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Las bacterias son pequeños microorganismos que están presentes de forma natural en el cuerpo y el medio ambiente y que pueden o no causar enfermedades. Las bacterias que causan enfermedades se conocen como bacterias patógenas que pueden ingresar al cuerpo a través de la ingestión de alimentos o agua contaminados, contacto sexual sin protección o por las vías respiratorias, por ejemplo.
Las enfermedades causadas por bacterias se tratan principalmente con el uso de antibióticos, que deben usarse según las indicaciones del médico para prevenir la aparición de bacterias multirresistentes, que son responsables de infecciones más graves y tratamientos más complicados.
Principales enfermedades causadas por bacterias
1. Infección urinaria
La infección del tracto urinario es una de las infecciones más comunes causadas por bacterias, que puede ocurrir por un desequilibrio en la microbiota genital, o por el hecho de que aguantas el pipí, no realizas una adecuada higiene íntima, bebes poca agua durante el día o tienes piedras en los riñones, por ejemplo.
Existen varias bacterias que pueden causar infección urinaria, siendo las principales Escherichia coli, Proteus sp., Providencia sp. y Morganella spp..
Principales síntomas: Los principales síntomas relacionados con la infección del tracto urinario son dolor y ardor al orinar, orina turbia o con sangre, fiebre baja y persistente, necesidad frecuente de orinar y sensación de no poder vaciar la vejiga.
Cómo tratar: El tratamiento de la infección del tracto urinario lo indica el médico cuando hay síntomas y se identifica el microorganismo, y suele indicarse el uso de antimicrobianos, como Ciprofloxacino, por ejemplo. Sin embargo, cuando no hay síntomas, el médico puede optar por no realizar un tratamiento con antibióticos para prevenir el crecimiento de bacterias resistentes.
Cómo se realiza la prevención: la prevención de las infecciones urinarias se realiza controlando las causas. Así, es importante realizar la higiene íntima de forma adecuada, evitar retener el pis durante mucho tiempo y beber al menos 2 litros de agua al día, por ejemplo.
2. Meningitis
La meningitis corresponde a la inflamación del tejido que rodea el cerebro y la médula espinal, las meninges, y puede ser causada por varias especies de bacterias, siendo las principales steotococos neumonia, Tuberculosis micobacteriana, Haemophilus influenzae y Neisseria meningitidis, que puede adquirirse a través de secreciones de personas diagnosticadas con la enfermedad.
Principales síntomas: Los síntomas de la meningitis pueden aparecer unos 4 días después de la afectación meníngea, con fiebre, dolor de cabeza y al mover el cuello, aparición de manchas violáceas en la piel, confusión mental, cansancio excesivo y rigidez muscular en el cuello.
Cómo tratar: la meningitis generalmente se trata en el hospital, para que el médico pueda evaluar el progreso de la persona y prevenir complicaciones. Así, es necesario el uso de antibióticos, según la bacteria responsable, y puede estar indicado el uso de Penicilina, Ampicilina, Cloranfenicol o Ceftriaxona, por ejemplo, que deben usarse según las indicaciones del médico.
Cómo se hace la prevención: La prevención de la meningitis debe realizarse principalmente mediante la vacunación contra la meningitis, que debe tomarse en la niñez. Además, es importante que las personas con meningitis usen una mascarilla y eviten toser, hablar o estornudar alrededor de personas sanas para evitar el contagio. Descubra qué vacunas protegen contra la meningitis.
3. Enfermedades de transmisión sexual
Las enfermedades de transmisión sexual, o ETS, son enfermedades que se pueden adquirir a través del contacto sexual sin protección, ya sea vaginal, oral o anal. Las ETS más comunes causadas por bacterias son la clamidia, causada por Chlamydia trachomatis, Gonorrea, que es causada por Neisseria gonorrhoeaey sífilis, que es causada por la bacteria Treponema pallidum.
Principales síntomas: En general, los síntomas de las enfermedades de transmisión sexual pueden aparecer días o semanas después de la conducta de riesgo, con aparición de llagas en la región genital, secreción vaginal o peneana, dolor o sangrado durante el contacto íntimo, dolor y ardor. al orinar y dolor abdominal, por ejemplo. Tan pronto como aparezcan estos síntomas, se recomienda consultar al urólogo o ginecólogo para hacer el diagnóstico de la enfermedad e iniciar el tratamiento.
