenso siempre debe medir la presión antes de iniciar cualquier actividad para saber si es capaz de realizar el ejercicio, y solo debe comenzar a ejercitarse si tiene una presión por debajo de 140/90 mmHg. Conozca más síntomas de la presión arterial alta.