Cómo tratar: El médico recomienda el tratamiento de las ETS de acuerdo con la enfermedad y, por lo general, implica el uso de antibióticos. En el caso de Clamidia, por ejemplo, el médico puede recomendar el uso de Azitromicina o Doxiciclina, mientras que en Gonorrea puede estar indicado el uso de Azitromicina o Ceftriaxona, y en Sífilis Penicilina o Eritromicina.
Además, se recomienda que durante el tratamiento la persona evite tener relaciones sexuales y el tratamiento también debe ser realizado por la pareja, incluso si no hay síntomas.
Cómo se lleva a cabo la prevención: La principal forma de prevención de las enfermedades de transmisión sexual es mediante el uso de condones durante las relaciones sexuales, ya que esto evita el contacto directo entre las mucosas genitales y reduce el riesgo de infecciones por bacterias, parásitos Es un virus.
4. Lepra
La lepra, también conocida como lepra, es una enfermedad causada por la bacteria Mycobacterium leprae y que puede transmitirse por contacto con secreciones nasales de personas con lepra, principalmente.
Principales síntomas: esta bacteria tiene predilección por el sistema nervioso y puede provocar parálisis muscular, por ejemplo. Sin embargo, los síntomas más característicos de la lepra son las lesiones formadas en la piel, que se producen por la presencia de bacterias en la sangre y en la piel. Así, los síntomas más característicos de la lepra son la sequedad de la piel, la pérdida de sensibilidad y la presencia de lesiones y heridas en los pies, la nariz y los ojos, que pueden resultar en ceguera.
Cómo tratar: El infectólogo debe indicar el tratamiento para la lepra tan pronto como se haga el diagnóstico para que existan posibilidades reales de curación. Así, el tratamiento se suele realizar con diversos fármacos con el fin de eliminar la bacteria y prevenir la progresión de la enfermedad y la aparición de complicaciones. Los fármacos más indicados son Dapsona, Rifampicina y Clofazimina, que deben utilizarse según las indicaciones del médico.
Además, debido a las deformidades que pueden surgir, puede ser necesario realizar procedimientos de corrección e incluso seguimiento psicológico, ya que las personas con lepra pueden sufrir discriminación por su apariencia. Comprenda cómo se realiza el tratamiento de la lepra.
Cómo se lleva a cabo la prevención: La forma más eficaz de prevención contra la lepra es la detección de la enfermedad en las primeras etapas y el inicio de la terapia tan pronto como se establece el diagnóstico. De esta forma, es posible prevenir la aparición de síntomas y complicaciones y la propagación a otras personas.
5. Infecciones respiratorias
La tos ferina, la tuberculosis y la neumonía son enfermedades respiratorias causadas por bacterias que pueden ingresar al cuerpo a través de las vías respiratorias y permanecer en el pulmón, los alvéolos o los bronquios dando como resultado los síntomas de la infección. Las bacterias responsables de estas enfermedades son principalmente Bordetella pertussis, Tuberculosis micobacteriana y steotococos neumonia.
Principales síntomas: Los principales síntomas relacionados con las infecciones respiratorias son secreción nasal, tos constante, malestar general, fiebre, dolor de cabeza y dificultad para respirar, por ejemplo. En el caso de la tos ferina, por ejemplo, el síntoma más característico de esta enfermedad es un ataque de tos en el que la persona tiene dificultad para respirar y que resulta en un sonido agudo como un chillido.
En el caso de la tuberculosis, la tos frecuente es uno de los síntomas más característicos, con, en la mayoría de los casos, secreción o presencia de sangre.
Cómo tratar: El tratamiento varía según el tipo de infección, con antibióticos, como azitromicina, claritromicina y eritromicina, por ejemplo, que deben usarse según las indicaciones del médico, generalmente recomendados para la tos ferina.
El tratamiento para la tuberculosis se lleva a cabo de forma continua, es decir, el neumólogo o la enfermedad infecciosa indica la combinación de Rifampicina, Isoniazida, Pirazinamida y Etambutol durante unos 6 meses o hasta que se cure la enfermedad. Además, se recomienda que la persona en tratamiento por tuberculosis permanezca aislada durante los primeros 15 días de tratamiento, ya que aún puede transmitir la bacteria a otras personas.
En el caso de la neumonía, el médico suele optar por utilizar antibióticos para eliminar el agente causante de la infección, como Amoxicilina o Azitromicina, por ejemplo, además del reposo.
Cómo se hace la prevención: La prevención de las infecciones respiratorias se puede realizar a través de medidas simples, como evitar estar en lugares públicos y cerrados, cubrirse la boca al toser y lavarse las manos con regularidad. Además, en el caso de la tos ferina y la tuberculosis, la prevención también se puede hacer a través de la vacunación, la cual debe realizarse poco después del nacimiento, en el caso de la vacuna BCG que previene la tuberculosis, o a partir de los 2 meses de vida, que es la vacuna conocida como DTPA, que protege contra la tos ferina, la difteria y el tétanos, que también son enfermedades causadas por bacterias. Obtenga más información sobre la vacuna DTPA.
6. Salmonelosis
La salmonelosis, o intoxicación alimentaria, es una enfermedad causada por Salmonella sp., que se puede adquirir a través del consumo de alimentos y agua, además del contacto con animales contaminados por la bacteria. La principal fuente de Salmonella sp. son animales criados en granjas, como vacas, cerdos y gallinas, principalmente. Así, los alimentos que se pueden obtener de estos animales, como la carne, los huevos y la leche, corresponden a la principal fuente de infección por salmonelosis.
Síntomas principales: síntomas de infección por Salmonella sp. aparecen de 8 a 48 horas después del contacto con la bacteria, pudiendo observarse vómitos, náuseas, dolor abdominal, fiebre, dolor de cabeza, malestar y escalofríos. En algunos casos, también se pueden notar diarrea y sangre en las heces.
Cómo tratar: El tratamiento de la salmonelosis no suele realizarse con el uso de antibióticos, siendo generalmente indicado por el médico para reponer líquidos, para evitar la deshidratación, muy común en personas mayores y niños, y control de náuseas, vómitos y dolor.
En los casos más graves, cuando los síntomas persisten y se sospecha una infección del torrente sanguíneo por esta bacteria, el infectólogo puede recomendar el uso de antibióticos, como fluoroquinolonas o azitromicina, por ejemplo.
Cómo se lleva a cabo la prevención: La prevención del contagio por Salmonella sp., se realiza principalmente a través de medidas de higiene personal y alimentación. Es decir, es importante lavarse bien las manos después del contacto con animales y antes y después de la preparación de los alimentos, especialmente cuando están crudos.
7. Leptospirosis
La leptospirosis es una enfermedad infecciosa causada por bacterias del género Leptospira, cuya infección se produce por contacto directo o indirecto con orina, heces o secreciones infectadas por la bacteria. Esta enfermedad es más común que ocurra en períodos de lluvia, ya que la orina y excrementos de ratas, perros o gatos, se esparcen por el lugar, facilitando el contagio por parte de las bacterias.
Síntomas principales: los síntomas de la leptospirosis generalmente aparecen después de aproximadamente 5 a 14 días después de que la bacteria ingresa al cuerpo a través de las membranas mucosas o heridas en la piel, y pueden causar síntomas como dolor de cabeza, dolor muscular, fiebre alta, escalofríos, ojos rojos y náuseas En algunos casos, las bacterias pueden llegar al torrente sanguíneo y diseminarse a otros tejidos, incluido el cerebro, causando síntomas más graves, como dificultad para respirar y tos con sangre.
Además, debido a la persistencia de las bacterias del organismo, puede haber insuficiencia y, en consecuencia, insuficiencia renal, lo que puede poner en riesgo la vida de la persona.
Cómo tratar: La principal forma de tratamiento son los antibióticos, que deben indicarse tan pronto como aparezcan los síntomas. Habitualmente el infectólogo recomienda el uso de Amoxicilina durante 7 a 10 días y, en el caso de pacientes alérgicos a este antibiótico, se recomienda Eritromicina. Además, dependiendo de la gravedad de los síntomas, se requiere un control de la función renal y es posible que se requiera diálisis.
Aunque no es una enfermedad que se pueda transmitir de persona a persona, se recomienda que la persona diagnosticada con Leptospirosis descanse y beba suficiente agua para que la recuperación sea más rápida.
Cómo se hace la prevención: Para evitar la leptospirosis, se recomienda evitar lugares potencialmente contaminados, como lodos, ríos, agua estancada y lugares inundados, por ejemplo. Además, en caso de inundar la casa, por ejemplo, se recomienda lavar todos los muebles y pisos con lejía o cloro.
También es importante evitar acumular basura en casa y evitar acumular agua, porque además de evitar la leptospirosis, se evitan otras enfermedades, como el dengue y la malaria, por ejemplo. Conozca otras formas de prevenir la leptospirosis.